Cerrillo Marzo 2018:Reacciones de los caballos en días de viento

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El último curso que hicimos en el Cerrillo fue peculiar. Aprendimos un montón. Fue un poco diferente.

Hacía muchísimo frío y un viento impresionante, lo notarás en los vídeos de las clases que dejamos en esta publicación.

Como es lógico, los caballos estaban con otra disposición. Los caballos que el club alquiló se portaron muy bien aunque como todos, también notaron el viento.

Estuvimos trabajando el asiento, desde luego, porque es algo que nunca se deja de trabajar en nuestros cursos, pero, surgieron una serie de situaciones, sustos y querencias que acabamos por corregir y aprender de ellas. Fue ameno porque algunas cosas las corregí yo, otras los corrigieron y solucionaron los alumnos mientras les daba indicaciones y otras situaciones fueron una mezcla entre la actitud de quien iba encima y una corrección puntual de mi parte para acabar de afianzar una corrección que estaba quedando a medias.

Felicidad y Alexandra esta vez alquilaron caballo, pero venían con algunas dudas en su cabeza sobre su caballo (algo gamberro como dicen ellas) al que esta vez no trajeron pero espero ver pronto, y mediante todo lo que fue pasando durante los dos días de curso sacaron sus propias conclusiones sobre lo que estaban haciendo bien y mal con el suyo.

Con ellas aprendimos un montón de cosas, que los brazos rígidos pasan mensajes rígidos, que los caballos no se cierran sólo de delante, que al trabajar realmente la dirección, la espalda y la grupa de los caballos éstos empiezan a ir cómodos y relajados, que necesitan el contacto constante de nuestras pantorrillas, que el miedo a galopar es comprensible cuando nos hemos caído y el dichoso miedo se ha instalado, pero se puede superar con algunas modificaciones en nuestro asiento sin dejar que el cuerpo se canse para no perder el asiento y el equilibrio,  y que el trabajo pie a tierra hay que hacerlo como una obligación con nuestros caballos, si no, se pueden volver peligrosos.

Dante es algo conocido por sus botes cuando algo le distrae, pero aún no lo había demostrado en los cursos conmigo hasta este fin de semana que me subí para sentir cómo estaba y al pasar unas bicis y unos caballos tuvo esa reacción conmigo. Un poquito antes la había tenido con su propietario y aprovechamos para poner fin a ese tipo de comportamiento. Una cosa es una vez que se escapan y se asustan, otra es por sistema, un caballo que cada vez que algo le distrae se bota. Eso no es admisible. Aunque sus botes no sean demasiado peligrosos, no es admisible y tiene que entender que eso no es comportamiento para tener cuando hay alguien encima.

Aprendimos que el exceso de energía es uno de los agravantes de esta situación así que la solución pasa por:

  • soltarlo un poquito antes,
  • darle un poco de cuerda para concentrarlo
  • corrección específica cada vez que tenga una reacción de estas

El viento no deja que los caballos oigan demasiado bien a lo lejos, se lleva los olores y los ruidos  o les llegan de repente, de ahí que estén más distraídos y asustadizos. Caballos muy muy bien puestos que escuchan constantemente a su jinete y han aprendido a dominar sus reacciones, tienen menos dificultad en los días de viento. Pero aun así es un buen día para poner a prueba nuestra rapidez de reflejos, autodominio y dominio sobre el caballo y sus reacciones

Indi también se asusta cuando aparecen personas llevando unas sillas de bar en la mano (no se había dado cuenta que venían ahí y se las encontró de repente).  Otra reacción tonta. Se da media vuelta y se arranca. Una vez más no es muy peligrosa la reacción, pero es muy desagradable y si alguien un poquito más flojo va encima, se sale de la montura en este tipo de reacciones.  Además, tiene que aprender a auto dominarse en estas situaciones. Con nuestra ayuda. Ayudando a Pedro a entender que cuando el caballo mira o se pone tenso hay que disipar de inmediato esa tensión porque es negativa y puede ir a más, logramos que el caballo volviese a su trabajo con concentración aunque todo volara a su alrededor (el trípode, las sillas, etc)

Trasto pasó por una prueba horrorosa, un helicóptero volando bastante bajito nos pasó por encima…Trasto ¡El susto en caballo! Evitamos una reacción de pánico en el caballo (porque realmente  entra en pánico y se mete por donde no cabe con tal de huir, es decir, tiene reacciones peligrosas porque deja de sentir, deja de ser consciente de que tiene alguien arriba y eso sí es muy peligroso). Pues Angeles se portó como una campeona, mantuvo la calma (dentro de lo posible, porque por un momento parecía que no creía que el caballo se tranquilizaría pero logró seguir las indicaciones y se mantuvo fiel a ellas hasta que el caballo se relajó :).

Norton volvió a probar a Virginia, que no se acababa de creer que el caballo pudiese ir por ese camino donde siempre tenía problemas y tenía que bajarse para que pasara. Se había creado un un círculo vicioso de ayudas medio dadas y respuestas medio conseguidas, que hacían que Norton no acabase de entender y quería siempre volver para atrás. Tuve que intervenir dos veces, ayudando a Virginia a colocar realmente la cabeza hacia donde había que ir y hacer que Virginia se lo creyera de verdad para que las cosas se solucionaran por si solas. Su sonrisa aún me aparece delante cuando pienso en ese día que la velocidad del viento era absolutamente desconcertante y ellos dos lograron superar el problema, espero que para siempre 🙂

Aquí os dejamos el vídeo. En Mayo en principio haremos otro curso en el Cerrillo así que, allí te espero si estás interesado. Si lo estás, ponte en contacto con nosotros porque te pondremos en la lista de espera para recibir la información sobre el fin de semana en cuestión!

¡Ayuda! mi caballo hunde el dorso

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Hemos hablado anteriormente de los caballos que no ponen los pies debajo de la masa. Pues bien,  el hecho de poner o no los pies debajo de la masa,  depende de dos factores: uno es el físico natural que tienen (los aplomos, equilibrio natural, espalda más baja que la grupa, etc) y en este post no vamos a tratar de estos problemas, si no que  vamos a tratar del otro factor:

El dorso y el “poner los pies debajo de la masa” que tanto solemos escuchar en las pistas, que está directamente relacionado con nuestro asiento y capacidad de aplicar las ayudas dejando que el movimiento desde los pies hasta las manos fluya hacia delante.

El dorso del caballo no está hecho para llevar peso, pues es largo y une los pies y las manos, hundiéndose cuando se le pone peso encima.

Cuando empezamos a montar a los potros, demora un tiempo hasta que el potro se acostumbra a llevar el peso. A la cuerda, y antes de montar, debemos enseñarle donde debe poner los pies para que pueda llevar el peso sin hundir el dorso o entonces empezará a andar a los tres aires abriendo ligeramente los pies hacia fuera hundiendo el dorso una vez vaya montado. Una vez arriba, debemos continuar con este trabajo, o entonces el caballo, a la larga tendrá un dorso débil y sufrirá cada vez más de sus articulaciones (sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de caballos, además de proyectar los pies hacia los lados, tienden a tener la grupa hacia un lado).

Si nosotros, no tenemos nuestro asiento perfectamente equilibrado encima del equilibrio del caballo empeoraremos las cosas pues estaremos sentados haciendo presión en la zona más dolorosa del dorso y hará que abra aún más los pies por imposibilidad física de meterlos debajo de la masa. No es por no querer, es por no poder. Cuando son caballos grandes, dejan de saber poner los pies, las manos, tropiezan, se vuelven de lo más patosos y si son un poco finos de carácter, empiezan a tener resistencias psicológicas: no querer andar, ponerse de manos, etc…

Todo esto tiene repercusiones en los caballos. Uno de los síntomas más habituales es “correr” y huir de la pierna y del movimiento del jinete encima del dorso. Al no entender por qué lo hace, les ponemos hierros más y más fuertes encogiendo el cuello del caballo, rendajes auxiliares sin saber bien cómo y porqué los utilizamos, provocando más dolor y esto desencadena un círculo vicioso de estrés y muy desagradable en caballos sanos, que acaba en quejas tales como:

  • Mi caballo se asusta de todo
  • Mi caballo no quiere girar
  • Mi caballo huye de cualquier ayuda
  • Mi caballo corre
  • Mi caballo no va y está detrás de la pierna pero va detrás de la mano
  • Mi caballo está siempre estresado y si lo monto unos días seguidos parece que se acumula cada vez más tensión
  • Mi caballo se calienta muchísimo a lo largo de la sesión de trabajo, cada vez quiere más y más y parece que nunca se cansa
  • Mi caballo es muy patoso pero está bien equilibrado y está sano
  • Mi caballo protesta cada vez que le pongo la pierna pero está sano
  • Mi caballo pie a tierra se ha vuelto más mandón y estresado
  • Y un montón de quejas más

Todo esto suelen ser síntomas del mismo problema.  A la larga las quejas serán ya visibles cuando existe una irregularidad en los aires y en las radiografías o ecografías.

Con el tiempo, el movimiento adquirido de «sacar los pies por los lados» se vuelve tan mecánico que a gran parte de los caballos que re-educo, hay que enseñarles de nuevo la mecánica de cómo y dónde poner el pie exactamente, cómo mover sus articulaciones de forma correcta y cómo pisar fuerte para obtener un movimiento de nuevo cadenciado, fluido y flexible hacia delante utilizando bien el corvejón, la musculatura de la grupa, los abdominales, dorso, espalda, cuello nuca y mandíbula para que todo se re-conecte.

Hablemos de estos caballos en sus disciplinas

En caballos de doma en competición, muchos pueden y saben ir compensados y en una posición muy razonable haciendo ejercicios de alto nivel durante mucho tiempo en estas condiciones,  y pondrán los pies realmente debajo sólo cuando se les pidan ejercicios exigentes como el piaffé, que es un ejercicio en el que se suele emplear más tiempo en que los caballos metan los pies para que salga correcto. Por lo demás, es bastante aceptado que vayan haciendo los ejercicios con una buena colocación de cuello, algo hundidos de dorso y sacando un pelín los pies por fuera de la masa al adelantarlos, sobretodo se notará en línea recta y en los alargamientos. A veces nos quedamos un poco sorprendidos cuando después de un apoyo, el caballo de repente parece que se pone muy cómodo y nos gustaría que fuese siempre tan cómodo. Esto es una señal clara de que solemos utilizar los ejercicios de doma sólo para ir de una letra a otra y no para ponerlos cómodos y en la mano, que es lo que veo que falta a muchos caballos de competición.

Los caballos de salto que de naturaleza saltan bien, empiezan a compensarse y a saltar torcidos, a correr hacia los saltos, descontrolarse en las vueltas y a tumbarse hacia dentro,  y a no aguantarse en equilibrio dentro de las combinaciones y calles, corriendo o quedándose atrás de las piernas, etc. Todo señales de que no tenemos a los caballos trabajando con los pies debajo dentro de sus capacidades y los estamos saltando a alturas y a velocidades en las que no son capaces de saltar sin abrir los pies, torcerse o correr hacia ellos para pasar al otro lado.

Ya por no hablar del estrés de entrar en la pista, cambios de comportamiento del campo de calentamiento a dentro de la pista de competición y malas notas en la puesta en mano del caballo a la hora de hacer una competición de doma.

Para el caballo de paseo o de rutas, esto es igual de importante, ya que puede ocasionar lesiones en el dorso y articulaciones del caballo convirtiéndolo en imprevisible debido al dolor o incomodidad constante. Llevar sobre el dorso a un jinete que no  esté bien equilibrado o con un hierro demasiado fuerte que le haga llevar el dorso hundido, puede tener estos efectos. Señales claras son, arrancar al galope en las subidas, retrotar por el campo, correr, ir siempre nervioso y con la grupa hacia un lado, ir siempre con la cara levantada o el morro en el pecho, sudar muchísimo…

¿Cómo solucionarlo?

Durante los cursos tratamos estos problemas y nos dedicamos a mejorar el asiento para equilibrarlo encima del equilibrio del caballo, a diagnosticar problemas de puesta en mano y mejorarlos enseñando al caballo a poner correctamente los pies debajo de la masa, tanto a la cuerda como montados.  Cuando hacemos bien el proceso, muchos de los síntomas descritos arriba, desaparecen como si de un milagro se tratara.

