Dedicado a mi amigo Antonio Seabra, propietario del potro de la foto, y a quien agradezco su amabilidad por haberme dejado grabar imágenes con sus caballos en su casa.
Aunque parezca cómodo, sobretodo con caballos que ya tienen alguna experiencia dando cuerda, ¡esto no se debe hacer!
Unas imágenes valen más que lo que pueda yo decir acerca de ello: