«¡Pero siempre he entendido que la corrección es con la pierna interior y la rienda interior! ¡Esta corrección parece contradictoria a lo que veo hacer a los buenos jinetes!»
Lo que pasa es que cuando vemos a los buenos jinetes hacerlo, no estamos viendo lo que hace sino lo que se ve desde fuera, que es diferente y, normalmente, los buenos jinetes ya tienen los caballos acostumbrados a andar derechos; y si no van rectos atienden a correcciones tan sutiles que no las notamos.
Cuando vamos a imitar lo que vemos de los buenos jinetes, normalmente nos faltan piezas del puzzle para que nos salga bien. Y la que veremos en la imagen y en el vídeo del post siguiente, es la pieza que le falta al puzzle del «caballo que tira de la izquierda».
En caballos perfectamente flexibles, pedimos dirección e incurvación con la rienda izquierda, les ponemos la pierna izquierda, la rienda derecha y pierna derecha piden sutilmente la rectitud del caballo, y la corrección casi no se nota pudiéndose hacer dentro del círculo sin gran problema (se trata de una simple corrección normal dentro de un círculo), pero en caballos que no están flexibles y disponibles, la solución está en poner la espalda claramente hacia la derecha delante de los pies y luego incurvar de nuevo.
Vamos a hacer un resumen de lo que hemos visto hasta ahora. Hemos empezado a hacer unos giros y hemos sentido que el caballo no está derecho sino que tiene la grupa un poco desplazada a la derecha, por lo que no está listo para pedirle que entre en un círculo y se quede en él:
Entonces, ya somos conscientes de que no lo hace porque no quiere sino que no lo hace porque no puede físicamente. Este hecho ya nos quita una carga emocional negativa que nos ayudará a querer solucionar el problema. Nuestras emociones negativas acaban bloqueando a los caballos, por lo que enfadarnos o frustrarnos sólo empeorará las cosas. Veamos lo que ocurre si pedimos el círculo o el giro de todas formas:
No esperemos más, dentro del círculo, corrijamos lo que tengamos que corregir y pidamos de nuevo que el caballo siga por el círculo, o si no, sigamos haciendo que el caballo se vuelva flexible hasta volver a pedir un círculo en condiciones para que se mantenga por lo menos dos o tres trancos en un círculo decente y equilibrado. (Sí, dos o tres trancos, hay que aprender a conformarse con poco, recuerda que poco bien hecho es mil veces mejor que mucho mal hecho):
Cuando sacamos al caballo del círculo nos puede invadir una falsa sensación de no estar haciendo lo correcto porque deberíamos estar haciendo un círculo y no un «huevo o algo mal hecho». Entendamos esta realidad: cuando estamos enseñando algo a un caballo, no siempre salen los ejercicios perfectos. Los ejercicios salen bien después de entrenarlos. Durante el entrenamiento, es posible que no salga bien hasta que hayamos trabajado en las partes básicas de cada ejercicio y una de las partes básicas del ejercicio llamado «círculo» es que el caballo sepa andar con la espalda frente a los pies o los pies por detrás de la espalda. Debe saber seguir sus propios pasos en la dirección del círculo sin que haya derrape de grupa o de espalda hacia aquí o allá.
La playa de arena no se forma sin arena. Un ejercicio bien hecho no se hace sin practicar la base.
Es muy importante saber distinguir un ejercicio mal hecho por falta de rigor y planificación (que es cuando sale el auténtico huevo-cuadrado-redondo-rectangular-serpentinoso sin entender por qué), de un ejercicio que se está enseñando al caballo y que a veces nos exige que salgamos del ejercicio, repongamos lo que haga falta y volvamos a entrar en él.
No tiene nada que ver una cosa con otra, así que si estamos saliendo de un círculo que parecía que iba a salir bien, para enderezar al caballo que le está derrapando la grupa hacia la derecha y la espalda hacia la izquierda, hagamos la corrección que tengamos que hacer, y volvamos al ejercicio para volver a corregir si es necesario a los pocos trancos.
Es absolutamente necesario que tengas una gran independencia en las ayudas, pidas de forma clara lo que quieres al caballo, sepas distinguir claramente entre presión y relajación (sepas relajar cuando el caballo responde bien y tensar cuando haya que corregir de nuevo). Puedes trabajar conmigo en alguno de mis cursos, te ayudaré con mucho gusto y te daré todas las herramientas de que dispongo para que puedas tenerlo todo muy muy claro con tu caballo. Ten en cuenta que hablamos de la base y que un caballo torcido se vuelve cojo. ¡Es urgente que tu caballo empiece a trabajar derecho! Mándame un correo y quedemos en algunos de los cursos que doy.
Corrigiendo cuando sea necesario:
En el próximo post, dejaré un vídeo donde estoy montando y explico estos conceptos durante una clase. Hablaremos de un ejercicio magnífico que utilizo siempre, para preparar la rectitud del caballo, para preparar el círculo y para preparar la cesión a la pierna que tan necesaria es para que los caballos dejen de andar «despatarrados» hundiendo el dorso durante el trabajo y empiecen a poner los pies debajo de la masa y ponerse cómodos cómodos, redondeando el dorso a los tres aires.