- ¿Logras ver el momento de cesión?
- Lección del caballo. Señales I. Algunas diferencias entre señales de relajación total, relajación alerta, tensión enojo y tensión alerta en el caballo
- Leccion del caballo. SeñalesII. Tensión en las orejas
- Empezando por la base de la equitación
- Señales III ¿Las identificas en las diferentes áreas de la equitación?
- El bostezo del caballo durante el trabajo no es sueño
- Señales que transmiten la necesidad de una conversación seria con nuestro caballo (educación del ramal)
- Diferentes formas de liberar tensión en el caballo durante la educación del ramal
Desde muy jovencita me dediqué casi por completo a ciertos aspectos de los caballos y la equitación. El más importante y el que más trabajo me ha dado siempre (y que más me gusta), es mejorar el contacto con el caballo para poder darles la base física y psicológica que necesitan para realizar la disciplina para la que se destinan.
Me fascinaba buscar la manera de agarrar a los caballos que se encuentran sueltos por el campo sin tener que obligarlos a ir hacia un rincón como hacían todos los que conocía entonces. Estudiando el tema y probando con todos los caballos que se me presentaban, empecé a desarrollar mi forma de acercarme a los caballos. Más tarde me daría cuenta de que no era la única que lo hacía de esta manera o parecido (por suerte) y fui aprendiendo a trabajar a los caballos empezando desde el principio a educarlos desde que se encuentran en libertad hasta que empiezan a competir y me di cuenta de que los caballos a los que les daba esta base desde el trabajo en libertad, respondían de una forma mucho menos mecánica y mucho más comunicativa una vez estaban montados y trabajando en su disciplina.
Montada me dediqué a explorar mi posición y la de los demás para poder mejorar el contacto con el caballo. Cuando hablamos de contacto no hablamos sólo del contacto con la mano y la boca del caballo como se suele pensar. El contacto empieza por nuestra presencia. Algo que hoy en día no es nada común. No estamos presentes. Estamos siempre pensando y pensando…El teatro de nuestra mente no para ni un momento, estamos pensando en lo que vamos a hacer luego, en lo que hicimos, en lo que nos han dicho, en lo que tenemos que decir cuando ocurra esto o aquello, en todos los problemas grandes o pequeños, cuando vamos montando vamos pensando que el caballo pone la cabeza de esta o de aquella manera (y la miramos mucho), si tira de esta o de aquella rienda y un montón de cosas técnicas más…Pero no estamos presentes en el momento. Vamos siempre, o pensando en el futuro, o en el pasado. Como decía un mentor y buen amigo Paco Caldeira: ¡Vas precipitada! Galopa fuerte pero, ¡¡¡no corras!!!» O entonces decía: ¡¡No pienses tanto y monta a caballo que cuando lo haces salen los ceros unos detrás de otros!!
Los caballos lo sienten puesto que necesitan dicha presencia para comunicar con nosotros de forma que los entendamos y nos entiendan.
Para estar presentes, es necesaria una buena posición junto con una “buena mano” (en sentido literal y no literal) para poder sentirnos, escucharnos y comunicar nuestra presencia a nuestro caballo, escuchándolo a él y a su presencia también, pero de la posición montados, hablaremos más hacia delante.
La base de la equitación no empieza cuando estamos montados, empieza pie a tierra, lejos de nuestro caballo cuando reflexionamos sobre el rumo de nuestra equitación y de la relación que tenemos con nuestros caballos y luego sigue cuando nos acercamos al caballo, entramos en su espacio y empezamos a comunicar con ellos. Una vez montados, ya hemos establecido unas normas, una forma de comunicar que ambos entendemos y todo se vuelve mucho más fácil. Esa base es la que marca toda la diferencia una vez vayamos montados. Predispone al caballo a escucharnos y sentirnos de otra manera y, más importante, nos enseña a nosotros a estar presentes, a escuchar y sentir (aún sin estar encima) la presencia y el contacto con el caballo. ¿O no es ese contacto que necesitamos cuando vamos a saltar un recorrido, hacer una Reprise de doma, vamos a encerrar las vacas o simplemente vamos a disfrutar de un buen paseo?
En momentos de aprendizaje debemos darnos la oportunidad de pensar. De pensar en lo que aprendemos de quienes se disponen a demostrarnos el porqué, el qué y el cómo se pueden hacer las cosas, relacionarlo con lo que vemos y a partir de ahí, SENTIR.
Ahora mismo, puedes darte el lujo de pensar mucho, sí, pero piensa centrado, siguiendo una línea, unos ejercicios, unos conceptos que puedes aplicar, un paso a paso para practicar… Lo podrás encontrar en los cursos de EquierroresLab, apúntate, reflexiona, ve el trabajo que hago, critica y aprende de lo buen y lo malo, ve lo que puedas aplicar a tu caballo, practica con el tuyo, o con otros, equivócate, vuelve a pensar, vuelve a ver el curso y una vez hayas practicado mucho, deja de pensar y siente…las cosas saldrán naturalmente. Y cuando eso ocurra, vuelve al curso y comenta conmigo tu experiencia porque yo estaré ahí para celebrar tus resultados 😉
Pincha en la imagen que contiene algunas de las clases de uno de los cursos y explora los cursos, recomiendo, para empezar el curso Cómo aplicar el LENGUAJE EQUINO en el día a día y si ya lo tienes, pasa por tu última clase donde te dejo un descuento para el curso sobre Cómo educar al caballo del ramal 😉
Y como siempre aprendiendo de tus artículos y no solo equitación. He adquirido una potra lusitana que acaba de cumplir 6 años. Llena de miedos a todo y dolorida por el ultimo batacazo dado por el «zopenco» que la montaba antes de adquirirla…….la forma de su anterior propietario de hacer las correcciones era a base de espuelazos ,patadas ,malos gritos ,amenazas…….todo un ejemplo a NO seguir. Ahor después de dos casi tres meses de tratamiento psicológico con esto quiero decir caricias tranquilizarla para que gane seguridad o lo que es lo mismo lo que haríamos con cualquier persona desastabilizada y con miedos la yegua da su carita de frente cuando entras en la cuadra(y no la grupa) se deja acariciar toda ella(y no hace afán de huir) sale de la cuadra al patio para tomar el sol(en lugar de la terrible querencia a la cuadra por puro miedo) y su carita a cambiado de pánico total a ojos de confianza. Aspiro a que mi hijo minusválido pueda darse algún paseo y no me cabe la menor duda de que así será. Aprendemos los tres. LOS CABALLOS NUNCA ENGAÑAN Y NADIE PUEDE ENGAÑAR A UN CABALLO. besos. Gonzalo y Maria Luisa
Muchos besos para ti y para Gonzalo guapa, tengo ganas de ver esa yegua, espero que en breve!!!Ves organizándote porque en Octubre estoy por Madrid de nuevo!! Falta ver fechas!! 🙂