Cuando la rienda interior cumple su función en vez de tirar hacia atrás…

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This entry is part 17 of 18 in the series "Cómo no hacer" en equitación

Una vez que lo descubrimos…nos pasa algo parecido a cuando descubrimos la rienda exterior 🙂

Poco a poco, a lo largo de las clases vamos descubriendo cosas nuevas. Cosas que ya nos habían dicho, seguro, pero en la equitación, hasta que no las sentimos y las asociamos a algo que ya entendemos no hay cambios, no hay mejoras. La verdad es que las palabras no enseñan…las sensaciones dejan lecciones de por vida.

Aunque luego no lo sintamos siempre, con sentir una vez lo que hay que sentir, ya sabemos lo que hay que buscar.

Hablemos de la rienda interior

En este caso, cuando tiramos de la rienda interior, o «jugamos» con ella de forma que el caballo se cierre y no vuelva a abrirse (creo que quien lo hace me entenderá) no estamos dejando claro al caballo lo que queremos de él. De ahí vienen muchas faltas de entendimiento, muchos dolores de boca, mucho caballo detrás de la mano con miedo a la mano y con miedo a equivocarse, mucho dorso hundido y mucho caballo que se va hacia arriba cuando ya la tensión es insoportable y hay demasiada confusión como para seguir hacia delante.

¿Le podemos luego quitar la embocadura para no hacerle daño? Si si, claro, es legítimo aunque peligroso si el caballo no está educado para eso y está educado a estar sometido y detrás de la mano con miedo a ella…cuando de repente se entere de que no lleva ahí nada que le duela…Al no estar educado y estar reprimido y frustrado lo primero que hará será huir. ¿Parece lógico, no?

Es más práctico aprender a funcionar con la mano para poder educar a nuestro caballo, para poder darle indicaciones claras y precisas de cómo y dónde queremos que ponga los pies y las manos. Aunque lleva su tiempo. Desde luego. No es de un día para otro, pero con poco que vayamos descubriendo de cada vez, evolucionamos muy rápido y son cosas que nos quedan para el «largo plazo». Verdaderamente útil.

Tiramos de la rienda interior hacia nosotros y …

Veamos lo que ocurre cuando tiramos de la rienda hacia nuestra tripa y hacia atrás. (Es muy posible que te suene, pues es un fallo muy común).

Primero veamos el resultado y la actitud del caballo. En la primera imagen vemos un equilibrio falso y un estiramiento de cuello falso. En la segunda, vemos un buen equilibrio, el caballo parece que se lleva sólo sobre el pie y la sensación que da, cuando le vayamos a avanzar la mano para que siga el filete hacia abajo, es que hará un estiramiento mucho más sano de la musculatura del dorso. Será luego, mucho más fácil de recoger y volver a «subir la nuca» que en la primera foto donde encoge el cuello. En la primera imagen también tenemos la sensación de que hay mucho peso sobre la mano izquierda del caballo, en la segunda imagen nos da la sensación de que ese peso es ligero sobre esa mano porque lo lleva más sobre el pie. Eso hace que el dorso parezca automáticamente más fuerte.

Aquí en la primera imagen vemos cómo funciona la mano pero la pierna no está, tendemos a querer controlar mucho lo que pasa delante olvidándonos de lo que hay detrás. En la imagen de abajo, estamos limitando el movimiento con la mano sin dejar que los pies trabajen, eso hace que los levante y no los ponga hacia delante si no, o hacia arriba, o hacia los lados. El caballo se ve incómodo. En la última imagen vemos la que hemos visto antes. Tiende a ponerse detrás de la mano por no entender realmente qué es lo que queremos.

Aquí en la tercera imagen vemos cómo, después de entender cómo funciona de verdad y sentirlo en el movimiento del caballo (lo hemos exagerado un poco mientras estábamos demostrando), el caballo está atento a lo que se le dice, no está tenso, la espalda se puede mover lateralmente y el pie está buscando el mejor sitio para colocarse. Fluye mejor el movimiento y está claramente dirigido hacia donde queremos que vaya. En la imagen de abajo vemos el resultado, el peso carga atrás, el pie está en buen sitio, el dorso está redondo y el cuello está en posición natural consecuencia de lo que está pasando atrás. Si en este momento avanzásemos la mano para que estirase el cuello, el caballo seguiría la mano hacia abajo manteniendo un contacto confiando en nuestra actitud. Eso es un gran logro.

¿Sueles cometer ese error con la mano? Deja tu comentario 😉

Sin esto, no hay equitación: se vuelve muy forzada, muy peligrosa.

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This entry is part 39 of 40 in the series Misión re-posicionamiento a caballo

Mientras estamos trabajando al caballo, nuestras emociones fluyen queramos o no. El sólo hecho de que el caballo se mueva debajo de nosotros, ya supone un desequilibrio a todos los niveles. Lo que es cierto es que el equilibrio emocional y físico es importante, no podemos dudarlo. Sin esto, no hay equitación: o se vuelve muy forzada, o se vuelve muy peligrosa.

El caballo no miente…revela, sin tener que utilizar palabras, nuestras emociones y las dificultades que ellas representan en nuestro día a día. De ahí que los cursos se transforman en días tan especiales. Cuando logramos conectar a través del caballo con alguien a quien no conocemos, dejando que el caballo nos transmita sus “conflictos emocionales” sin tener que utilizar para ello palabras, logramos una conexión especial sin que llegue a ser invasiva….No hemos dicho nada, el caballo lo va revelando conforme le vamos pidiendo cosas.

¿será que la palabra «NO» es algo complicada en nuestra vida?

¿será que tenemos una necesidad un poco irracional de controlarlo todo?

¿será que tenemos algún miedo de situaciones desconocidas y nos encontramos intentando retener el movimiento hacia delante casi de una forma constante para que lo desconocido «no llegue»?

¿será que ese miedo se ha transformado ya en alguna rabia y frustración y se nos nota en la mano algo dura y rigidez del mensaje que le estamos transmitiendo?

¿Será que esa frustración ya lleva bastante tiempo en nuestro subconsciente y arrastramos nuestros problemas encima del caballo no logrando asumir la gestión del movimiento del caballo con nuestra pierna y asiento, de ahí que nos equilibremos con la mano?

¿o será simplemente que tenemos el equilibrio en el sitio equivocado encima del caballo y el mismo movimiento del caballo nos descoloca y sentimos tendencia a controlar con las riendas el movimiento hacia delante para que el caballo no se “mueva excesivamente”?

Lo que haya, el caballo lo revelará tarde o temprano 😉 Y cuando lo revela, concentrarnos en poner al caballo a trabajar en determinada función nos ayudará a disipar todas esas emociones y transformarlas algo positivo. Unos ejemplos: dejar que un caballo asustado descanse con las manos encima del remolque pero mirando recto hacia delante y se relaje en esa posición, cuando montamos a un caballo tenso que nos tensa a nosotros también cambiar la colocación de la cabeza, cambiar de dirección, pedirle que ponga un pie u otro debajo de la masa o hacer unas transiciones condicionando al caballo a que reaccione sólo con nuestra intención. Bien hecho eso disipa las emociones tanto en el caballo como en el jinete y en el curso dimos el paso a paso para lograrlo.

Este fin de semana, además, hemos visto que estos posibles conflictos emocionales pueden ser debidos a una serie de reflejos que, o llevamos mal integrados desde siempre, o algún evento menos positivo en nuestra vida (entre otros factores) ha hecho que dejasen de estar integrados. El miedo paralizador es uno de ellos y es interesante ver cómo funciona y en qué situaciones funciona sin tener control sobre ello. Pie a tierra hay una serie de ejercicios y terapias que nos pueden echar una mano integrando esos reflejos y en consecuencia, facilitar el trabajo una vez estemos a caballo.

Seguramente,  repetiremos la experiencia de juntar las dos técnicas, la ecuestre, y la integración de reflejos fuera del caballo.  Haznos saber si estás interesado en pasar un fin de semana entre estas dos técnicas y prepararemos otro fin de semana parecido. Así, si has estado este fin de semana, podrás seguir evolucionando con nuevos deberes que te daré a caballo y con los ejercicios que te dio Felicidad (para la integración de reflejos o para reforzar tu equilibrio mediante los ejercicios de Equipilates).

Para mis queridos alumnos que ya repiten la experiencia estoy muy muy agradecida por la confianza que depositan en mi trabajo movilizándose cada cierto tiempo hasta donde estoy dando el curso para poder trabajar conmigo, y muy muy orgullosa del trabajo que logran hacer con las herramientas que vamos dando en cada curso durante el tiempo que no estoy…es algo con lo que nunca hubiese soñado, único y verdaderamente satisfactorio.

Para los que ya no es la primera vez que vienen de oyentes, espero que los fines de semana sigan siendo amenos, que esto de la equitación es muy extenso, hay siempre cosas nuevas que aprender y nunca me cansaré de teneros presentes, las preguntas, las dudas, las risas y buen ambiente hacen de los cursos algo maravilloso para todos.

