Un caballo al que no controlamos es un peligro ¡¡Y la responsabilidad es nuestra!!

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Enseñar al caballo los modales para andar del ramal con nosotros es simple. Pero no es fácil al principio. Se vuelve fácil una vez sabemos qué debemos hacer y qué no. A base de errores uno aprende y me he equivocado millones de veces poniéndome, muchas de ellas en peligro. No solo a mí, sino también a los demás. Tengo bien aprendida la lección, eso  te lo aseguro

Un caballo al que no controlamos es un peligro para todo lo que le rodea. ¡¡Y la responsabilidad es nuestra!!

A pesar de que soy muy consciente de que debes equivocarte también muchas veces para aprender, es preferible que te equivoques mientras trabajas un paso a paso en dirección a algún resultado en vez de dejar que las circunstancias te lleven a donde sea y esperar que dé resultado algún día. Dándote un paso a paso, un GPS con un camino para llegar a cambiar la actitud de tu caballo o de cualquier otro caballo que te toque andar de la mano lograré que pierdas mucho menos tiempo que yo. Y el tiempo es muy muy valioso como sabes mejor que nadie.

Hay dos errores que solemos cometer con esto de la educación.

  1. El primer error es nunca dar el primer paso para empezar de una vez. Por la razón que sea, puede ser porque no queremos que en nuestro club nos vean como unos tontos que hacen ejercicios que nadie hace con su caballo de la mano, porque nos van diciendo que con un cachete bien dado solucionamos el problema, porque nos dicen que no valemos para hacernos valer con nuestro caballo, porque creemos que no tenemos tiempo para esta parte de la educación del caballo…

Es fácil hablar cuando todo se resuelve como se ha hecho de toda la vida (entiendes lo que quiero decir con esto y no me refiero a lo que buenos jinetes hacen de toda la vida), pero no es lo que queremos para nuestros caballos..

No queremos solucionar las cosas del momento con dos patadas o dos palos y ya. Queremos respeto a largo plazo, confianza y colaboración por parte de nuestro caballo. Sí, queremos corregir, pero sin mezclar nuestras emociones para no confundir al caballo…

En cuanto al tiempo que tengamos o no tengamos, eso no es una excusa. No es tiempo, son prioridades. Si nuestra prioridad es educar al caballo, seguro que podemos emplear unos días en educarlo.

En vez de montarlo tanto, se monta un poco menos, se le da cuerda, o sólo, el simple hecho de hacer unos ejercicios desde que sale del box hasta que se le pone la montura es suficiente todos los días para establecer las normas, así que…¡¡tachán!! ¡¡Se puede hacer todo!!

  1. El segundo error es no aplicar un paso a paso para pedir cosas concretas. Hay que definir espacio, hay que definir lo que queremos del caballo, hay que aplicar las ayudas en un orden adecuado, hay que seguir una serie de pasos para que el caballo nos entienda.

Hay una frase famosa que dice:

No cometas el primer error, el momento de empezar es ¡ayer! y no cometas el segundo error y estudia el paso a paso que te doy en el curso online sobre Cómo educar a tu caballo del ramal, en el que estudiarás una serie de ejercicios cotidianos a fondo, con sus aplicaciones, beneficios, paso a paso sobre cómo pedirlos, ejemplos y cómo lo hago para enseñar y pedírselo a caballos diferentes, podrás hacerlo a tu ritmo y paso aunque en el curso venga un programa de sesiones que puedes seguir para lograr el caballo educado en 12 sesiones!!

Aquí tienes toda la información, pincha en la imagen:

¿Cuando y cómo empieza la «doma» de un potro?

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Es muy frecuente recibir este tipo de preguntas, ya que se suele entender como «doma» el hecho de empezar a montar al caballo. Y, además, también existe la idea de que, con un potro, todo empieza a los 3 años.

Quiero adaptar este post a la realidad que tenemos y no a lo que debería de ser, porque en realidad, antes de los tres años hay mucho tiempo para dar a un potro la educación de base que necesita, que debería empezar al nacer, cuando aún es pequeño y de relativo fácil manejo, algo que nos facilita mucho la enseñanza de las normas de la relación humano-caballo. Claro que el tiempo invertido no es el mismo que cuando tiene 3 años, trabajar 20 minutos a un potro de unos días sería una tontería, pero unos minutitos cada varios días para empezar a enseñarle cosas como:

  • el control sobre su grupa, su espalda, cuello y cabeza,
  • la presión-relajación,
  • las consecuencias de una respuesta negativa
  • las consecuencias de una respuesta positiva por su parte (siempre adaptado a la edad y sensibilidad del animal)
  • el respeto por el espacio y que aprenda a atendernos a nosotros en lugar de estar pendiente de todo lo que le rodea en todo momento que estemos junto a él (adaptado a la edad también)

Este trabajo hará que a los tres años todo esté claro y montarlo sea mucho más fácil, y que el tamaño que tenga a esa edad ya no sea un obstáculo para nuestra integridad física.

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La realidad de la mayoría es que no hay ese tiempo o estructura de negocio para dedicar unos minutos todos los días al recién nacido (sobre todo si han nacido varios), y a los tres años como mucho saben ramalear. Es por eso por lo que cuando se venden, se les lleva con un serretón para que no sean tan “brutos” de trato. Estas cosas son fáciles de solucionar, aunque para muchos es un trabajo desconocido y para otros es innecesario “porque se ha hecho así toda la vida”. Una pena porque este trabajo da resultados a largo plazo.

Voy a intentar simplificar las cosas e intentar reducirlo en pocas palabras:

  • Cualquier caballo debe atendernos en todo momento mientras estemos compartiendo el espacio con él. Si no, corremos peligro.
  • NO es diferente con un potro.
  • Esta es la base de la educación para poderlo montar después minimizando los riesgos inherentes a este deporte.

El trabajo de educación bien hecho funciona y quienes han visto mi trabajo con los potros o reeducando caballos lo pueden confirmar:

  • Dejan de morder
  • Dejan de atropellar
  • Dejan de asustarse de todo con reacciones imprevisibles cuando sabemos tener su atención constante
  • Se relajan y disipan tensiones negativas emocionales en momentos de conflicto.

Es precisamente por esta razón que suelo empezar los cursos con el trabajo de un caballo en libertad y si el caballo está con exceso de energía mejor (mejor para la demostración porque cuando están fuertes de energía harán lo posible para demostrarme la fuerza que tienen e impresionarme con ella), para demostrar realmente que lo que hago funciona. Logro su atención constante sin ponerle un dedo encima. Y esto es una prueba de que comunicando bien el lenguaje no verbal con los caballos las cosas funcionan.

Los caballos que dan más problemas son aquellos caballos enteros a los que no se les ha educado desde muy pequeños y están, de alguna forma, frustrados con su situación. Es decir, no salen lo suficiente, comen más de lo que trabajan, no tienen las normas de educación claras con el ser humano, no cubren, etc. Esta frustración puede acabar en muchos comportamientos, agresión, ganas de cubrir todo lo que se encuentra, relinchos histéricos a toda hora, agresividad con otros caballos, imprevisibilidad cuando se acercan otros caballos o se trabaja entre otros, etc. Reeducar este tipo de caballos es bastante más difícil. No es imposible, pero es muy difícil captar su atención de una forma positiva debido a su frustración y exceso de energía que no siempre eliminamos trabajando. En este caso más vale castrarlos cuanto antes y seguir con la educación de base antes de montarlos.

¿Por qué digo reeducar si todavía no le hemos domado?

Digo reeducar porque muchos potros a los tres años, cuando supuestamente se les empieza a «domar» como lo entienden muchos, ya no se les doma, se les reeduca. Porque si han tenido contacto con el humano antes de los tres años y no se les ha establecido las normas mediante el respeto y confianza que se merecen ya están condicionados a tener ciertos comportamientos con el ser humano que no tendrían con su madre o los animales adultos de la manada si estuviera en libertad por decirlo de una manera. Algunos ya se han llevado sus «palos» del ser humano y otros simplemente nos tratan como si fuéramos otro potro de la manada con quien juega y mide fuerzas para mostrarle lo que vale.

Espero que haya quedado un poco más claro el concepto de «domar potros» para quienes tengan dudas sobre ello. Es importante también mencionar que no todo el mundo es capaz de educar potros y si lo que se desea es disfrutar de la equitación unas veces por semana, no recomiendo comprar/adoptar un potro ni un caballo inestable debido a malos tratos o abandono, ya que requerirá de un trabajo adicional que no siempre se le puede proporcionar. Y si lo hacemos, hay que asegurarse de contar con el apoyo de alguien que tenga experiencia y sepa cómo tratar la situación en cada momento, de otro modo es sólo cuestión de tiempo que nos hagamos daño.

