¡Qué gran fin de semana! Terminamos el curso en la Hípica El Cerrillo, donde Rosa nos facilitó sus instalaciones para poder realizarlo, por lo cual le estamos eternamente agradecidos :).
Mientras iba haciendo kilómetros hacia Madrid iba pensando, (como siempre antes de ir a un curso o a una clase):
» No hagas que les falte nada, dales lo que necesitan, concéntrate en los caballos que ellos te indicarán lo que necesita cada jinete. No pienses demasiado y sigue tu instinto para ayudarles a mejorar a caballo. Dales lo mejor que tienes»
Y me lo repetía varias veces como hago siempre. No sólo me sirve con los que ya me conocen, para no perder la conexión con ellos, sino también con los que no conozco y no he visto nunca montar o interactuar con un caballo. Cuando me preparo así, me aseguro de que las cosas fluyen naturalmente, y eso me deja siempre sin palabras después de cada curso. (Bueno, literalmente me quedo sin voz, aunque esta vez me regalaron un juguete que es un pinganillo con altavoz que me la salvó 🙂 ) Me quedo sin saber qué decir sobre lo que pasó el fin de semana, hasta que empiezo a pensar qué es lo que he aprendido de cada uno.
No supe muy bien qué responder cuando me hicieron dos preguntas que me dejaron un poco avergonzada, creo que todos se dieron cuenta pero no me las esperaba…
Luego, más tarde, como siempre, me puse a pensar mejor en lo que me preguntaban. La repuesta viene siempre tarde…
Me preguntaron:
¿Por qué eres tan generosa en tus clases y porqué lo das todo?
La primera respuesta fue que no sabía dar clase de otra manera (por eso mi equipo de Equierrores me fulmina siempre con la mirada 🙂 cuando me paso de las horas establecidas para cada alumno…¡no soy capaz de dejar un tema a medias solo porque se acabó la hora!) y porque mi padre siempre me dijo que no hacia falta que eligiese la universidad como camino, pero que eligiese algo que me gustase y diese todo de mí para ser lo mejor posible y para dar todo lo que tengo en esa actividad. Y cuando me pongo a pensarlo mejor, todo lo que podemos transmitir a los demás para hacerlos felices, nos lo llevamos con nosotros y nos mejora como personas…Durante muchos años sacamos lo peor que hay en nosotros porque tenemos miedo, porque sentimos culpa, porque nos machacamos cuando nos equivocamos, porque nos han dicho en clase que eramos la oveja negra y que no valemos y nunca seremos nada, y cuando dejamos de hacerlo, creo que lo que queda es dar lo mejor que tenemos…y los caballos me dejan hacer eso. Pregunto yo, ¿Porqué no iba a dar lo mejor que tengo ahora que lo he encontrado?
La segunda pregunta fue ¿como es posible que alguien que tiene nivel, que ha competido y tenido la oportunidad de trabajar con jinetes de gran categoría ahora se conforma con dar clases tan básicas?
La respuesta fue que me encanta lo que hago y adapté mi pasión a mi estilo de vida en familia para darle también todo lo que tengo a ella, a mis hijos que se están criando en un mundo altamente inconsciente y ya empiezan a tener las marcas de ello. Y si completo ahora la respuesta, diré que ver a un alumno, al que a través del caballo he logrado cambiarle o facilitarle la vida y verlo feliz, para mí es como ganar un gran premio. Este fin de semana he tenido 6 personas y he ganado 6 grandes premios…Eso no se logra en unas Olimpiadas 🙂
Esto no eliminará nunca mis ganas de competir y tener resultados con los caballos, un sueño no quita otro pero, si por el camino puedo hacer feliz a gente que quiere trabajar conmigo y me puedo ganar la vida con ello, realmente tengo todo lo que un corazón puede desear a nivel profesional, y es eso lo que creo que mi padre quiso siempre decir…
Gracias Claudio por tus preguntas que me hicieron reflexionar sobre las cosas y encantada de conoceros 🙂
Estamos preparando un post de lo que aprendimos de cada alumno, así que en breve, verás un nuevo vídeo-resumen del curso y un poquito de lo que aprendimos para que tengas una idea de lo que tratamos durante los días que estamos trabajando y además, como siempre, dejaremos algunos de los consejos que dimos durante el curso. Aviso, porque creo que el próximo curso ya lo tenemos completo, (nos falta concretar la fecha) en Noviembre o Diciembre, quizás podamos poner una plaza más y si queda ocupada puedes venir de oyente (tengo el pinganillo, se oyen muy bien todas las clases que doy en todo momento, puedo explicar lo que hago cuando trabajamos en libertad sin quedarme sin voz 🙂 y puedes hacerme todas las preguntas que quieras y criticar a todos los alumnos que estén a caballo (aunque no demasiado porque luego te llevarás el mismo tratamiento cuando seas tú 🙂 ) y la próxima vez, daremos opción a quienes fueron de oyentes para que vengan con caballo.