Conversación frecuente:
_ Es muy tranquilo, me he subido en muy poco tiempo, el potro desde el primer día se ha dejado hacer de todo, me sigue, le he puesto la silla, me he montado y no ha hecho nada.
_ ¿Le das un poco de cuerda antes de montarte hoy?
_ No hace falta, se ha portado tan bien estos días que me subo directamente
_¿Cuántas veces le has dado cuerda a ese potro?
_ Tres o cuatro
_Montado ¿el potro atiende a la rienda para girar? ¿Sabe parar? ¿Sabe lo que significa la pierna?
_No demasiado pero es tranquilo, muy manso y no parece que le asuste nada…
¡Ding, Ding, Ding!
En estos momentos suena directamente una alarma en mi cabeza y empiezo ya a no querer participar demasiado en el tema, si cuando aconsejo que le suelten primero o le demos antes un poco de cuerda, no lo hacen.
Me quedo esperando el siguiente capítulo que sé que en algún momento llegará. En cuestión de tiempo y cuando algo empieza a ir mal, es cuando ya se dirigen a mi con un : «tu que eres profesional, móntate un poco y explícame cómo puedo solucionar esto (no gira, no para, se bota, retrota, no quiere pasar por aquí o allí, se quiere poner de manos, no hace caso y un sinfín de etcéteras que ya sé yo que van a ocurrir de antemano…)».
En estos casos, no siento que tenga que probar nada a nadie y directamente diré que no, a no ser que volvamos a mis normas y mi método.
¿Por qué? «tienes miedo«, me dirán. ¿Conoces esa sensación que te invade cuando estás con alguien que sabe que no tiene razón pero que intenta manipularte para que hagas lo que quiere? Salen con esa frase tan utilizada que te machaca cuando no lo tienes muy muy claro? Seguro que te has visto en esas situaciones y conoces a personas así.
Tienes miedo, es una de esas frases en la equitación que pretenden ofender al sentido común, a la experiencia y al razonamiento lógico.
El primer paso del libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos« es hacer un diagnóstico de la situación y de la relación caballo-jinete. Es un paso muy, muy claro. Hacer un diagnóstico de la situación antes de poner el trasero encima de un potro que está poco montado, me parece de lo más lógico y de sentido común. La valentía pasa a ser estupidez cuando nos saltamos este paso. No me canso de decirlo.
Si hacer un diagnóstico para ver la situación es imprescindible para un caballo mayor resabiado, o un caballo que no se trabaja desde hace unos días por muy manso que sea, más lo será para un potro. En realidad deberíamos hacerlo con cualquier caballo para adecuar la sesión de trabajo según lo que observemos y no sólo para ver cómo anda de energía, hay que ver cómo está su musculatura, estado de espíritu y equilibrio ese día.
Y para que veas que no estoy siendo «moralista» sin conocimiento de causa, puedes adquirir este caso práctico de un error que cometo yo misma con un caballo de 18 años al que sabía perfectamente que debo soltar y trabajar pie a tierra un poco antes de montar, si lleva algún tiempo con menos trabajo y no lo hice ese día por…pues eso, pereza del momento, falta de tiempo, cualquier otra disculpa sirve. No deja de ser estupidez. Yo misma suelo seguir esa norma a rajatabla y esa vez me la salté.
La verdad es que ese caballo había tirado en su vida a muchas personas, y a mí, en 6 años no me había tirado nunca porque me había hecho un manual de instrucciones en la que la instrucción número uno era precisamente «nunca trabajarlo montado sin hacer el diagnóstico de su energía primero porque aunque es mayor, es un caballo peligroso cuando está con exceso».
Ese día, me pudo la prisa y fue el único día que me caí del caballo.
En este caso verás lo que ocurre, cómo me descuelga, cómo lo soluciono y te demuestro que al caballo le sobraba energía ese día y cómo después de tratar del problema de base, trabaja fenomenal. Conclusión: debido a las prisas al final empleé más tiempo y además me puse en riesgo. ¡Pude haberme ahorrado todo esto!
Lo bueno, ese día iba a realizar grabaciones para las clases online y quedó grabada la sesión. Ahora puedes aprender tú de mi error que para esto está este blog llamado Equierrores.
Pincha en la imagen si quieres adquirirlo y verlo:
Si realmente quieres evitar un montón de accidentes, te lo enseño todo en el curso «Cómo utilizar el LENGUAJE EQUINO en el día a día«, no sólo te hablaré en detalle sobre el exceso de energía, sino de otras 4 situaciones clave que debes tener en cuenta antes de ponerte encima de un caballo y más, sobre un potro. Pincha en la imagen y te llevará a la información sobre el curso en el que aprenderás a escuchar y a decirle las cosas a tu potro de forma que él entienda de verdad:
Y si, siendo sincero contigo mismo, te das cuenta que alguno de tus caballos ni siquiera está demasiado educado del ramal como para que puedas llevarlo a cualquier lado con tranquilidad, te recomiendo el curso online sobre «Cómo educar al caballo del ramal«. Encontrarás ejercicios que puedes incluir en tu rutina diaria cuando lo llevas del box a la ducha o al campo o para incluirlos en el ratito que le des cuerda. En pocas sesiones verás que se vuelve mucho más atento y respetuoso contigo y, al mismo tiempo, confiará muchísimo más. Pincha en la imagen: