¿Qué entendemos por caballo domado?

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Un caballo «domado» debería ser aquel que es capaz de ser montado y presta atención constante a su jinete. No sólo cuando todo va bien sino también cuando va mal o no tan bien. A veces sólo va mal en momentos puntuales, pero son momentos cruciales en los que le podemos recordar que el que pone las normas somos nosotros al tiempo que confiar en que no le vamos a hacer daño. 

Después, podemos entrar en caballo domado en una disciplina u otra, pero eso ya es una segunda parte en la que aplicamos ejercicios específicos de la disciplina o por lo menos perseguimos el objetivo de alcanzarlos. Cuando decimos que el caballo está puesto a un nivel (Intermedia 1, Gran Premio, 1,25, 1,30, 1,50, etc) ya estamos hablando de especialidades dentro de lo que es la equitación y sus disciplinas. 

Normalmente se entiende que un caballo esta domado porque acepta que se le monte y responde a las ayudas básicas, pero creo que hay que ir más allá, un caballo domado es aquel que te tiene atención plena para luego responder a esas ayudas en momentos sin tensión y en los momentos en tensión (ayudas básicas y no tan básicas).

Prefiero utilizar la palabra educado. Un caballo educado necesitará que esa educación sea continuada (ya sea por su propietario o por un profesional que se ocupe de ello) y cuanto más dominante es el caballo y más veces se ha salido con la suya, más atención tendremos que dar a esa educación. 

Nos damos cuenta de que un caballo está perdiendo la educación cuando en momentos de tensión nos pierde la atención. Si logramos llamarle la atención de forma que confíe en nosotros y al mismo tiempo nos atienda, estamos continuando la educación y el camino de «evolución de la doma» sigue naturalmente. Esto quiere decir que entendemos cómo funciona la comunicación, sabemos utilizarla y la equitación fluye hacia niveles más elevados, pudiéndonos concentrar en aspectos técnicos de la disciplina. 

Si lo tenemos que obligar a atendernos y aun así no hay respuesta (hace lo que le apetece sin contar con nosotros) o la respuesta es, pánico, defensa, huida o agresión, el caballo habrá perdido gran parte de la educación si es que la ha tenido alguna vez. 

En esos momentos es cuando empezamos a decir: «el caballo suele atenderme porque está domado, pero, en esa situación en concreto, no lo hace para nada».

En función de la reacción imprevisible que tenga en esas situaciones, deberemos evaluar nuestra forma de comunicar con él desde el momento que salimos del box hasta que ocurre el momento de tensión, a efectos de re-educación del caballo en un lenguaje que él entienda desde el primer momento.

Si el caballo realmente ha estado domado antes, se acordará y será fácil re-educarlo. Un caballo que haya estado «domado» a base de fuerza, no es que sea difícil re-educar, es que hay que empezar desde cero, porque en cuanto le quitemos toda esa fuerza, se sentirán libres y no nos harán caso. Estos no son caballos educados, son caballo “sometidos” que no han entendido el proceso ni han tenido tiempo de aprender.

Quiero puntualizar que el uso de hierros, rendajes etc no quiere decir que sea sometimiento por el hecho de usarlos. Hay profesionales que los utilizan, pero dando como prioridad la comunicación en la educación y no la fuerza, por lo que estos caballos quedarán educados.

Para estos caballos sometidos que están dejando de estarlo, sugiero que los eduque un profesional desde el principio, ya que al estar ya condicionados tardarán más que un caballo que no ha sido tocado y se empieza a educar.

En cualquiera de los casos anteriores:

  • Tanto si ya vino educado y fue perdiendo educación porque creímos que el hecho de sacarlo todos los días, trabajarlo un poco y darle zanahorias era suficiente para mantener la confianza y el respeto del caballo
  • Como si venía sólo sometido y decidimos por nuestro bien y por el del caballo que es mejor que un profesional le «descondicione» al sometimiento y lo eduque utilizando la comunicación basada en respeto por nuestras ayudas al mismo tiempo que confía en ellas

Es necesario que re-evaluemos nuestra forma de comunicar con nuestro caballo pues si estuviésemos comunicando de forma que él entiende, no estaríamos teniendo momentos de tensión que no logramos solucionar. 

En el curso on-line sobre «Cómo utilizar el LENGUAJE EQUINO en el día a día» encontrarás toda la base y los conceptos necesarios para que entiendas cómo funciona la comunicación con el caballo, cómo aplicarla, cómo funciona entre ellos, qué tipo de comunicación necesita cada tipo de caballo, qué papel debemos mantener en todo momento y qué papel debemos exigir de nuestro caballo, cómo pedir las cosas mediante un paso a paso, cómo aprende el caballo para que podamos condicionar todo lo que le queremos pedir o enseñar de nuevo a esa forma de aprendizaje, tensiones varias resueltas en vídeo tales como querencia, y una forma de llamar la atención de nuestro caballo en todo momento mientras lo llevamos de la mano para que cuando llegue un momento de tensión ya lo tengamos condicionado a que nos atienda al mínimo gesto de nuestra parte. Pincha en la imagen y descubre el curso: