¡Ayuda! ¡No siento conexión con el caballo!Parte1

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Cuando hablamos de conexión en equitación, debemos referirnos a tres tipos de conexión:

  • La conexión del caballo, es decir, hay conexión cuando los pies están conectados al dorso durante el trabajo, cuando el dorso deja fluir el movimiento hacia la espalda y la espalda deja fluir ese movimiento por el cuello hacia la nuca y la boca del caballo. Todo lo que rompa esa conexión, rompe la fluidez del movimiento y quitará brillo a los aires del caballo, provocando resistencias tanto musculares como emocionales. En esta imagen Kronenbourg está desconectado. Los pies no conectan con el dorso, el dorso no conecta con el cuello y el cuello no conecta con la boca y la mano de forma que haya una fluidez en el movimiento general.

  • La conexión entre el caballo y nosotros cuando estamos montando o pie a tierra a la cuerda:
    • Montando, un asiento ligero y una mano permeable permiten que haya un movimiento fluido desde los pies del caballo hasta nuestra mano. Así nuestro asiento puede dirigir y limitar cuando es necesario,  el movimiento de cada parte del cuerpo del caballo.
    • Pie a tierra a la cuerda, todo el movimiento del caballo pasa a través de nuestra mano y de nuestra posición en relación al caballo (hacia las espaldas o hacia la grupa) y de esta forma se dirige el movimiento de las partes del caballo.
    • Pie a tierra en libertad, la conexión entre caballo y jinete se hace a distancia y se considera la base del siguiente tipo de conexión, puesto que tiene que ver con nuestra intención y la esencia de la comunicación no verbal, que es lo que realmente entienden los caballos.

      Kronenbourg desconectado de la amazona

      Kronenbourg disponible para colaborar conectado

      Kronenbourg conectado a la amazona

  • La conexión que permite que la conversación entre caballo y jinete fluya, disipando resistencias y pidiendo más extensión del movimiento permitiendo que el caballo brille en todo su ser, se sienta cada vez más cómodo y seguro haciendo lo que le pedimos que haga, y quiera dar lo mejor de sí porque le hace sentir bien tanto física como emocionalmente, permitiendo que ambos disfrutemos de la equitación como nos merecemos.

En la próxima publicación de esta serie hablaremos del primer tipo de conexión. No te la pierdas, síguenos en youtube,  facebook, o por el blog! Al final de la serie pondremos un vídeo con las explicaciones subtituladas durante el trabajo montado de Kronenbourg al paso.

¡Ayuda! Mi caballo no baja la cabeza dando cuerda

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«Long and low», se oye decir. «Tengo que trabajarlo con la cabeza baja». Todo esto, mal interpretado puede hacer que pongamos a nuestros caballos hechos unos petardos sin impulsión arrastrando los pies y colgados sobre las manos. Luego nos vamos a montar y sí, sí van largos de cuello y la cabeza casi en el suelo, pero a la mínima se tropiezan y se caen de morros.

Aclaremos. Los caballos que son de naturaleza cuesta arriba, pisan bien y están bien aplomados (y si no están demasiado mal montados), el sólo hecho de que relajen la línea de arriba fruto de su ya buena utilización de los pies hará que relajen el cuello. Los caballos jóvenes o los que de naturaleza no pisan perfecto ni derechos, ni se equilibran sobre los pies porque, o los sacan por los lados, o los sacan hacia atrás y levantan la grupa… si les bajamos la cabeza sólo sin nada más, (aunque los condicionemos a la voz y les digamos «baja» y se lo aprendan y lo hagan), los efectos pueden ser contraproducentes para el trabajo, porque «bajar la cabeza» no empieza por bajar la cabeza. Los pasos son:

  • Entender dónde pone su peso el caballo, tanto de parado como en recto como en círculo
  • Lograr su atención constante
  • Lograr un ritmo constante con un trazado mínimamente gestionable (aquí empezará a relajar, que es medio camino para que su cuello también relaje)
  • Lograr que suelte la espalda del dorso (aquí se tensará algunas veces y se relajará, hasta que encuentre la soltura necesaria para el paso siguiente)
  • Lograr que el caballo sepa dónde debe poner el pie interior a cada mano y que lo haga
  • Lograr que proyecte su peso hacia delante cuando encuentra una buena posición para poner el pie (y aquí es cuando el caballo podrá estirar el cuello manteniendo sus pies funcionando correctamente) 
  • Acortar y alargar dentro del mismo aire
  • Lograr que haga transiciones de un aire a otro manteniendo el ritmo y los pies en su sitio

Repitiendo las fases que haga falta para que aprenda a poner los pies y los ponga en su sitio de forma constate, el caballo adoptará una posición natural de cuello que le será cómoda porque sin forzar, relajará la línea de arriba pero porque está utilizando los abdominales. No por otra cosa. 

