El estado de la boca, los labios y los ollares de un caballo nos dicen mucho de su estado de tensión en general. No es posible leer cada señal por separado y aprendemos a «leer» al caballo en conjunto de igual manera que aprendemos a distinguir los llantos de nuestros hijos, un poco por instinto y con la práctica. Lo que sí existe son unas señales que debemos tener siempre en cuenta, hagamos lo que hagamos con los caballos.
Una de las primeras cosas que debemos enseñar a nuestros hijos y a quien empieza a montar a caballo, es aprender a distinguir entre las señales de tensión y las de relajación. Aquí señalaremos algunas diferencias entre los distintos estados observando sólo la parte de la boca, labios y ollares del caballo. Ten en cuenta que no expongo aquí todos los casos, apenas algunos para empezar a ver las diferencias. Claro está que debemos tener en cuenta el ambiente en general en el que se encuentra el caballo y otras señales que nos pueda dar sin ser éstas, pero empezar por aquí es un buen principio.
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