En este post vemos algunos vídeos del caballo Dante conmigo, con la finalidad de hacer una recopilación de momentos en que lo suelo montar un poco para ordenar un poco su actitud y el control sobre su cuerpo. Cuando voy a Madrid para ayudar a mis clientes habituales, monto un poco algunos de los caballos, los ordeno y trabajo con sus propietarios para intentar mantener ese orden y les doy deberes para cuando no estoy. Claro que no es lo mismo que cuando trabajamos todos los días y por eso mismo, cuando llego me gusta montar a los caballos, sentir cómo están y así, sé donde están los fallos hechos y lo que hay que mejorar.
Así, el caballo me enseña lo que tengo que enseñar desde abajo a quien lo está montando. Es una especie de trato que hago con los caballos cuando empezamos a trabajar 😉
Al principio de cada aire (empezaremos con un vídeo al paso) puede parecer que el caballo no va pero es el ritmo que me permite mantener al caballo en equilibrio en ese momento. Es el que me permite que le mueva los pies y le indique dónde debe ponerlos. Esta cadencia me permite dar tiempo al caballo a que procese las peticiones e intente hacerlo bien. Una vez siento que los pone debajo, puedo empezar a pedir aumentos de tranco para que el caballo se vaya poniendo más y más cómodo. Es la forma que tengo para ordenarlo y que ese orden sirva para el «largo plazo», porque se siente más cómodo que cuando va con los pies abiertos y pisando fuera.
La idea es que se ponga redondo sí, pero a mi manera. Movilizando la espalda, la grupa, poniendo los pies cada uno en su sitio y relaje a través del movimiento para luego poder pedir más ritmo pero con control sobre las diferentes partes del cuerpo del caballo. De esta forma logro un contacto dinámico con el caballo.
Al galope a la izquierda el caballo tiene algunos problemas debido a que pone los pies rígidos para no meter el pie derecho debajo de la masa y debido a que ya alguna vez habrá habido pelea por eso, además de costarle físicamente. Psicológicamente se bloquea y mi misión es desbloquearlo un poco cada vez que voy y que los deberes que dejo vayan ayudando en ese proceso sin ir directamente a la cuestión para que no se vuelva peor. Lo estamos consiguiendo aunque a la mínima se tensa y se cae sobre la espalda y hacia dentro, sobre todo durante las transiciones a menos en las que pierde un poco la comunicación y el contacto. Hasta que recupero el contacto, tengo que hacer algunas cosas, como relajar toda la zona izquierda sin que se bloquee más a nivel de mente. Todo un reto pero no imposible 😉 Tardaremos un poco más porque estoy a distancia pero lo conseguiremos!
De momento nos quedamos con el vídeo del paso de uno de los días que lo monté.
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Gracias Nacho por dejar que me entienda con tu caballo 😉
Este es alguno del trabajo al trote:
Lo que a unos les parece aburrido, es mi pasión: Reequilibrar caballos que han perdido su equilibrio natural por el motivo que sea, relajar partes del cuerpo que van en tensión desde hace mucho tiempo, conectar con el caballo para poder facilitarle el trabajo de la disciplina para la que esté destinado…. No es un paso español, no es un piaffe, no es espectacular, puede resultar aburrido, pero es la base para todo lo que se quiera hacer con un caballo…
Un pequeño apunte sobre el trote sentado y el que cree que se puede hacer con cualquier caballo sin romperse la espalda: Verás, con algunos caballos, nuestro asiento no es fluido porque ellos tampoco van cómodos y van con el dorso rígido, provocando un movimiento poco saltado y poco amortiguado. Si el caballo es un poco largo y tiende a forzar un poco la mano, es prácticamente imposible hacer un trote sentado en que no parezca que vayamos como palos encima del caballo. Nos ponen rígidos. El secreto está en combinar trancos de trabajo al trote sentado mientras ponemos uno o el otro pie debajo con trote levantado para que relaje el dorso y lo suba. Poco a poco le vamos dejando más cómodos hasta que el trote sentado se hace posible. Lo de hacer trote sentado en caballos con dorsos rígidos sólo nos maltrata la espalda. Y si nos quitamos los estribos, peor aún…
Veamos ahora el trote. En su momento fue todo un reto relajarlo, equilibrarlo, ponerle los pies en el sitio para que se sintiera más cómodo en el trabajo. En la segunda parte del vídeo, cuando ya siento que se puede llevar sólo y relajo el contacto para que se de cuenta de que es capaz, se nota el resultado del trabajo hecho en la primera parte.
Veamos ahora el trabajo de galope. Debo decir que Dante ahora está mucho mejor y su humano, nuestro querido Nacho, le ha logrado dar la vuelta a muchos problemas de tensión que tenía, pero es un trabajo interesante desde el punto de vista de los bastidores: es el trabajo necesario para no descartar a un caballo por pereza a aplicar la técnica de forma correcta y por resultar aburrido el explicarle poco a poco a un caballo con rigideces donde debe poner los pies y cómo debe mover su cuerpo para que se permita relajar dentro del trabajo de musculación y equilibrio básico.
En este caso, el caballo tiene suerte de ser de quien es, que se preocupa por este tipo de trabajo 😉
Veamos el trabajo:
Si quieres saber más sobre la tensión negativa en caballos, cómo funciona, y cómo se disipa utilizando un lenguaje que él entienda, pincha en la imagen siguiente: