Equierror cargando caballo al remolque

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Hablemos de un error clásico y molesto, además. Lo suelen cometer  personas que, con toda su buena intención, quieren ayudar cuando alguien está cargando un caballo en el remolque y no quiere entrar por el motivo que sea.

¿Cuál es ese error?

HABLAR. Pues sí, hablar: decir cosas, dar opiniones, hablar con el caballo, mover las manos, silbar, hacer ruiditos…

Si nunca has cargado un caballo, no lo entenderás, o puede que al leerme caigas en la cuenta de todas estas cosas. Si ya has cargado alguno y has tenido dificultades, estas recomendaciones te pueden ayudar para que, a la próxima vez, hables con esa gente bienintencionada que te quiere echar una mano y no perder los nervios mientras lo haces.

Analicemos la situación

Los caballos respiran energía, son energía, viven de ella y se comunican mediante ella. Cualquier palabra dicha por alguien que en ese momento está sintiendo pena, miedo, rabia, frustración, prisa, confusión o inseguridad, estará cargada de todas esas emociones por mucho que intentemos disimularlo. Cuando hay que cargar a un caballo y si éste pone alguna pega, automáticamente despierta en los asistentes, emociones que normalmente no son nada positivas.

Esto sería (si el caballo pensase) lo que esa energía transmite al caballo: «Aquí no me meto porque si tú, que tanto dices que mandas y que eres mi líder, me transmites algo que me pone más nervioso, yo no me meto seguro. Estoy listo para salir corriendo o atacar a esa rampa

Para ti que estás cargando y ya tienes un montón de experiencia:

Recuerda sólo respirar profundamente, tomártelo como si tuvieras todo el tiempo del mundo y limitarte a disipar tensiones, esperar que el caballo relaje un poco para pedir más, si se bloquea demasiado acuérdate de mantenerlo en movimiento, si hace falta ponerlo a trabajar un poco delante del remolque para dejar que descanse encima de la rampa o del remolque (dependiendo de la fase de cargar en que estés trabajando) y estar seguro de que todo irá bien.

Tú sientes el tipo de energía que transmiten los que están a tu alrededor y deberás pedir su ayuda o su alejamiento según lo que sientas. Tú eres el que sabe, y si te equivocas con el caballo, haz las cosas de forma quecreas que es correcta, no te dejes llevar por la situación y mucho menos por la opinión de “alguien que ha leído que”.

Para ti que estás ayudando con toda tu buena intención:

No hables y haz lo que te diga el que está cargando. Eso sí, si te pide que le pegues, da media vuelta y te marchas. (Atención porque apretar o incomodar con una fusta por detrás no es pegar. Es incomodar. Y sólo se puede incomodar sabiendo que dejaremos de incomodar cuando el caballo reaccione de forma positiva. Igualmente, si no sabes hacerlo mejor no lo hagas, pero dejemos claro que tener una fusta en la mano no es pegar a un caballo.) Pero si te dice que no te pongas al lado del remolque, le preguntas dónde quiere que te pongas sin dar opiniones. Respiras profundamente y te pones donde te diga a una distancia prudente. Si te piden para que no hagas nada, apártate sin tomártelo a mal.

Hay muchas personas de caballos que están conectados a su caballo y saben perfectamente sentir cuándo la energía o el «timing» (momento adecuado de actuar) de las personas que están intentando ayudar no son los adecuados para echar una mano. Lo más probable es que no te sepan explicar por qué, pero prefieren que no estés cerca. No pasa nada. Sólo di que si necesitan algo que te llamen. Así les ayudarás de verdad. 

Algunos motivos que dan origen a este problema

El principal es que al caballo no se le suele dar tiempo para procesar lo que está haciendo. Existe la creencia de que un caballo tiene que tener miedo para andar. Ese es uno de los mayores mitos que existen en la equitación. Y el que provoca el 50% de los problemas de comportamiento en caballos. (El otro 50% es darle siempre muchos besitos, azucarillos, zanahorias y dejar que haga lo que quiera siempre porque es un caballito, no queremos “abusar» de él).

Cuando un caballo que ya ha cargado alguna vez, pero no lo tiene confirmado, se para delante de un remolque es la primera señal que nos da de que nos dará problemas en un tiempo cercano. No es que nos esté tomando el pelo, es que se queda bloqueado o está probando nuestra reacción. Si está probando nuestra reacción y cuando reaccionamos le damos un palo o un fustazo para que acabe de entrar, quizás entrará, pero es poco probable que tengamos el problema solucionado por mucho tiempo. Eso si había un real problema, porque si no lo había habremos creado uno. Y corregir a un caballo bloqueado que se espera un fustazo, un grito o un palo, cuesta muchísimo más que enseñarle a entrar correctamente y a procesar lo que hace en cada momento. 

Puedes ver lo que hacemos en los cursos, dos días hablando sobre estos temas, solucionando cosas, corrigiendo asiento y dedicándonos a la comunicación con nuestros caballos puede abrir muchísimas puertas para tu equitación 😉 Ahí te espero con ganas de ayudar y colaborar!!