Detalles que rompen la comunicación con nuestro caballo (EquiE-Clase)

En esta clase veremos que nos solemos perder detalles en el día a día con nuestro caballo que son muy importantes en la comunicación y muchas veces son el motivo de la falta de entendimiento entre caballo y jinete. 

Ese desentendimiento, como habrás leído en el libro Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos, nos lleva a frustraciones que podemos evitar que ocurran cuando sabemos cómo actuar.

En la siguiente imagen puedes ver un esquema que describe perfectamente lo que ocurre cuando no nos entendemos:

Si reflexionamos un poquito sobre nuestro día a día con nuestros caballos nos daremos cuenta de que hay pequeños momentos, pequeños detalles, a los que no siempre le damos la debida importancia, pero son precisamente estos momentos que definen nuestra relación con el caballo.

Darnos cuenta de si sabemos o no identificar estos detalles en nuestro día a día cuando todo va bien con nuestro caballo tiene tres ventajas cruciales en la equitación:

  1. Es el primer paso para ser más autodidacta
  2. Es la clave para dictar el éxito o el fracaso de la interacción con nuestros caballos en momento de conflicto.
  3. Para los que nos dedicamos a esto, estos detalles son los que nos dejan comprender la situación actual entre jinete y caballo (capítulo uno del libro) y en nuestro caso aquí, me dejarán entender mejor la relación actual que tienes con tu caballo en este momento, por lo tanto, podré ayudarte en muchas cosas a distancia.  

Quien ya me conoce un poco, sabe que lo primero que hago cuando conozco a un binomio es hacer preguntas (y si has llegado a contactarme ya te habrás dado cuenta de ello).

Raramente responderé antes de tener claro en qué situación te encuentras con tu caballo. En el fondo, te pregunto por esos detalles de los que estamos hablando en este correo… Bueno, confieso, dependiendo de lo que me expliques sobre las actitudes que tenéis, a veces se me escapa el diagnóstico, pero porque me respondes sin querer a muchas preguntas mientras me vas contando.

¿Qué detalles son esos?

Fácil de saber, de sentir y de ver una vez tenemos claro que son también fáciles de solucionar, pero no tan fáciles de detectar si estamos acostumbrados a pensar “es así y tengo que vivir con ello”.

Detalles como:                              

  • El caballo se rasca contra nosotros en los momentos más inoportunos y no hacemos nada para evitarlo o nos acabamos enfadando con el caballo 
  • Reacciona con demasiada brusquedad cuando le pedimos algo y nos arrugamos con miedo o perdemos el control sobre nuestros movimientos y emociones
  • Cuando tranquilizamos al caballo en un momento de tensión decimos OH OH, o le llamamos por su nombre pero en verdad le tenemos pena, estamos enfadados, no estamos seguros de que se tranquilice o tenemos un poco de miedo. Inseguridad que transmitimos al caballo con nuestra voz.
  • Se nos acerca demasiado en determinadas ocasiones cuando su cuerpo nos indica que no está demasiado tranquilo ni atento
  • Nos atropella al salir de la cuadra y salimos corriendo también huyendo de su actitud o nos enfadamos con el caballo
  • No se está demasiado quieto y tranquilo cuando está atado y nos ponemos nerviosos sólo de pensar que lo vamos a dejar sólo o atado en la ducha, por ejemplo
  • Montados también hay más detalles tales como, por ejemplo:
    • Estar en círculo pidiendo que el caballo se incurve y movemos constantemente la mano sin un objetivo claro, pero “al menos el caballo va cerrado”
    • El caballo va constantemente con la cabeza arriba y no tenemos ni idea de cómo hacer que se ponga redondo
    • En el círculo nos damos cuenta de que el caballo se apoya sobre la espalda de dentro o de fuera saliendo del trazado o cortando por dentro y no corregimos porque “tampoco es tanto”
    • En general la falta de rigor en los ejercicios que vamos haciendo por la pista.
    • No avanza cuando le ponemos la pierna y seguimos poniéndosela a cada tranco sin obtener resultado, le empezamos a dar pataditas sin gran respuesta, o movemos todo el cuerpo para “ayudarle” a avanzar
    • No para cuando queremos parar y empezamos a tirar hacia atrás o a decirle palabras que cada vez parecen más desesperadas
    • No pasa por determinados sitios y cualquier cosa que hagamos parece que no da ningún resultado y nos damos la vuelta frustrados dejando que se salga con la suya, o nos enfadamos y empezamos una guerra de emociones, gritos, patadas y demás…o nos bajamos cada vez que sentimos que el caballo mira algo y se tensa amenazando no querer pasar sin que solucionemos nada a largo plazo
    • Ponemos una embocadura cada vez más fuerte para poder “controlar al caballo”
    • Buscamos siempre la forma de estar trabajando solos porque nuestro caballo se estresa con los demás caballos
    • Buscamos siempre la forma de facilitarle las cosas para que el caballo no sufra sustos y no se estrese nunca
  • Y podría seguir 

Estas pequeñas cosas, luego entorpecen el trabajo cuando vamos a hacer ejercicios más complicados de nuestra disciplina y, por mucho que nos cueste y a veces duela, revela de una forma clara nuestra falta de “saber cómo hacernos entender por nuestro caballo”. Sí, las reacciones del caballo muestran nuestra actitud y nuestra forma de ser con ellos.

Recuerda que ellos no mienten. Y yo tengo algo que he ido desarrollando desde los 5-6 años de vida, es decir ya irán más de 30 años (por mucho que me cueste dar este número, grrr, los años vuelan…):  Puedo hacer de intérprete entre el caballo y el jinete, se me dan bien los idiomas, principalmente, el lenguaje equino…Y puedo ayudarte.

Te recomiendo que reflexiones sobre los detalles que te he dado en esta clase y, aunque sea posible que todo sea fácil con tu caballo, me gustaría que pensaras en algún caballo que ya hayas visto o tratado, o que te fijes en cómo actúan los caballos con otras personas.

En la próxima clase veremos un pequeño ejemplo de una situación que ocurre a menudo, en el que ponemos en práctica que nos permitirá entender la relación entre caballo y jinete.

Si no has leído el libro todavía, te lo recomiendo; porque muchas de las dudas que puedan surgir cuando estés pensando sobre la actitud que tienes con tu caballo y él contigo, las verás respondidas en los 5 pasos del libro.

Si lo has leído y te surgen dudas, no dudes en contactarme rellenando el formulario (no respondas a este correo) para que las discutamos porque quizás tengo la solución que necesitas. ¡Responderé lo más rápido posible!

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