Cómo retomar el liderazgo después de que un caballo dominante te tire

Si ya has visto la secuencia en Facebook con las explicaciones  y quieres ver cómo lo corregimos, retomamos el mando de la situación y como acabó la sesión, ya lo tenemos disponible pinchando en la imagen:

Si no lo has visto aún en facebook, aquí tienes la secuencia de una caída y algunas reflexiones:

Todo parece normal…bueno no demasiado, el caballo va muy tenso…normalmente como en la foto siguiente… Ahora va tenso, levantando la grupa, no hace caso a la pierna, dorso tenso….Le quería haber trabajado un poco en libertad antes porque mi intuición y las señales del caballo me decían que estaba demasiado enérgico…pero tenía algo de prisa,  ignoré las señales y me arriesgué…

Normalmente y cuando tiene la energía bien equilibrada trabaja así, ligero, tranquilo, relajado…disponible, atento…todo un gentleman como en la foto de arriba.

Pero ahora estaba así…Hemos hecho unos días de subidas y bajadas después de unos meses en el campo, ayer trabajó poco y hoy estaba tenso, borrico, mirón, cola tensa, dorso tenso, trancos cortos y hacia arriba, daba saltitos con la grupa…y al tranco siguiente a este, precisamente, se vuelve imprevisible..

Aquí una se cree que coge arranque para un bote de esos que te descuelgan y una se pone firme con las riendas, la rienda derecha para pararle el bote y meterlo en círculo, sobre los estribos pensando que en nada ya ha pasado, se corregirá y nos bajaremos para darle cuerda…pero…¿Y esto? De donde viene? Ahora sí que saldré disparada, si acto seguido lanza los pies para arriba salgo volando seguro…hago un intento de ponerlo en círculo con la rienda derecha…pero por si acaso me asomo a la izquierda…si se tira hacia atrás yo salto y por la izquierda soy más ágil… Aguanta firme…(pero fíjate dónde están los pies del caballo) Aquí tendría que haber sido mucho más rápida…

Los pies ya han salido del suelo…esto no es para botarse…

Se lanza con los pies hacia delante, fíjate donde van los pies…»rienda derecha, gírale el cuello para desequilibrarlo hacia un lado antes de que aterrice mal con los pies y se caiga hacia atrás…Acaba de saltar hacia delante más de medio metro encima de los pies…

Ok…aterrizamos, protesta contra la mano derecha pero hemos aterrizado…ahora debería corregirle y ponerle en círculo…

Gírale el morro a la derecha y mételo en círculo para que se deje de tonterías…

Ni hablar, no estoy dispuesto, levanto la cara para el próximo arranque…

Es el momento en que me gana…redondea el cuello y yo cedo..debería haberle puesto el morro hacia mi bota…pero no lo hice…ahora sí me espero el gran bote…Ya tiene el cuello redondo, debajo de la montura también se pone redondo y…

¿Arriba? ¿Hacia delante?¿Otra vez? El gentleman hace ver que se va a botar y se tira hacia delante con los pies…ahora ya sé cual es su defensa…

Pero la descubro demasiado tarde…se tira con los pies hacia delante, nada de botes…ya me ha descolocado, pero la rienda derecha no pienso soltarla más, hay que desequilibrarlo hacia un lado…Y al haberme esperado el bote, me voy atrás…me descoloco mucho más de lo que hubiese querido…

Doblar el cuello…ya estoy en la grupa pero da igual, si tiro de un lado es más probable que baje…la rienda izquierda la tengo suelta… por mucho que me cueste porque no estoy en condiciones de equilibrio jeje…

Y baja sí……querías que fuera a la derecha??¿Porqué estás puesta hacia la izquierda?¿Le pasa algo a tu coordinación? un ligerísimo golpe de dorso y….

Flups…Adiós!!¿No había que pedir permiso para bajarse?

Esta vez no acabó mal pero no es necesario todo esto si trabajamos el exceso de energía primero…Eso sí, de los errores aprendemos y hoy he cometido varios…Espero que no haya una próxima vez, pero si es así, ya sé que no puedo darle ni un milímetro de margen 😉

De momento este error nos sirve para darnos cuenta de que con un caballo dominante no debemos jugar. Porque una vez nos ha tirado, tenemos grandes posibilidades de que lo vuelva a intentar en cuanto nos pongamos encima o esté en una situación que se quiera librar de nosotros para huir. Sirve para analizar la situación, saber qué tipo de corrección debemos aplicar, cómo hacerlo y porqué, cómo volver rápidamente a la normalidad y volver a liderar sobre nuestro caballo. También sirve para entender que si nos ha pasado y no sabemos cómo solucionarlo, debemos contar con la ayuda de alguien que sí sepa.

Esta vez todo quedó grabado en vídeo, y hemos hecho de esto un caso práctico. No para darle importancia a la caída sino como aprendizaje para detectar un montón de otras cosas que se nos pueden escapar con nuestros caballos. Lo hemos dividido en tres vídeos donde podrás ver qué pasó, como se corrigió y cual fue el resultado de la corrección. Todo comentado, con explicaciones parando los vídeos, etc.

Pincha en la foto y te llevaremos a nuestra plataforma EquierroresLab:

 

En las clases de equitación las palabras no enseñan…

This entry is part 6 of 9 in the series Trabajando caballos

Cuando vemos a un jinete en esos momentos en que acaba de entender a su caballo, acaba de ver qué necesita en ese momento, lo siente, lo entiende, actúa en conformidad y luego cede la presión que ha necesitado ejercer para que el caballo lo entienda a él también, sabemos que ese jinete ha sentido lo que debía sentir en su equitación. ¡Esa sensación vale más que 1000 parabas de quien está haciendo de intermediario entre caballo y jinete desde fuera!

Cuando hay un intermediario, es responsabilidad de éste que el caballo mejore, que el jinete sienta cosas nuevas, que se acoplen los dos y a veces es necesario que ese intermediario se monte en el caballo para ordenarlo.

No hay nada de malo en que se monte en el caballo un poco antes de la clase. Nada más real y nada más efectivo que sentir al caballo, sentir donde está más rígido, ordenarlo, enderezarlo, tranquilizarlo, cadenciarlo y recordarle que se pondrá cómodo con determinados movimientos que le pedimos y que, una vez tiene los pies en el sitio y relaja el dorso tendrá mucha más fuerza, se sentirá más seguro y podrá permitirse el lujo de relajarse con un jinete encima. Esto hay que recordarlo una y otra vez a los caballos cuando sus jinetes están aprendiendo a entenderlo también. Así se vuelve más fácil hacer de intermediario, pues el caballo le transmite por sensaciones lo que su jinete debe aprender 😉 Mucho mejor que las palabras, las sensaciones que un caballo nos puede transmitir!

En este vídeo veremos un trozo de una clase dada a Nacho con su caballo Dante sacado de un vídeo que mandamos a nuestros alumnos más fieles para que se vean, con explicaciones de lo que están haciendo bien y mal, para complementar esa clase dada in-situ. Cuando lo vemos después, hay siempre cosas que podíamos haber dicho en su momento y que se nos escaparon. Es un refuerzo de la clase presencial por decirlo de una manera. Para el jinete, verse montado es un lujo, es lo mejor para hacer una auto-crítica sin tener que dar explicaciones a nadie y es una forma de volver a sentir determinadas cosas que a lo mejor cuando estamos practicando solos no logramos sentir 😉

Gracias Nacho por dejarnos publicar tu clase:) Este post va dedicado a tí, a tu capacidad de trabajo y a tu confianza en mi forma de trabajar! La imagen es para que recuerdes el antes y lo mucho que has mejorado desde entonces!