A caballo: La utilización de las ayudas

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Cometemos errores. Muchas veces. Pero podemos dejar de cometerlos si encontramos la razón por la que nos estamos equivocando. Cuando aplicamos una ayuda sin querer o sin haber sentido primero lo que el caballo necesita, estamos transmitiendo algo al caballo que quizás no es lo que queremos transmitir. El caballo responde siempre a lo que le pedimos y a lo que le enseñamos puesto que es un animal atento y sensible por naturaleza. Pero no siempre le pedimos lo que queremos pedir ni el caballo responde a lo que queremos que responda porque no siempre se lo pedimos de forma que él lo entienda. 

Pie a tierra, aunque no lo parezca, es más sencillo. Estamos fuera del caballo y aunque debemos sentirlo, percibirlo y estar en un estado consciente de nuestra presencia y de la suya para poder transmitir exactamente lo que queremos transmitir, a caballo se junta nuestro contacto físico, nuestro peso, equilibrio o falta del mismo, contacto o falta del mismo de nuestra pierna y buena o mala colocación de la misma, nuestra mano, brazos, codos y hombros tensos o flexibles y la sensibilidad o falta de ella de saber acompañar el movimiento del caballo con nuestra mano sin que el resto de las ayudas interfiera con ese movimiento y ese contacto. Por no decir el tipo de reacción a cada estímulo que nuestro cuerpo encima del suyo le provoca a cada caballo. Es otro mundo aunque los principios sean los mismos que pie a tierra y hoy en día, considero absolutamente necesario aprender a aplicar los principios básicos de normas, limites y confianza pie a tierra para luego poder adaptarlos de mejor forma a caballo para no tener que pensar en tantas cosas al mismo tiempo una vez estamos encima.

Así, encima del caballo, lo primero que debemos tener en cuenta es «entrar en contacto con nuestro caballo» mediante nuestra posición y colocación en la silla independientemente de si éste se mueve o no. Sin un contacto constante, suave y firme cuando necesario, no iremos muy lejos transmitiendo exactamente lo que queremos transmitir al caballo. Si los animales son muy buenos, cumplirán con su deber cuando les damos una función que esté dentro de sus posibilidades físicas y emocionales, pero  cuando queramos subir de nivel, acabaremos rompiéndolos, tanto física como emocionalmente.

Uno de los errores principales que cometemos cuando hablamos de contacto con la boca del caballo es no tenerlo constante, o tirar del filete o de la embocadura hacia la derecha e izquierda de una forma intermitente para que el caballo no se ponga «duro de boca». Cuando esto ocurre, no estamos en contacto con el caballo, por lo que si le queremos pedir algo se lo encontrará siempre de sorpresa y estaremos siempre comunicando con un caballo que todo le viene de nuestra parte le sorprende y acaba por molestarle más que otra cosa, perdiendo toda la fluidez del movimiento hacia delante y rompiendo cualquier posible comunicación entre caballo y jinete.

En la imagen dejamos el caballo Zenith, de Bárbara al que tuve el placer de montar en nuestro último curso en el Cerrillo. Un gran caballo que irá muy lejos, sobre todo ahora que Bárbara ha sentido de verdad lo que es llevar un contacto constante con su caballo. A partir de aquí es practicar, practicar y practicar para hacer de ello una costumbre, tal como explicamos en el capítulo 5 del libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos»

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Como hacer que el caballo aprenda más rápido

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En los cinco pasos básicos para obtener resultados y la confianza de nuestro caballo hablamos siempre de un equilibrio. Equilibrio emocional y físico, tanto del caballo como del jinete, equilibrio entre ir a más y a menos, equilibrio entre dar y recibir…aquí dejamos algo importante que debes saber sobre el equilibrio emocional del caballo, tan ignorado por muchos y tan apreciado por otros. Un caballo emocionalmente estable aprende, coopera, le pone entusiasmo al trabajo que le pedimos y si existe algún problema o desequilibrio físico, nos será mucho más fácil rectificarlo con un caballo estable, que con uno que sufra de estrés permanente.

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Mi caballo se planta. Ejemplo de vídeo comentado

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En este post y vídeo veremos algunos errores que cometemos con frecuencia, esta vez, cometidos por nuestra amiga Irene. También a mí me pasaba  y me llevó algún tiempo en encontrar la forma adecuada de hacer las cosas hasta que entendí que estaba dando los mensajes equivocados al caballo. En este caso no es grave es un caballo tranquilo y manso (aunque ella no estuviese del todo segura de eso puesto que es un caballo adquirido recientemente), pero a pesar de serlo, hay pequeñas cosas que hacemos, que pueden ir a más, y poco a poco, se pueden ir volviendo un problema mayor sin que nos demos demasiada cuenta.

