Evolución del caballo que corre a la cuerda. Jaguar 29-10-2019

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This entry is part 2 of 3 in the series Trabajo del caballo a la cuerda

Hoy continuamos el trabajo del día 27. Ayer descansó en el prado, en esta fase no le trabajo todos los días, hago día sí, día no, el día que no trabaja está en el prado y se anda un poco de la mano para que recomponga los músculos y no se agobie del trabajo. Tiene 5 años y mi intención es que salga a trabajar con ganas. 

Veamos el resultado a largo plazo y duradero del que hablábamos el otro día. Sin rendajes, el caballo ha mejorado muchísimo desde el último día a la cuerda. Pondremos también sus primeros días de trabajo conmigo para que se vea la diferencia real, pero todo a su tiempo. Los primeros días no los hice en este formato grabando y explicando al mismo tiempo así que la edición tarda un poquito más.

Sí que es verdad que el último día complementamos el trabajo a la cuerda con el trabajo montado, no puedo dejar de referir que la cuerda es una pequeña parte de su evolución y que montados debemos trabajar en nuestro asiento y aplicación de ayudas todos los días para que podamos transmitir los mensajes correctos a nuestros caballos y no andar hacia atrás en la evolución en vez de hacia delante.

¿Quieres que te ayude en el trabajo?

En nuestros clínics te damos directrices para mejorar, deberes para que trabajes sólo a tu ritmo. Tenemos también la tutoría a distancia, esto es un servicio de seguimiento mediante vídeo, es una forma muy útil de seguir avanzando entre clínic y clínic…haremos todo lo posible para que la parte montada evolucione rápidamente. 

Un apunte respecto al tema de la cuerda: podríamos decir que se puede tratar como un tema semi aparte, porque las ayudas a la cuerda son ligeramente diferentes que montados ya que estamos fuera del caballo.

Si no has visto los vídeos del otro día, estos no tendrán mucho sentido para ti así que ve, y míralos. 

Ahora sí te dejo los vídeos de hoy:

Ayuda, ¡mi caballo corre a la cuerda! Jaguar 27-102019

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Comparto hoy unos pequeños vídeos sobre el entrenamiento de Jaguar, a la cuerda.  Jaguar tiene 5 años y se está entrenando para raid. Deberá hacer un raid de promoción en breve (40km) y hay que mejorar algunos aspectos tanto físicos como psicológicos que hacen que se estrese mucho: en cuanto siente la más mínima molestia o desconfía de algo, empieza a correr y a descontrolar un poco su mente y cuerpo. 

Hoy, como parte del entrenamiento, hemos empezado por trabajarlo un poquito a la cuerda. Es importante mencionar que no busco resultados rápidos, pero sí duraderos. Si te fijas bien en los vídeos, el caballo pasa varias veces, de estar tenso, a estar un poquito más relajado. El objetivo es que se equilibre y ande a los tres aires relajado y cadenciado, con la línea de arriba relajada, pero con los pies funcionando para redondear el dorso y poder aguantar mejor cuando lleve un jinete encima durante muchos kilómetros. 

Todos los días le doy algo de cuerda porque quiero que cada día mejore un poco, el objetivo es que le resulte natural al potro para que se pueda mantener lo conseguido de una forma más fácil. Los primeros días llevó un poco más de tiempo hasta que entendió el concepto de que a la cuerda no se corre; a no ir limitado por rendajes, sólo la cabezada de cuadra o el filete.

Ahora, el tiempo a la cuerda es corto ya tiene más claro que correr a la cuerda no le es tan cómodo como andar tranquilo (este trabajo es corto porque también tiene que hacer sus km por el campo y ese día tenía que dividir trabajo, pero hay vídeos más completos de días en los que el trabajo es exclusivamente a la cuerda).

Cuando el tiempo es escaso para trabajar a la cuerda, pongo objetivos pequeños, por poco que se relaje me doy por satisfecha, premio, lo dejo y seguimos con el resto del entrenamiento. El objetivo de estos vídeos es mostrar el proceso hacia la relajación y cómo lo va procesando el caballo).

Estos vídeos tienen algunas explicaciones sobre cómo tranquilizar a un caballo a la cuerda, puede que te sirvan 😉

 

Equierror en los alargamientos de trote

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El equierror que cometemos con frecuencia es montar para el espectador en vez de montar para el caballo…y con este error, viene el de tener a los caballos detrás de la mano para que «parezca que va redondo».
 
En esas condiciones, a lo mejor sí logramos un trote corto y cómodo (si el caballo es cómodo), pero una vez queremos alargar, el caballo corre, se precipita, nos fuerza la mano y volver al trote corto (y falso) es bastante más difícil, obligándonos a tirar de ellos para venir a menos. 
 
