Como digo en el título, vamos a hablar de algo fundamental cuando trabajamos al caballo: Tiene que aprender a relajar la mandíbula, si no, no trabajará de forma efectiva. En este artículo me centro en el trabajo del caballo de salto, pero verás que aplica para todos.
Un caballo de salto no puede ser un caballo de salto durante mucho tiempo si no sabe relajar la mandíbula, el dorso, y sus miembros de forma que pueda controlar su cuerpo y su mente, y además estando en contacto con nuestra mano delante, durante, entre y después de los saltos.
No sólo tiene que saber hacerlo el sólo, sino que debe saber relajar y flexibilizar por petición del jinete, es decir, «yo te pido que cedas, tu cedes, yo te pido que flexibilices este lado poniendo este pie aquí y tú lo haces«.
¿Suena mandón? no es ese el objetivo, no es mandar, bueno sí, ponemos límites porque el principal beneficio para el caballo y para el binomio es, que el caballo pueda estar cómodo en su trabajo, con peso encima y además enfrentar y vencer obstáculos altos, grandes, con combinaciones, trancos pequeños o grandes, vueltas cortas o amplias y hacerlo en contrarreloj si es necesario también…
Hay caballos que saltan día tras día, pero no saben lo que es un contacto, huyen de él hacia arriba, luego hacia abajo y hacen de todo para que la mano del jinete no esté en contacto con su boca.
Es una pena, porque a través de la mano podemos pasar muchos mensajes al caballo, principalmente el mensaje de que puede confiar en nosotros, que estamos con él, que lo entendemos, que le ayudamos y apoyamos durante las dificultades y que deseamos colaborar con él. También le podemos transmitir límites, podemos educarlo, podemos ayudarle a flexibilizar su cuerpo para que mejore sus aires….
Claro que todo esto, se le enseña primero en llano y sin saltar (y ya no digo a la cuerda y en libertad porque me llamarás de «rara»), que esa es otra cuestión que quien salta no siempre quiere entender:
El salto es el objetivo, pero es en llano donde se resuelven la gran mayoría de los problemas de los caballos de salto…
Se pueden transmitir tantas cosas buenas al caballo, ¡¡que no tiene sentido que un caballo no quiera estar en contacto con nosotros!!
Por supuesto un buen asiento y una mano independiente que sabe cuándo bloquear y cuándo soltar es esencial, sin eso, no hay caballo que nos aguante, la verdad…ni con bit, ni bitless, ni con botas o sin botas…
En este pequeño trozo de vídeo, hay algún ruido de fondo, pero decidimos publicarlo igualmente porque se ve muy bien el concepto de «ceder la mandíbula».
Quiero dejar claro que, por norma, cuando trabajamos bien el cuerpo y los pies del caballo, la mandíbula cede sola si logramos un buen contacto.
Pero para caballos que huyen constantemente de la mano, es decir, caballos que hay que re-educar para confíen de nuevo en la mano, este ejercicio rompe el círculo vicioso «no-ando-o-corro-y-al-mismo–tiempo-no-atiendo-a-la-mano-porque-huyo-de-ella-y-tengo-los-abdominales-súper-rígidos-por-lo-tanto-tampoco-atiendo-o-huyo-a-la-pierna«.herr
Luego, es obligatorio complementar con un buen trabajo del cuerpo del caballo para que realmente funcione y el concepto quede claro a los tres aires.
Este sería un buen momento para combinar el trabajo técnico de equitación diario con el trabajo de un buen fisio o quiropráctico para que el caballo pueda cambiar su físico para mejor y desarrollar así toda su capacidad. Trabajándolo bien, cambiará mucho, pero como todo en la equitación, no sólo es lo que pueda hacer un jinete, sino que hay que cuidar del «todo»: técnica de equitación, asiento, alimentación, veterinario, herrador, fisio, dentista, trato diario, educación, etc etc etc.
Así es mi método de trabajo y como partida, es necesario empezar por entender cómo utilizamos el lenguaje del caballo en nuestro día a día.
A partir de los conceptos fundamentales, establecemos la base para una comunicación eficaz con nuestro caballo y podremos seguir los pasos del método en cada nivel.
¿Cuáles son esos conceptos fundamentales?
- Distinguir las situaciones más comunes en las que corremos peligro y cómo evitarlas
- Conocer los tres fundamentos de nuestra relación con el caballo que debemos entender para compartir el espacio con un caballo
- Conocer el factor más importante que debemos tener en cuenta para que un caballo convierta su inseguridad y tensión en tensión positiva y colaboración con nosotros
- Entender qué tipos de energía encontramos en los caballos y cómo trabajarlos
- Entender las señales de tensión y relajación
- Cómo debe ser, en verdad, la comunicación con nuestro caballo (deshacernos de mitos que no funcionan)
- Saber qué preguntas nos debemos hacer todos los días antes de trabajar a un caballo para organizar nuestro plan de trabajo
Si te suena raro o no tienes claro alguno de los conceptos descritos arriba, te aconsejo que adquieras el curso, no te arrepentirás porque te prometo que verás y sentirás cosas que no te esperabas.
Aquí tienes el curso: https://equierroreslab.teachable.com/p/el-lenguaje-equino