Si ya has empezado a ramalear el potro, o quieres re-educar a algún caballo a que te atienda y respete del ramal, te recomiendo este curso online que puedes hacer a cualquier hora y a tu ritmo:

(Si no has hecho el curso Cómo utilizar el LENGUAJE EQUINO en el día a día, recomiendo que lo hagas antes, no es obligatorio pero te aclarará muchas dudas que puedas estar teniendo si tienes un potro o caballo falto de educación). Si ya lo has hecho, entra en la última clase para obtener el código de descuento para el curso de la imagen 😉

PIncha en la imagen para ver la información del curso

Si no tienes la Guía de Normas Esenciales de Educación Equina que regalamos cuando te suscribes, pincha aquí.

¿Estamos seguros de saber transmitir el mensaje a nuestro caballo mientas montamos?

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La prueba empieza pie a tierra. Montados nos delatamos, pero pie a tierra es donde vemos realmente el tipo de mensaje que transmitiremos al caballo cuando estemos montados. Y es con este ejercicio con el que solemos empezar los cursos. De nuevo: el caballo no miente y es el que nos va a decir si nos entendemos o no 🙂 Recuerda el paso uno del libro que va sobre entender el tipo de relación actual que existe entre caballo y jinete para empezar a trabajar a partir de ahí. 

La reacción del caballo es reflejo de nuestras intenciones. Nos demos cuenta de ellas o no. Nuestras intenciones pueden ser conscientes e inconscientes y son estas, las inconscientes, las que salen a la luz cuando andamos con un caballo de la mano o tratamos con él pie a tierra.

Montados también, pero empezamos con este «test» por ser más fácil recordar los y sentir los resultados de cuando aplicamos los conceptos básicos que luego serán mucho más fáciles de sentir a caballo (los conceptos de la comunicación aparecen en todos los niveles, nadie está a salvo de equivocarse cuando se trata de comunicar con un caballo, ya sea pie a tierra o montado). Una vez montados tenemos muchas cosas en que pensar y no siempre sentimos la respuesta del caballo. Pie a tierra lo vemos, lo sentimos y no contamos con problemas de asiento para corregir ciertas cosas. Estos conceptos básicos son:

  1. Cómo aprende un caballo
  2. Cómo enseñamos o pedimos algo a un caballo
  3. Cómo debe ser la comunicación para que nos entendamos
  4. Situaciones clave que nos demuestran que el espacio entre caballo y nosotros no es respetado (esencial para establecer normas y límites para nuestro caballo)

Durante los cursos, dependiendo de cómo nos entendemos con el caballo seguimos haciendo ejercicios pie a tierra: recordar la diferencia ente la presión y la relajación, marcando la diferencia entre la intención y la no intención, en fin, una serie de cosas que debemos saber hacer para que la comunicación fluya decentemente a caballo una vez hemos tratado de la parte del asiento. Nada que un buen caballista de siempre no haga, pero sí son cosas que nos olvidamos que existen, nos las saltamos y no son para saltarse porque luego influyen de forma negativa o positiva en nuestra equitación.

¡Que levante la mano el que nunca ha culpado al caballo por no hacer lo que uno quiere! Y la verdad, aunque a veces nos cueste, es que no siempre seguimos los pasos que hay que seguir para pedir o enseñar cosas a los caballos…

Si te interesa el tema de educación del ramal y te interesa saber educar a los caballos a que respeten tus ayudas pero al mismo tiempo confíen en ti, te recomiendo el curso Cómo educar a un caballo del ramal. Haremos una serie de ejercicios que podrás incluir en tu rutina diaria y en pocas sesiones puedes cambiar la actitud del caballo habiendo disfrutado cada momento de las sesiones. PIncha aquí para ver la información del curso online.

SI montado quieres mejorar la comunicación con tu caballo porque del ramal ya está educado, te recomiendo el curso Cómo utilizar el LENGUAJE EQUINO en el día a día, encontrarás conceptos explicados con mucho detalle, con muchos ejemplos y podrás aplicarlo en tu día a día también montado, verás que vuestra relación pasa a ser cada día mejor y mejor...PIncha aquí para ver la información del curso.

Puedes ver aquí los próximos cursos presenciales.

¿Qué reacción tiene mi caballo? Lo que debemos tener en cuenta cuando compararnos con otros caballos y caballistas

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En el post anterior, vimos que una chica recibía una coz de su caballo. No debemos compararnos con quienes se dedican a esto todos los días y debemos tener cautela y prestar atención a un montón de factores antes de probar lo que vemos por ahí. Sigue leyendo