Resumiendo: El caballo se tiene que saber llevar sólo antes de lograr estirar el cuello y bajar la cabeza. Primero a la cuerda sin peso encima, luego montado y luego en los diferentes grados de reunión que se le pida, si es en salto, a las diferentes velocidades que le toque y si es para paseo, para los diferentes terrenos a los diferentes aires que solemos trabajar.

Te dejamos aquí un enlace hacia una masterclass donde hablamos sobre todo esto, es gratuita, aprovecha porque estudiamos a un caballo y donde pone su peso de parado, es decir, entraremos en detalle sobre el primer punto de la lista de pasos a seguir para obtener al caballo redondo a la cuerda. Aprenderás a observar a tu caballo así que espero que te sea útil, pincha en la imagen:

¡Ayuda! Tengo dudas sobre cómo trabajar a mi caballo!

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A lo largo de los años nos hacemos un lío en cuanto al trabajo de los caballos, y durante el curso del fin de semana en el Centro Ecuestre La Abadía hemos empezado a aclarar una serie de cosas.

¿Te suenan estas dudas?:

  • Dudas sobre enseñar cómo estar solos cuando están acostumbrados a estar con otros,
  • sobre si la silla con la que montamos nos debe colocar en el sitio adecuado y mantenernos allí,
  • sobre si un caballo puede hacer doma y salto,
  • sobre el porqué nuestro caballo se para cuando ve un salto a lo lejos
  • sobre qué debemos buscar mientras trabajamos a un caballo montado,
  • sobre si nuestro caballo nos invade el espacio cuando le apetece
  • sobre si debemos regañar o no regañar
  • enseñar con golosinas o no hacerlo, con clicker o sin clicker
  • sobre si podemos dar un cachete o no podemos darlo
  • sobre si cuando nuestro caballo tiene una mala reacción, automáticamente el caballo es mal caballo o se puede catalogar como caballo peligroso o simplemente hay que aceptar que nuestro caballo puede tener esas reacciones peligrosas y debemos aprender a lidiar con ellas hasta que desaparezcan (y si realmente es necesario lidiar con ellas o no)
  • sobre cómo decirle NO a nuestro caballo sin enfadarnos o perder la cabeza
  • sobre si debemos hacer pista o no,
  • sobre si el bocado es más eficaz que un filete y si el bittless es mejor o peor,
  • espuela si o espuela no,
  • sobre si hay que poner pierna una y otra vez y agarrarlo con la mano para que se reúna y se cierra
  • sobre si debemos apretar con la rodilla o no mientras montamos,
  • sobre dónde deben ir los pies del caballo y cómo pedir lo que el caballo necesita (si sabemos lo que el caballo necesita),
  • sobre cómo pedir que un caballo ponga un pie debajo, donde es debajo
  • sobre cómo funciona eso de la impulsión al final
  • sobre cómo pedir un apoyo o movimiento lateral
  • sobre si el caballo para trabajar necesita presión constante, ir «cerrado» y trabajar a mil, o podemos lograr el mismo resultado con tranquilidad y buen hacer
  • sobre qué hacer exactamente cuando el caballo se nos vuelca sobre las espaldas
  • sobre cómo hacer que el caballo pierda esta o aquella manía mientras montamos,
  • sobre si hay que «jugar con la rienda» para que el caballo baje la cabeza durante el trabajo y qué pasa cuando el caballo no avanza
  • Sobre si el contacto ligero es no tener contacto o es tenerlo y como debe ser para que se considere contacto y no peso en la mano.
  • sobre qué contacto debemos llevar con las riendas y con la pierna para que la «conversación» fluya sin interferencias…

La equitación no son matemáticas, pero sí depende de nuestro conocimiento sobre una serie de cosas y voy a resumir un poco la materia sobre la que hablamos el primer día de clínic durante la teórica. A menudo, cuando hablamos sobre estos temas no le damos demasiada importancia y tendemos a darlo por sabido, pero una vez vemos el trabajo de seis o siete caballos diferentes con sus respectivos jinetes, en momentos y situaciones diferentes, empezamos a verlo claro: los principios de la equitación funcionan y la verdad es que se nos olvidan con frecuencia.

La equitación tiene miles de años, no es por casualidad que que cada vez que alguien sostenía durante algún tiempo que se debía de hacer de otra forma, el buen hacer y los principios básicos acababan por volver y perdurar a lo largo del tiempo. Hoy en día con la cantidad de información que hay, y lo fácil que es «cocinarse uno mismo la equitación» a su manera y gusto, es normal que surjan dudas. Es sabido que en el deporte, sea cual sea el nivel que tengamos o practiquemos, cuando surgen dudas no hay nada mejor que volver a la base.

El objetivo de las clases durante los cursos es facilitar la transmisión de sensaciones por parte del caballo demostrando así a su jinete que los principios de la equitación de siempre funcionan, que el caballo los agradece, los entiende y que cuando esto ocurre, el jinete empieza a montar cómodo como por arte de magia…

Veamos un poquito de esa base a la que me refiero constantemente:

Cuando trabajamos a un caballo necesitamos tener muy claro que estamos contando con tres factores principales:

  1. El jinete con su estabilidad emocional y física, sus conocimientos sobre el caballo, sobre cómo aprende y sobre cómo enseñar o pedir las cosas, su capacidad de coordinación, su capacidad de pensar en ciertos momentos y sentir en otros, su educación, su capacidad de sentir, comprender y reaccionar ante las actitudes del caballo.
  2. El caballo con su estabilidad emocional y física, su capacidad de pisar firme y en el sitio adecuado para llevar su peso y el del jinete durante el trabajo, es decir su conformación natural y su educación (su condicionamiento para el trabajo), su estado mental y físico en el preciso momento en que lo estamos trabajando.
  3. La comunicación entre los dos seres que debe ser de una determinada manera para que ambos se entiendan. Debe tener límites, pero ser flexible, recíproca y permeable en todo momento: a distancia, a la cuerda, montados y sobre todo, en momentos de conflicto; para que deje de ser conflicto y pase a ser un momento de aprendizaje.

Durante el primer día de curso hablamos sobre todo de la comunicación y el asiento que nos permite comunicar de forma eficiente y fluida con nuestro caballo. El segundo día hablamos de cómo debe moverse el caballo para que sea capaz de sentir nuestras indicaciones. Y juntamos lo aprendido sobre el asiento y sobre cómo debe moverse el caballo para trabajar esa comunicación en función de las necesidades de cada uno.

Una vez tenemos claro estos tres factores, vemos cómo se ponen en marcha y se complementan, todo lo demás se basa en los siguientes pasos:

  1. Averiguar siempre y en cada sesión de trabajo el estado de ánimo, el estado físico del caballo y el impacto que tiene en nosotros cuando empezamos a compartir el espacio.
  2. Ver qué señales nos transmite para demostrar su estado de ánimo y su capacidad de trabajar de ese día, en ese preciso momento
  3. Controlar la influencia de las actitudes en nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad de reacción para adaptar nuestras respuestas
  4. Adaptar nuestras respuestas a las reacciones del caballo cuando le pedimos cosas para disipar tensiones y pedir las cosas de forma que él entienda
  5. Repetir todo el proceso una y otra vez hasta que ha quedado claro lo que pretendemos del caballo

Son los pasos del libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos» repetidos una y otra vez con unos y otros caballos, jinetes, momentos, conflictos, tensiones, trabajo normal en pista, en la cuadra, en libertad, etc.

Para generalizar, (si dos días de curso no llegan a ser suficientes para interiorizarlo y aprender a practicarlo en todo momento, con una publicación por escrito no tenemos ni para empezar :)), hagamos lo que hagamos, si la comunicación con nuestro caballo no es: flexible (pero con límites), recíproca y permeable, no existe relación jinete-caballo. Cada uno lleva la conversación para sus adentros, y eso es todo lo contrario a los principios de la buena equitación.

Este último punto, es suficiente como para empezar a trabajar en lo que falta por afinar, ya sea, el jinete, el caballo, o la forma de comunicar que tenemos entre nosotros. Montados, generalmente el problema está en nuestro asiento y nuestra capacidad de aplicar las ayudas, de ahí que estos cursos son especialmente concebidos para mejorar el asiento de cada participante.

Un fin de semana inolvidable, entre todos hemos «hecho equitación», ha sido maravilloso notar como cada uno de nosotros hemos sentido algo nuevo, algo diferente, algo que nos pone la piel de gallina cuando pensamos en la sensación que tuvimos. Esto, querido lector, en la equitación, lo vale todo.

Muchas gracias a Maria Luisa, Mercedes, Pedro, Manu, Myriam, Ana, Daniel y Marina, a Nacho, al Centro Ecuestre La Abadía por las instalaciones y el buen trato por parte de todos. Los caballos maravillosos que pudimos alquilar  (nos cayó un rayo muy muy cerquita y la yegüita Campanilla de la cuadra de Paco Canales se portó bien no, lo siguiente), los boxes y pistas agradables que pudimos utilizar, que a pesar de las tormentas y lluvias del sábado, pudimos seguir trabajando sin perder ningún momento del clínic. El equipo de Equierrores se complementó una vez más este fin de semana 😉

Te dejamos una vez más, un vídeo sobre el curso, que espero que pueda servirte para reconocer algunos de los principios descritos arriba.

Recordamos que estamos preparando los próximos cursos, y para que no te los pierdas y sepas dónde estamos preparando grupos, visita esta página y sobre todo, haznos saber si estarías interesado y en qué zona te gustaría que hiciéramos alguno, las cosas van surgiendo,  y me encantaría poder ayudar en persona! Para que te hagas una idea en cada curso vienen personas que llevan mucho tiempo esperando (algunos dos, tres y cuatro años) y deseando que se haga un clínic donde ellos puedan participar o estar presentes, las cosas acaban por surgir si lo queremos de verdad 😉

Ahora el vídeo:

Tema del fin de semana: Contacto con el caballo

Durante el fin de semana en el Centro Hípico la Abadia (Guadarrama) revisamos cosas importantes como:

Subirse a caballo sin clavar la punta. (Ya, algo tan corriente verdad?) Pues los caballos no mienten y si tu caballo se mueve o se va cuando te subes, descarta que le pongas la punta del pie sin querer donde no debes. Un pequeño gesto del tobillo es suficiente, pero hay que practicarlo. Recordemos que el control sobre nuestro cuerpo es esencial cuando pretendemos trabajar el cuerpo de nuestro caballo.

Hemos hablado de contacto. No de ese contacto que superficialmente entendemos como tal, sino de conexión. Pero no de la conexión mística que muchos pretenden hacernos ver que se obtiene condicionando al caballo a hacer este o aquél ejercicio como respuesta a una orden por parte de su jinete. No. Una conexión que hay que ganarse mediante el trabajo gradual de enderezar al caballo, ordenar su cuerpo, enseñarle a pisar donde debe, permitirle que pase el movimiento desde los pies a la mano sin utilizar ésta para bloquear en momentos inadecuados… Ese tipo de conexión. La conexión que luego, más tarde, se volverá algo puramente intuitivo, algo que sentirá el caballo con una ligera intención del jinete, pero esto no aparece porque sí, ni cae del cielo. Hay que trabajarlo, hay que pedirle pequeñas cosas, recompensarle, seguir pidiendo o relajando en función del momento.

Sin un asiento que nos permita concentrarnos en el contacto que llevamos, simplemente no es posible. Y por ahí hemos empezado con Virginia y Mercedes cuando han traído el caballo al Centro Ecuestre la Abadia en Guadarrama para que trabajásemos juntas la conexión con el caballo a partir del asiento. Demostramos cómo era posible conectar a distancia para que no quedasen dudas, Kronenbourg al principio dio a entender claramente que le interesaba mucho más lo que había fuera que la conexión conmigo pero luego prefirió colaborar y trabajar juntos para superar esa inseguridad en relación a todo lo que le rodeaba. Una vez conectó conmigo todo fue más fácil. Luego montado, mediante trabajo de paso, vimos con Pedro, su propietario, que para poner a un caballo a la vaquera lo primero y más importante es que el caballo no pierda la conexión antes, durante y después de los ejercicios para que aprenda a no perder la impulsión hacia delante. El caballo tiene un dorso largo y es grande de tamaño, debe aprender a saber donde está y cuál es su espacio «personal» y cómo utilizar todo su cuerpo para sacarle el mejor rendimiento.