En este vídeo veremos algunos errores típicos: Sigue leyendo

Mi caballo retrota parte II Sólo quiere ir delante

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Si no has visto la primera parte pincha aquí: Parte I

Recordando lo dicho en la parte II de esta serie sobre la naturaleza del caballo que retrota, en este caso, lo podemos interpretar de la siguiente forma:

Si nuestro caballo sólo se tranquiliza delante de otros caballos, es porque se siente seguro en esta posición. Debemos aceptar que esto es así y trabajar con lo que tenemos: Un caballo seguro delante del grupo, inseguro detrás o en medio del grupo. Cómodo delante, incómodo detrás.

¿Qué tal si el trabajo constase de: ponerlo incómodo delante y cómodo detrás?

Estamos hablando de cambiar la sensación que produce en el caballo el hecho de ir delante y el hecho de ir detrás. Durante este trabajo, logramos diferentes resultados:

  • Le transmitimos que le entendemos, que sabemos cuál es su ansiedad, pero que gracias a nosotros, detrás se sentirá seguro.
  • Buscamos señales de relajación en un ambiente donde se encuentra inseguro, reforzamos estas señales y esa sensación, y eso aumenta la confianza en nosotros.
  • Pasamos a sentir que controlamos la situación, que sabemos qué debemos hacer y cómo y con esto, le transmitimos al caballo nuestro liderazgo y nuestra determinación en relación a ciertas situaciones que producen ansiedad en el caballo, dejando que nuestras emociones negativas dejen de ser un problema porque dejan de exisitir.
  • Aplicamos la técnica o herramienta necesaria para lograr que un caballo que se encuentra en una situación estresante, pase por un proceso mental en el que pasa de estrés a relajación total por si solo (con nuestra ayuda pero el trabajo mental lo hace él si procedemos con tranquilidad). Esto mejora su autoconfianza para controlarse en futuras situaciones.
  • Aplicando el sistema, herramienta o técnica cada vez que empecemos a sentir que el caballo entra en estrés, lograremos que la situación de conflicto desaparezca.

En resumen, trataremos de este problema como descrito en el libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos», siguiendo los cinco pasos tan útiles en tantas situaciones con caballos.

La forma más práctica de solucionar el problema de retrote para caballos que están mejor delante que detrás, es darles trabajo delante y darles descanso cuando estén detrás.

Trabajar delante significa que debemos ir con caballos y jinetes que entienden nuestro problema y quieran resolverlo con nosotros, para en el futuro gozar de paseos agradables. Dicho esto, pondremos al caballo delante y lo pondremos a trabajar, o delante del segundo caballo, o alrededor del segundo caballo. Lo trabajaremos durante algunos segundos, y luego iremos hacia atrás del grupo, quizás detrás del tercer caballo o cuarto y le dejaremos soltura en las riendas. Si el caballo empieza a trotar, lo dejamos que vaya delante y empezamos a trabajar de nuevo. Al ratito, lo llevaremos de nuevo hacia atrás y le daremos libertad de riendas, lo acariciaremos, y le daremos la opción de quedarse tranquilo y al paso. Si no lo hace, le dejaremos que avance de nuevo hacia el frente del grupo y allí lo pondremos a trabajar de nuevo.

Con algunas repeticiones el caballo se dará cuenta de que delante no se está tan bien como detrás, y es muy probable que el problema se resuelva. Eso no quiere decir que esté resuelto. Esto quiere decir que cada vez que la tensión aparezca, lo debemos solucionar de esta forma hasta que desaparezca.

Es absolutamente necesario que quien va arriba haga las cosas sin enfadarse, confiando en que esta herramienta funciona. Si nos enfadamos ligeramente, nos ponemos nerviosos, nos da miedo, o cualquier otra emoción negativa que podamos transmitir al caballo mientras lo pongamos a trabajar, tendrá consecuencias negativas para el resultado y en la serie de vídeos, se ve como quien va arriba debe auto tranquilizarse alguna vez con la voz para no dejar que fluyan emociones negativas.

Cuando trabajes caballos que retrotan cuando van detrás, evita el Equierror:

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En el próximo post hablaremos de caballos que retrotan por querencia hacia casa. Por favor, deja tu comentario si te quedó alguna duda o sugerencia para que aprendamos todos 🙂