Hablemos un poquito sobre la tensión positiva y negativa. Creo que es importante ya que a veces me da la sensación de que entramos en radicalismos no queriendo ejercer ningún tipo de presión para no dañar al caballo o algo así. No ejercer presión sería un error, puesto que los caballos (tal como nosotros) aprenden con estímulos que generan algún tipo de tensión, si no, no serían estímulos…Pero creo importante que entendamos que los efectos de la presión que aplicamos a un caballo dependen de nuestra capacidad de aplicarla de forma que él entienda. De aquí, a no aplicar presión alguna (o matarlos a palos) hay una gran, gran diferencia…
Del libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos»
«La tensión que generamos pasa a ser positiva o negativa dependiendo de nuestra actitud:
- Utilizamos la tensión con el objetivo de relajar al caballo: Si eliminamos completamente la presión al obtener una respuesta positiva, obtendremos una tensión positiva hacia el aprendizaje (relajamos al caballo a través de una tensión que le provocamos).
- Si queremos conseguir una respuesta inmediata, pero tiramos o presionamos sin tener en cuenta la reacción por parte del caballo, sin medir ni controlar la presión que ejercemos, no obtendremos sino emociones negativas del animal y puede constituir el principio de un círculo de estrés negativo permanente, como ya abordamos con anterioridad.»
Éste es un concepto clave durante todos los días que estamos trabajando con los caballos y alumnos: La tensión.
Una de las grandes dificultades que tenemos los jinetes es saber lidiar con la tensión de uno mismo y con la de su caballo. Sólo lograremos gestionarla, si sabemos distinguir entre la que resulta negativa para el caballo y jinete, y la que es positiva para ambos. Cuando sepamos distinguir cuál es cuál, podremos empezar a utilizarla a nuestro favor. No antes.
Antes de empezar la sesión, hay que tener claro que la tensión que existe y va surgiendo a lo largo del camino, se debe aceptar como algo normal en cada situación. Si no la aceptamos, no lograremos intervenir de forma racional. La tensión en el caballo es generada por la presión de algún estímulo, sea ejercida por nosotros, por sí mismo o por el ambiente que le rodea.
En la mayoría de los casos, el problema es precisamente aceptar que existe tensión, que el animal se puede tensar y nosotros también. Herramientas para disiparla tengo muchas para darte, pero nunca te funcionarán si no aceptas que la tensión existe, que está ahí para que la disipemos, que aprendamos y la podamos utilizar a nuestro favor.
Una vez dicho esto, debes saber que para que el caballo aprenda, necesita ser condicionado a reaccionar de una determinada manera. Y para estimularlo a aprender, necesitamos aplicar presión. Esa presión sirve para pedir, luego esperaremos una respuesta, si la respuesta se acerca a lo que esperamos que haga (positiva), dejaremos de presionar. Si la respuesta es contraria a lo que esperamos (negativa) corregiremos sin mezclar nuestras emociones. Y volveremos a presionar para esperar nueva respuesta.
De esta forma, damos al caballo la oportunidad de equivocarse. Pero si nos enfadamos cada vez que el caballo no responde de forma positiva, bloqueamos su capacidad de respuesta. Los constantes bloqueos producen un estrés en el caballo que lo puede volver imprevisible y peligroso (en el libro hablo de ello).
Una vez entendido esto, cuando nos veamos, si tienes un caballo más complicado o existen momentos en los que no os entendéis, podré ayudarte y darte herramientas para que presiones, relajes, corrijas (cuando debas corregir) sin mezclar tus emociones, de esta forma verás una evolución muy muy rápida tanto pie a tierra como montado. En cuestión de minutos, te podré enseñar a utilizar tu cuerpo, tu pierna, tu mano y la presión-relajación para que disfrutes de la equitación, que para eso la practicamos. Para disfrutar 🙂 .
Aunque el 90 % del trabajo durante los cursos es de asiento, posición, ayudas y comunicación con el caballo mientras trabajamos montados, hay una pequeña parte que la dedicamos a ver estos conceptos de los que hablamos en este post y muchos otros, mientras trabajamos caballos en libertad. Esto, nos proporciona sensaciones importantes para cuando estemos a caballo y necesitemos un asiento adecuado para ejercer o dejar de ejercer presión para aplicar nuestras ayudas de forma correcta.
Te dejamos el vídeo del curso que hicimos en Plasencia este año:
Las dos últimas semanas de Julio estaré por la zona de Gerona-Barcelona dando clases particulares y la primera semana de Agosto estaré por el Centro Hípico El Cerrillo en Madrid.
En las clases particulares vemos:
- Hablaremos de los problemas principales que tengas con tu caballo o lo que pretendas mejorar para que podamos avanzar rápidamente
- Haremos un diagnóstico de la situación del caballo sobre la Gestión del espacio entre él y tu, lo trabajaremos en libertad para después darte deberes para que mejores tu comunicación con él que luego utilizarás montado para entenderlo y hacerte entender.
- Haremos un diagnóstico montado (si se está montando) sobre tu posición y la atención a tus ayudas por parte del caballo, trabajaremos ejercicios para mejorar lo que haga falta en tu posición y te daré deberes en el sentido de re-educar tu asiento o mantenerlo.
- Haremos un diagnostico del trabajo montado del caballo y te daré deberes para que trabajes a tu caballo en el sentido de su condición física, estructura y trabajo de flexibilidad para la disciplina que practiques.
- En todo lo que hagamos seguiremos los 5 pasos que están descritos en el libro «Como ganar la confianza de un caballo en 5 pasos» y te enseñaré a identificarlos.
Si estás interesado, ponte en contacto !