Dante, esta vez nos sorprendió. Dante agradece las pistas increíbles que tiene el Centro Hípico La Abadia y trabaja con una comodidad que no había trabajado hasta ahora. No parece importante, pero lo es. Cuando trabajamos a nuestros caballos todos los días en la pista, el piso tiene que ser bueno. Amortiguar, ser suave, equilibrado, derecho y con la consistencia adecuada al peso de estos animales. Y no hay duda que este centro apuesta por la comodidad durante el trabajo de los caballos. Tanto para el jinete como para el caballo.

Además, nuestras reuniones periódicas sobre cómo y qué mejorar con Nacho y Dante, están realmente dando su fruto. Hemos llegado al momento en que podemos realmente trabajar el contacto a través de las riendas. El asiento ya está lo suficientemente afianzado como para empezar a sentir ciertas cosas con regularidad a través de la mano. Eso ordena mucho al caballo y cuando lo monté, lo sentí a los pocos trancos. Sobre todo el último día de trabajo, que en este caso fue el lunes. Al alternar el trabajo de Nacho y el mío durante tres días seguidos, hemos logrado una consistencia en el trabajo bastante importante. El problema que tenía Dante a mano izquierda al galope sobre todo, está desapareciendo, precisamente porque hemos logrado trabajar su rectitud y está empezando a no perder la conexión una vez la tenemos.

Con Virginia y Mercedes, que de asiento tienen una forma parecida de estar, quitamos peso del dorso para equilibrarlo sobre el equilibrio del caballo. Dedicamos dos días a eso, pudiendo en el segundo ya, trabajar bien las transiciones a más y a menos sin perder el asiento y la conexión con la pierna. La evolución es tan rápida con esta forma de trabajar que ninguna de las dos se creían que después del primer día de esfuerzo practicando los ejercicios y que al principio dan la sensación de que nunca seremos capaces de hacerlos bien, estarían casi afianzados y conseguirían ponerse sobre el caballo al día siguiente 😉 Sonrisas y más sonrisas. Como me gusta lo que hago!!

Empezamos el trabajo con el caballo de Completo de Marina William, que estaba un poquito precipitado y ligeramente torcido, desordenándose durante los aires, corriendo un poco y dando la sensación de «caballo imparable». Pero es un buen caballo, con muchísimo poder y cuando lo ordenemos, Marina se dará cuenta de que si ahora ya disfruta de él competiendo, una vez ordenado se saldrá de sí! 😉

Organizaremos un nuevo curso a finales de septiembre en el Centro Ecuestre la Abadia, que cuenta con dos pistas cubiertas, tres naves de boxes grandes y con buenas camas donde puedes dejar a tu caballo durante el curso,  salas de aula para proyectar presentaciones teóricas, una pista de salto exterior y otra pista de doma exterior, todas con buenas medidas,  de geotéxtil muy bien cuidadas, un restaurante maravilloso donde ofrecen un excelente menú, cuentan con una escuela con profesores de salto y de doma, el personal del club es muy amable y además, si no está de gira por España,  contaremos con la presencia de Francisco Canales, famoso por sus espectáculos Ecuestres, que también es el jefe y director técnico del club. Los sábados suele ensayar su espectáculo en la pista cubierta del Centro y si te interesa y estás cerca, puedes acercarte y ver los ensayos mientras saboreas un menú en el restaurante con vista sobre las pistas;) Te sentirás como en casa gracias a la hospitalidad del club 🙂

Te dejamos una imagen-resumen de lo aprendido este fin de semana y en breve, podrás encontrar más información en EquierroresLab donde nos explayaremos sobre la conexión a caballo y la forma de lograrla mediante unos vídeos de caballos que voy trabajando a lo largo de los cursos. ¡Te gustará ver en directo todo lo que aprendemos en Equierrores! Echa un vistazo al formato en que dejaremos las cosas allí para que nos des tu opinión sobre cómo te gustaría verlo, con más texto, más vídeo, más presentaciones de diapositivas, etc. Pincha aquí para verlo, trabajamos una yegua de 5 años, y hemos puesto a disposición de nuevo la serie de «Como relajar a tu caballo cuando vas por el campo»