En la imagen 1, 2 y 3, puede parecer que se está sacudiendo las moscas, pero no es así. En este caso, como su exceso de energía y algunos hábitos antiguos le dicen que debe rebasarme e irse a comer al campo y se encuentra un tope (yo y mis indicaciones), cuando le envío hacia atrás un par de veces, después de haber corregido alguna señal de inconformidad clara de su parte, me da esta señal.
Es una forma de liberar tensión y al mismo tiempo de decir que no está totalmente de acuerdo pero que estoy en el buen camino de que acepte lo que estoy pidiendo.
Sigue siendo una señal de desconformidad, pero la energía que lleva esta señal es diferente, se una energía de posible acuerdo y entendimiento.
¿Cómo lo se?
Principalmente porque baja la cara y acto seguido, en la
imagen 4 mastica. Esta señal también significa que está liberando tensión
acumulada y me indica aún más que estoy en el buen camino.
Si realmente le acabo de dejar claro que no puede rebasarme, lo entenderá y podremos colaborar. Pero esto no quiere decir que a los pocos pasos no pueda mostrar señales de desacuerdo de nuevo, simplemente significa que en este preciso momento nos estamos entendiendo.
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No es agradable ni fácil decir NO. Eso lo sabemos todos, pero es necesario por nuestra seguridad. Si nunca les decimos que no a nada, los caballos no adivinan nuestras normas por lo que tenemos que explicarles claramente que pueden hacer y que no. Si nadie les pone un tope nunca, ellos instintivamente van ganando terreno. Y si a nuestros potritos les consentimos todo, se pueden volver tan y tan agresivos que pueden no tener vuelta atrás. Mucha atención a aquellos que se han quedado sin madre por algún motivo.
Si ignoramos ciertas señales y vamos dejando que hagan un poco lo que les parece, es muy posible que con algunos caballos nos hagamos daño. Existe una gran diferencia entre:
un caballo que está atento a nosotros, educado y equilibrado de energía, al que le dejamos comer de vez en cuando, no somos tan estrictos en las normas porque sabemos que a la mínima que les llamemos la atención están ahí para colaborar en lo que sea.
La mayoría de nuestros caballos que no saben muy bien por donde van los tiros. Nos solemos quejar que de repente se asustan de todo o que nos suelen atropellar o empujar cuando algo les llama la atención y cuando queremos su atención están pendientes de otra cosa. Principalmente en momentos de conflicto. Estos caballos, para volver a ser caballos necesitan que un líder les diga cuando sí y cuando no pueden comer o hacer ciertas cosas que los caballos hacen. No necesitan que les dejemos hacer lo que quieran porque puede ser contraproducente.
En este caso en particular, el caballo tiene prisa para entrar y le he puesto un tope porque no quiero que salga corriendo para irse a comer. Quiero que respete mi espacio, que entremos tranquilos y una vez esté relajado, le soltaré para que vaya a comer. En el curso on-line de Lenguaje Equino explicamos, además de todos los conceptos fundamentales sobre la comunicación entre jinete y caballo, cómo se pone el tope y qué ejercicio es clave para tener a nuestros caballos atentos en todo momento. Sería largo explicarlo aquí por palabras. En el curso lo tenemos todo en vídeo y con ejemplos 😉
Hay que mantener la educación de los caballos, un caballo educado pero ya con algunas mañas, fácilmente ‘olvidará’ las buenas costumbres. Con el caballo de la imagen hay que recordarlo constantemente porque en caso contrario, como ya ha ganado la mano de quien trabajó con él anteriormente, podría ser peligroso para mi y para otros que lo suelten cuando yo no esté.
En el momento que yo le pongo un tope él me da unas pequeñas
señales. Son sutiles, pero existen:
Cuando le pongo presión para ir hacia atrás, en
lugar de apartarse para salir de la presión, tensa el cuerpo en mi dirección
Tuerce el cuello y la cara hacia mí, junto con
el morro y la oreja.
Es justo el momento en el que debemos empezar a explicarle de forma clara qué es lo que sí y no puede hacer cuando les ponemos límites. Además de las señales, existe una energía que vamos sintiendo a lo largo del trabajo, y esa energía puede ser de distintos tipos: tranquila y receptiva, o tensa y contrariada, o alegre y desatenta, etc. La iremos captando conforme vayamos viendo las señales e interpretando el momento en su contexto. En este caso, su energía es claramente contrariada y ya invadiendo mi espacio.
Si estas señales son ignoradas, lo siguiente puede ser una reacción brusca y peligrosa: pueden arrancar a correr, morder, o cualquier otra. Teniendo en cuenta que suelen ser caballos de naturaleza dominante y siguen su instinto.
A veces nos puede parecer que ciertas señales no tienen importancia pero la tienen. En este caso, estas señales que vemos en la imagen, definirán un final feliz o uno peligroso de una conversación con el caballo. Es uno de los momentos clave, en los que, o se corrige y se deja claro lo que permitimos del caballo, o él toma el mando.
Puedes ver la clase entera sobre esta imagen en el curso online sobre Cómo educar al caballo del ramal que consta de más de 30 vídeos, con ejercicios de diagnóstico sobre la situación actual de tu caballo, demostraciones, ejercicios fundamentales que puedes añadir a tu rutina diaria de trabajo y estaré ahí para echarte una mano con ellos:
Si eres nuevo por aquí, te interesa el tema de la educación de tu caballo, no estás suscrito al blog y no sabes muy bien por donde empezar, sugiero que te descargues la Guía de 15 Normas Esenciales de Educación Equina que regalamos una vez rellenes el formulario para suscribirte al blog. Una vez te la leas, te llevaremos por correo, por un camino que hemos trazado especialmente para ti, para que mejores la comunicación con tu caballo en el día a día. Podrás hacerme preguntas y formular dudas por correo, que te responderé sin costes, te informaremos de nuevos retos y cursos que vamos proponiendo que hagas. Muchísimo material que mandamos por correo es únicamente para nuestros suscriptores.
Mientras trabajamos los caballos no
siempre están de acuerdo con lo que se les pide. No es por fastidiarnos ni es a
propósito, simplemente están siendo caballos y tienen otras cosas que su
instinto les dice que son más importantes. Claro que cuanto mejor educados
están, menos resisten y, por lo tanto, mayor es nuestra responsabilidad para
que no dejen de ser caballos. Sólo deben colaborar en el trabajo como caballos,
ni como personas ni como máquinas.
Cuando no están de acuerdo podemos
simplemente darles dos tirones o dos patadas para que atiendan, pero cuando nos
preocupamos por tener una comunicación y queremos resultados a largo plazo,
vemos que ellos nos hacen saber su estado de tensión mediante diferentes
señales.
El bostezo es una de ellas. En este caso,
este caballo en particular, cuando era entero y fue de mano en mano, una de las
cosas que hacía precisamente en esta bajada, era salir corriendo para entrar en
el picadero donde había una yegua que debía cubrir. Estas y muchas otras cosas
han hecho que se acostumbrase a no respetar a quien está de la mano con él.
Como no es el único caballo con esta mala costumbre es un buen ejemplo.
Equiconsejo: No es aconsejable que un principiante o a alguien con poca experiencia trabaje o quiera educar a caballos con muchas malas costumbres. Primero debemos aprender nosotros y luego aprender a enseñar al caballo de forma correcta y corregirle cuando haga falta. Para un principiante es siempre mejor un caballo que no tenga malas costumbres y no haya aprendido a ganar al jinete. Claro que por falta de experiencia, el caballo puede ganar algunas malas costumbres y debe aconsejarse siempre con un profesional de calidad para que le mantenga el caballo educado y le enseñe a educar a su caballo mientras trabaja con él. Cuanto mejor sea el carácter y la educación de base del caballo, menos problemas dará.
Aquí, en el vídeo de donde hemos sacado esta imagen estamos demostrando cómo funciona la educación previa a una situación de conflicto durante una de las clases del curso on-line. En este caso, el caballo tiene un poco de exceso de energía (que es una de las situaciones en puede salir todo lo malo que han aprendido a lo largo de los años) y voy a llevarlo a un campo de hierba que él ya anticipa. No es un gran conflicto ni nada espectacular porque no es la idea, queremos ver ejemplos que ocurren en nuestro día a día para que puedas identificarte con ellos.
Yo siempre suelo hacer un pequeño test a los caballos cuando los llevo de la mano, forma parte de los ejercicios de diagnóstico que suelo indicar para conocer un poco más sobre la relación caballo-jinete: es simplemente parar. Parar para ver su paciencia, su naturaleza, el nivel de educación, su estado de estrés, atención, etc, En este caso, como lo noté un poco tenso, paré para ver su reacción y a los pocos segundos, al ver que no íbamos a avanzar, bostezó. Liberó tensión y al mismo tiempo, a mí me sirvió para indicar que estaba tenso pero que estaba en proceso de relajarse, no estaba demasiado de acuerdo porque si lo estuviese, no bostezaría. Se relajaría, bajaría la cara, masticaría y todo él se relajaría.
Equiatención: Todas las señales que debemos aprender a detectar vienen acompañadas de una energía que el caballo emana hacia nosotros o hacia el ambiente. Cualquier estado de tensión por nuestra parte nos dificultará el acceso a ese tipo de energía (que es realmente la que comunica con nosotros mucho antes de la gestual o verbal). Muchas veces, creemos que estamos tranquilos pero nuestro lenguaje corporal, nuestra intención y energía le dice otra cosa al caballo. Ellos no engañan;). Del mismo modo que el caballo «lee» la energía de nuestros gestos y la interpreta de una forma absolutamente increíble, nosotros debemos también aprender su lenguaje observándolos, aprendiendo y estando entre caballos.
En esta foto no se aprecia bien, es mejor en los vídeos y mejor aún en
vivo. Pero hay que empezar a tenerla en cuenta. Solo así acabaremos por
sentirla en el momento.
Junto con otros pequeños gestos, concluyo
que el caballo está tenso, no está demasiado de acuerdo con que yo me pare y él
tenga que hacerlo también pues así se lo he enseñado y sabe que, si no responde
a mis ayudas, hay consecuencias incómodas para él. Y cuando digo consecuencias,
no digo palizas ni nada parecido. Consecuencias son límites que un caballo
puede o no puede rebasar. Topes. Lo pondré incómodo si los rebasa. Le
llamaremos educación.
Esta señal me pone en un estado de alerta para el resto del camino puesto que la falta de ganas de colaborar indica que su tensión se va acumulando y que a cualquier despiste por mi parte o conforme el campo de hierba sea más y más cercano para él, más impaciente se pondrá. En estos casos es importante que el caballo tenga una educación previa para que le pueda hacer recordatorios durante el camino de que estoy ahí y que debe respetar mi integridad física en todo momento. Sin estrés. pero sin despiste. No es peligroso ni tiene por qué ir mal, pero, si estamos trabajando y vemos esta señal es bueno mantener al caballo en orden en todo momento y ver cómo podemos acabar de liberar esa tensión que parece que está acumulada. Si está con exceso de energía, quizás es un buen momento para quitarle ese exceso, soltándolo primero y trabajándolo un poco en libertad.
Si quieres ver como funciona el lenguaje equino durante el trabajo diario con nosotros, con un montón de ejemplos, clases, conceptos y ejercicios, prueba uno de los siguientes cursos online en los que estaré ahí para echarte una mano con tu caballo:
Este post servirá para que reflexionemos un poco. En la imagen siguiente están algunas de las dudas que aparecen en nuestro día a día a pie con nuestros caballos, en el box, de la mano, cuando comen y antes de dar de comer, etc. ¿Identificas alguna situación de estas en tu día a día? Seguro que sí, si no, no montas a caballo 😉
Afortunadamente la equitación no es sólo el hecho de ir encima de un caballo, sino que implica el jinete por un lado, el caballo por otro, el binomio y su comunicación por otro y, luego está el trabajo a distancia o en el box, paddock, etc, el trabajo a la cuerda, llevar al caballo del ramal, y el montar. Ya por no decir que existen un montón de disciplinas y niveles, tipos de caballos, físicos, equilibrios, etc…una vez estamos montando.
Esto significa también, que afortunadamente, tenemos mucho que aprender en todas las áreas relacionadas con la equitación. Existe todo un mundo alrededor del binomio, pero lo esencial, lo más importante, es la comunicación entre caballo y jinete. Es decir, el intercambio de señales e intenciones entre ambos. Sin ella, todo lo demás relacionado con la equitación, no existiría 😉
Para que exista una comunicación, verbal o no verbal, tiene que haber unas intenciones, acompañadas de señales, gestos, movimientos por nuestra parte y por parte de los caballos que debemos saber utilizar e interpretar para que esto sea un deporte seguro y podamos disfrutarlo cada vez más.
Podemos nombrar las señales más comunes de las orejas, morro, cola, etc, pero la idea en este post es que reflexionemos sobre las diferentes situaciones descritas arriba y en las señales de tensión y relajación que debemos identificar para poder trabajar con ellas de forma que nos entendamos.
Piensa en ello como si fuese un pequeño cuestionario:.
Cuando entras en el box o paddock de tu caballo, ¿qué hace él?
Viene hacia tí con la cabeza baja, se para con respeto a una distancia y cuida tu espacio
Viene con la cabeza alta y algo posesivo en relación a tu espacio
Cuando te acercas se gira o se pone de lado y te da la grupa
Si le pides algo en el padock, por ejemplo que se aparte cuando le vas a dar de comer, ¿qué respuesta te da? __________________
Si no responde e insistes un poco, ¿cómo reacciona?______________
Cuando andas con él de la mano
¿qué distancia lleva contigo?
Si le pides que guarde una determinada distancia, ¿cómo responde? ¿con qué actitud y qué señales identificas?
Si te paras a hablar con alguien ¿parece que no lleves caballo o no paras ni un segundo porque te tira de aquí y de allí?
Cuando le das cuerda
¿cómo te das cuenta de que ha respondido relajando?
¿Si le pides que acorte el círculo cómo sientes la tensión en la mano?
¿Logras un contacto constante para notar la tensión o la relajación?
¿Sabes ver cuándo el caballo pone el pie debajo y da la señal de relajación de dorso?
El caballo se te da la vuelta y no te das cuenta de cómo lo hace y en qué momento empieza a darse la vuelta? (o encararte)
Cuando estás montando
¿logras sentir cuando el caballo pone rígido el dorso y parece que no responde a la pierna porque se pone tenso?
¿Sabes sentir el momento exacto en el que el caballo gira la espalda, cede y pone el pie debajo?
¿Sabes ceder la rienda de dentro en ese momento y mantener la conexión con la otra mano?
¿Sabes sentir cuando el caballo va derecho o torcido? ¿Sientes cuando redondea el dorso y los pies cargan el peso relajando el cuello y nuca?
¿Sabes dejarlo pasar con la mano?
Sabes sentir la resistencia del caballo cuando quieres pararlo?
Sabes sentir el ademán de hacer un paso atrás desde la parada?
Sabes sentir cuando está listo para entrar en un ejercicio?
Por supuesto que todo esto está relacionado con nuestro asiento y nuestra actitud ante un caballo o encima del mismo y de nuestra capacidad de sentir y tomar conciencia de las cosas sin que nuestras emociones interfieran demasiado (nuestro objetivo principal en en los cursos :))
Pincha en alguno de los cursos debajo para ver todo lo que puedes aprender de ellos online y si no estás suscrito, suscribe ya a la guía con 15 Normas Esenciales de Educación Equina para que te vayamos mandando información y un montón de temas por correo que tienen que ver con todo este mundo relacionado con la comunicación entre caballo y jinete!