A nivel de embocadura, lo que interesa para mejorar el equilibrio y la expresión en el trote, es que los pies vayan donde deben ir, no lo que llevamos en la boca del caballo. En este pequeño vídeo, estaba haciendo una preparación para un ligero alargamiento del tranco.
 
No vale con sólo meter la pierna y aguantar primero con la mano para pedir el alargamiento. Hay que crear las condiciones para que el caballo se pueda expresar.
 
Una pequeña cesión a la pierna izquierda ayuda a levantar la espalda interior, enderezar el pie izquierdo y a preparar a la yegua psicológicamente para el orden en sus trancos en vez de precipitar hacia delante sobre las manos y sacar los pies por detrás, mientras «alarga».
 
Al principio, el alargamiento es menos expresivo, sí, y todos tenemos miedo que el caballo no «saque las manos» lo suficiente como para dejar al espectador con la boca abierta.
 
Pero a largo plazo y poco a poco (más rápido de lo que uno se imagina), le sacamos un brillo natural a su expresión y su tranco, dando al caballo una sensación de poder y auto confianza que lo va dejando listo emocionalmente para disparar hacia arriba y hacia delante en los siguientes alargamientos.
 
Cuando esto ocurre, (y a veces nos pilla por sorpresa porque ni nosotros creemos que es capaz), el propio caballo toma una actitud que nos transmite algo así como: «Estoy más que listo, ¿cuándo puedo disparar?» y basta pensarlo para que vuele (aunque sean pocos trancos al principio).
 
Una de las pruebas de algodón (a parte de ser una sensación única e inconfundible), es que la transición al trote de trabajo al final de la diagonal (o antes de que pierda el equilibrio) es suave y fluida; con un pequeño gesto, ellos entienden lo que se espera de ellos porque están en equilibrio y la preparación para entrar en la esquina o en el próximo ejercicio, es muchísimo más fácil que si los llevamos colgados en las manos con una gran embocadura (o pequeña, da lo mismo, en las espaldas es en las espaldas). 
 
Si esa transición es suave, nuestros deberes están bien hechos. 
 
Un secreto es hacer pocos trancos de todo, pero bien e ir comprobando que el equilibrio está en su sitio. Muchas repeticiones. Es mucho más eficaz hacer cinco repeticiones de alargar acortar y pequeñas cesiones a una y otra pierna de pocos trancos, que hacer treinta diagonales alargando machacando al caballo en cada alargamiento.
 
De esta forma, teniendo en cuenta no sólo la mecánica como también la psicología de los caballos, serán capaces de dar, lo que nadie creía que tenían para dar, mucho menos ellos mismos…
 

Error que tendemos a cometer cuando queremos «poner a los caballos debajo»

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Una yegua larga que tiene alguna dificultad en poner los pies correctamente debajo sin hundir el dorso. En este preciso momento, la yegua pone el pie izquierdo, se apoya sobre la rienda de fuera y cede en la interior.
 
 
Eso quiere decir que, la grupa está en su sitio, el pie empieza a entrar (aún le falta un trozo para que el momento de suspensión sea evidente, pero ya está mejor en esta imagen), el dorso está redondeando y…la espalda sube para dejarse dirigir por la mano hacia una incurvación, en este caso hacia la izquierda….
 
Me pregunto, cómo aún hoy en día, con tanta información sobre el tema se sigue pensando que todo empieza por la boca, el cuello y la cabeza?
 
Si los pies no avanzan bien y no cargan peso correctamente, no habrá buen contacto en la mano, ni los caballos podrán levantar las espaldas y trabajar en aquella actitud que todos deseamos que es de libro, con la cabeza y nuca aquí arriba y el culo sentado en el suelo.
 
Sí, claro, podemos dar tironcitos en la boca para ver si sube la cara y fustazos para que los pies sigan su camino hacia delante (pero abiertos y con el dorso hundido igual) pero…¿seguro que es lo que se quiere ver a largo plazo? ¿Caballos que no se saben llevar solos y dependen de la mano para sostenerse de pie?
 
Con cuatro miembros para equilibrase, ¿es nuestra mano la que le va a equilibrar a «tironcitos»?
 
Impaciencia. Es lo que tenemos más con caballos y lo que menos funciona…dejo aquí la reflexión.
 
¿Estás impaciente para lograr algo? Pues estás cometiendo un equierror 😉 Y no lo digo porque creo que los demás están mal y yo bien.
 
Lo digo por experiencia. Cada vez que me impaciento por algo relacionado con la equitación estoy dando pasos atrás en la evolución y el aprendizaje.
 
Pero cuidado, la paciencia tampoco es la solución:
 
Es el gusto por hacer las cosas como si tuviésemos todo el tiempo del mundo. Eso sí es solución para resultados duraderos. Y rápidos. Más de lo que nos creemos😉