Para los que habéis estado por primera vez…muchas gracias por el voto de confianza, me ha encantado conoceros, nos reímos, aprendimos y desde luego que conectamos a través de los caballos, espero haber colaborado con mi granito de arena en vuestro trabajo diario con vuestros profes, que desde luego muestran el buen trabajo que vienen haciendo hasta ahora ;). ¡Es todo un placer poder colaborar en vuestro camino ecuestre de vez en cuando!

Atreyu merece una mención especial.  Ese gordito que nos dio dos horas para cargarlo en el van el viernes…con él aprendimos mucho. Se puso de todos los colores a nivel emocional, la tensión y la relajación fue tan evidente en tantas ocasiones durante el curso, que todos le cogimos cariño y aprecio.  Cargarlo el domingo resultó tan satisfactorio que me hizo saltar de alegría. (Cosas que afortunadamente también pasan con las emociones ;)). Isa, fuiste muy valiente en querer que el caballo revelase todo lo bueno y lo malo que puede tener un caballo cuando se le cambia de ambiente y es un poco inseguro y claustrofóbico. Prueba superada, enhorabuena 😉

El próximo curso: Cómo aprender a gestionar las tensiones del caballo para sacar mejor rendimiento en el entrenamiento. 

En este curso haremos unos ejercicios todos juntos en la pista con los caballos. Ha llegado el momento de aprender mediante paso a paso gestionar sus movimientos (pie a tierra, a la cuerda o montados) para que el nivel de tensión nunca llegue a pasar de los límites en los que perdemos el control sobre ellos y para que podamos enseñar y pedir las cosas de forma que aprendan a largo plazo.

Si quieres participar, envíanos un mensaje o comenta abajo diciendo que estás interesado y te mandaremos la información en cuanto tengamos las fechas.

Cómo retomar el liderazgo después de que un caballo dominante te tire

Si ya has visto la secuencia en Facebook con las explicaciones  y quieres ver cómo lo corregimos, retomamos el mando de la situación y como acabó la sesión, ya lo tenemos disponible pinchando en la imagen:

Si no lo has visto aún en facebook, aquí tienes la secuencia de una caída y algunas reflexiones:

Todo parece normal…bueno no demasiado, el caballo va muy tenso…normalmente como en la foto siguiente… Ahora va tenso, levantando la grupa, no hace caso a la pierna, dorso tenso….Le quería haber trabajado un poco en libertad antes porque mi intuición y las señales del caballo me decían que estaba demasiado enérgico…pero tenía algo de prisa,  ignoré las señales y me arriesgué…

Normalmente y cuando tiene la energía bien equilibrada trabaja así, ligero, tranquilo, relajado…disponible, atento…todo un gentleman como en la foto de arriba.

Pero ahora estaba así…Hemos hecho unos días de subidas y bajadas después de unos meses en el campo, ayer trabajó poco y hoy estaba tenso, borrico, mirón, cola tensa, dorso tenso, trancos cortos y hacia arriba, daba saltitos con la grupa…y al tranco siguiente a este, precisamente, se vuelve imprevisible..

Aquí una se cree que coge arranque para un bote de esos que te descuelgan y una se pone firme con las riendas, la rienda derecha para pararle el bote y meterlo en círculo, sobre los estribos pensando que en nada ya ha pasado, se corregirá y nos bajaremos para darle cuerda…pero…¿Y esto? De donde viene? Ahora sí que saldré disparada, si acto seguido lanza los pies para arriba salgo volando seguro…hago un intento de ponerlo en círculo con la rienda derecha…pero por si acaso me asomo a la izquierda…si se tira hacia atrás yo salto y por la izquierda soy más ágil… Aguanta firme…(pero fíjate dónde están los pies del caballo) Aquí tendría que haber sido mucho más rápida…

Los pies ya han salido del suelo…esto no es para botarse…

Se lanza con los pies hacia delante, fíjate donde van los pies…»rienda derecha, gírale el cuello para desequilibrarlo hacia un lado antes de que aterrice mal con los pies y se caiga hacia atrás…Acaba de saltar hacia delante más de medio metro encima de los pies…

Ok…aterrizamos, protesta contra la mano derecha pero hemos aterrizado…ahora debería corregirle y ponerle en círculo…

Gírale el morro a la derecha y mételo en círculo para que se deje de tonterías…

Ni hablar, no estoy dispuesto, levanto la cara para el próximo arranque…

Es el momento en que me gana…redondea el cuello y yo cedo..debería haberle puesto el morro hacia mi bota…pero no lo hice…ahora sí me espero el gran bote…Ya tiene el cuello redondo, debajo de la montura también se pone redondo y…

¿Arriba? ¿Hacia delante?¿Otra vez? El gentleman hace ver que se va a botar y se tira hacia delante con los pies…ahora ya sé cual es su defensa…

Pero la descubro demasiado tarde…se tira con los pies hacia delante, nada de botes…ya me ha descolocado, pero la rienda derecha no pienso soltarla más, hay que desequilibrarlo hacia un lado…Y al haberme esperado el bote, me voy atrás…me descoloco mucho más de lo que hubiese querido…

Doblar el cuello…ya estoy en la grupa pero da igual, si tiro de un lado es más probable que baje…la rienda izquierda la tengo suelta… por mucho que me cueste porque no estoy en condiciones de equilibrio jeje…

Y baja sí……querías que fuera a la derecha??¿Porqué estás puesta hacia la izquierda?¿Le pasa algo a tu coordinación? un ligerísimo golpe de dorso y….

Flups…Adiós!!¿No había que pedir permiso para bajarse?

Esta vez no acabó mal pero no es necesario todo esto si trabajamos el exceso de energía primero…Eso sí, de los errores aprendemos y hoy he cometido varios…Espero que no haya una próxima vez, pero si es así, ya sé que no puedo darle ni un milímetro de margen 😉

De momento este error nos sirve para darnos cuenta de que con un caballo dominante no debemos jugar. Porque una vez nos ha tirado, tenemos grandes posibilidades de que lo vuelva a intentar en cuanto nos pongamos encima o esté en una situación que se quiera librar de nosotros para huir. Sirve para analizar la situación, saber qué tipo de corrección debemos aplicar, cómo hacerlo y porqué, cómo volver rápidamente a la normalidad y volver a liderar sobre nuestro caballo. También sirve para entender que si nos ha pasado y no sabemos cómo solucionarlo, debemos contar con la ayuda de alguien que sí sepa.

Esta vez todo quedó grabado en vídeo, y hemos hecho de esto un caso práctico. No para darle importancia a la caída sino como aprendizaje para detectar un montón de otras cosas que se nos pueden escapar con nuestros caballos. Lo hemos dividido en tres vídeos donde podrás ver qué pasó, como se corrigió y cual fue el resultado de la corrección. Todo comentado, con explicaciones parando los vídeos, etc.

Pincha en la foto y te llevaremos a nuestra plataforma EquierroresLab:

 

En las clases de equitación las palabras no enseñan…

This entry is part 6 of 9 in the series Trabajando caballos

Cuando vemos a un jinete en esos momentos en que acaba de entender a su caballo, acaba de ver qué necesita en ese momento, lo siente, lo entiende, actúa en conformidad y luego cede la presión que ha necesitado ejercer para que el caballo lo entienda a él también, sabemos que ese jinete ha sentido lo que debía sentir en su equitación. ¡Esa sensación vale más que 1000 parabas de quien está haciendo de intermediario entre caballo y jinete desde fuera!

Cuando hay un intermediario, es responsabilidad de éste que el caballo mejore, que el jinete sienta cosas nuevas, que se acoplen los dos y a veces es necesario que ese intermediario se monte en el caballo para ordenarlo.

No hay nada de malo en que se monte en el caballo un poco antes de la clase. Nada más real y nada más efectivo que sentir al caballo, sentir donde está más rígido, ordenarlo, enderezarlo, tranquilizarlo, cadenciarlo y recordarle que se pondrá cómodo con determinados movimientos que le pedimos y que, una vez tiene los pies en el sitio y relaja el dorso tendrá mucha más fuerza, se sentirá más seguro y podrá permitirse el lujo de relajarse con un jinete encima. Esto hay que recordarlo una y otra vez a los caballos cuando sus jinetes están aprendiendo a entenderlo también. Así se vuelve más fácil hacer de intermediario, pues el caballo le transmite por sensaciones lo que su jinete debe aprender 😉 Mucho mejor que las palabras, las sensaciones que un caballo nos puede transmitir!

En este vídeo veremos un trozo de una clase dada a Nacho con su caballo Dante sacado de un vídeo que mandamos a nuestros alumnos más fieles para que se vean, con explicaciones de lo que están haciendo bien y mal, para complementar esa clase dada in-situ. Cuando lo vemos después, hay siempre cosas que podíamos haber dicho en su momento y que se nos escaparon. Es un refuerzo de la clase presencial por decirlo de una manera. Para el jinete, verse montado es un lujo, es lo mejor para hacer una auto-crítica sin tener que dar explicaciones a nadie y es una forma de volver a sentir determinadas cosas que a lo mejor cuando estamos practicando solos no logramos sentir 😉

Gracias Nacho por dejarnos publicar tu clase:) Este post va dedicado a tí, a tu capacidad de trabajo y a tu confianza en mi forma de trabajar! La imagen es para que recuerdes el antes y lo mucho que has mejorado desde entonces!