A la hora de subirnos podemos encontrarnos con algunos caballos que se resisten. Por algún motivo, se defienden moviéndose, caminando hacia atrás, o simplemente andando hacia delante. Si nosotros les permitimos (y lo tenemos claro) que vayan unos pasos hacia delante mientras nos subimos, no tiene importancia siempre que avisemos a los demás jinetes que esperan que el caballo esté quieto. Si tenemos claro que necesitamos al caballo tranquilo y quieto cuando nos vayamos a subir y el caballo se defiende moviéndose, hay varias cosas que debemos tener en cuenta:

1. Subir desde una piedra, escalón o caja será mucho más cómodo para el caballo y también para nosotros. Para ello debemos acostumbrar al caballo a estar cerca de un escalón y debemos acostumbrarlo a sentirnos encima del escalón y al lado suyo.

• Si aplicamos las ayudas incorrectas (comunicamos mal al caballo que queremos que esté quieto), tendremos una respuesta incorrecta por parte del caballo. Por ejemplo lo que veremos en el vídeo, o clavarle la punta del pie en la barriga, o molestarlo con la pierna en la grupa cuando no está acostumbrado, nuestra falta de agilidad y excesivo movimiento o acortarle las riendas y tirar hacia atrás cuando estemos subiendo. Si te acuerdas de alguna más, por favor, no dudes en ponerlo en los comentarios, así aprendemos todos y recordamos todas las cosas que vamos pidiendo mal por nuestro camino ecuestre 🙂 (recuerda, el blog también es tuyo)

1. Como cuando pedimos algo de nuevo o de forma diferente a nuestro caballo, debemos ponérselo fácil cuando responde a lo que le pedimos, y difícil cuando no lo hace o se defiende. Esto no significa que le hagamos daño, pero sí que lo pongamos incómodo. Si recordamos la base de la equitación, el caballo aprende gracias a nuestra relajación después de pedirle algún objetivo que él cumplió con éxito.
2. Por último, y lo más importante de todos es, pensar realmente que queremos que el caballo esté quieto y tenerlo muy claro en nuestra cabeza antes de subirnos. Parece una tontería pero una vez más, no lo es. Si nosotros no lo tenemos claro no podemos esperar que el caballo lo tenga…Recuerda que somos nosotros que asumimos la responsabilidad de educar y cuidar de un caballo. Sobre todo si el caballo sabe menos que nosotros.

Te dejamos aquí un vídeo que hicimos durante un curso, donde nuestra Ángeles con su Trasto, estaban teniendo dificultades con varios temas que fuimos solucionando, y cuando llegó la hora de trabajar montados, tuvimos que solucionar este problema primero. Cumplimos nuestra misión con Trasto, y si no me equivoco, después de seguir el paso 5 del libro durante estos meses, creo que el caballo ya no da problemas mientras Ángeles se puede subir tranquilamente.