Poner los pies debajo de la masa no siempre es andar hacia delante y hacer círculos grandes. No siempre se resuelve sólo con la pierna o sólo yendo hacia delante. Es un error pensar así. No todo se resuelve sólo hacia delante. Yo prefiero la frase: “Pedir colocación de cabeza, mover la espalda-cruzar el pie, ceder y avanzar”. De esta forma, pedimos al caballo que posicione la cabeza y la espalda hacia donde la queremos, gracias a este ligero desequilibrio el caballo acaba cruzando el pie, lo mantenemos hasta que relaje la parte lateral, y cuando esto ocurre, cedemos y avanzamos.

Sí es importante lograr que el caballo lleve un ritmo constante primero, aunque sea un poco lento o un poco precipitado, pero constante, y que el caballo se sienta relajado en la mano (aunque vaya un poco abierto) y en la pierna (aunque no se lo note flexible) a ese ritmo para trabajar a partir de ahí.

Después de lograr un ritmo constante, podemos empezar a movilizar la espalda y la grupa para luego ponerle el pie en su sitio tanto de un lado como de otro. Todo esto requiere un proceso tranquilo y progresivo, se lo podemos enseñar primero en libertad, luego a la cuerda al paso y al trote y luego montado al paso y al trote. Veremos que con el tiempo, el galope mejorará casi de forma instantánea si nuestro asiento es correcto y será más fácil seguir trabajando lo mismo a este aire.

Como nota, decir que el trabajo no siempre es igual de un lado que de otro debido a la tendencia natural que tienen la mayoría de caballos en poner la grupa hacia un lado. Pero de esto iremos hablando cuando estemos trabajando montados que será más fácil de explicar.

Veamos como puede funcionar la mecánica en libertad con nuestro querido Jeisser de Jessica López:

Veamos como funciona la cuerda con el mismo caballo:


El numero 6 es Avanzar, ceder es el 5 🙂

Veamos a Zar de Mónica Blanco a la cuerda:

Veamos unas imágenes de este trabajo montado:

Déjanos un mensaje o comentario si te gustaría que siguiéramos hablando de este tema, si tienes preguntas y dudas las podemos comentar 😉

Aún vas a tiempo para inscribirte en el próximo curso, pincha aquí para ver donde es y en qué fechas!

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Cursos Equierrores: de cada vídeo aprenderás!

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Tienes interés pero no sabes cómo es aquello, ¡no te preocupes! en los siguientes vídeos puedes ver lo bien que nos lo pasamos.

Si tienes dudas de si estos cursos son para ti, lee esto

Si quieres ver los clínics que vamos organizando para que apuntes fecha y te inscribas a tiempo, lee aquí.

Si estás decidido a participar en el próximo pincha aquí 🙂

2018.03 Decathlon Barakaldo – Centro hípico Laukiniz – Bilbao (este video es de 20 minutos y partes de clases muy interesantes)

2018.01 Centro Hípico El Cerrillo – Galapagar – Madrid

2017.04 Centro Hípico El Cerrillo – Galapagar – Madrid

2017.01 Yeguada La Santa – Plasencia – Cáceres

 

2016.12 Centro Hípico El Cerrillo – Galapagar – Madrid

2016.10 Centro Hípico El Cerrillo – Galapagar – Madrid

2016.07 Centro Hipico El Cerrillo – Galapagar – Madrid

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Caballos que expresan lo que no sabemos decir por palabras. Video Curso Decathlon Barakaldo-Laukiniz

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En este vídeo verás 20 minutos de resumen del curso que hicimos en el Club Laukiniz organizado por Jessica Lopez de Decathlon de Barakaldo. A lo largo del vídeo verás como los caballos transmiten ciertas sensaciones, verás trabajo durante las clases, durante el trabajo de los caballos en sí y verás cómo caballos con actitudes negativas para el trabajo pasan a concentrarse y trabajar normalmente. Esperamos que te guste 😉