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Decidí hacer este vídeo por varias razones, una de ellas es tenerlo como complemento al capítulo 4 del libro, y la otra es para empezar a enseñaros mi nueva adquisición, aunque sólo desde arriba por ahora. Es un nieto del olímpico Jus de Pomme, aunque los orígenes de un caballo que ha estado en malas manos, no interesan a nadie hasta que el trabajo que se realiza con él de resultado. Iré hablando sobre él conforme vayamos avanzando, de momento, este vídeo.
Es un caballo que cuando se asustaba (y lo hacía por todo), se ponía directamente de manos o arrancaba hacia cualquier obstáculo que tuviese delante sin ningún cuidado, volviéndose un peligro para quien lo montaba. Tenía también otras muchas reacciones digamos…desagradables, que no vienen al caso en este post pero que iremos comentando.
Ahora mismo, la reacción que tiene cuando se asusta, es la que vemos en el vídeo. Sólo lo trabajo en la sierra ya que en pista sufre de un estrés profundo y desconcertante a pesar de que a sus 4 y 5 años hizo pruebas de doma clásica. Tiene una gran dependencia de la mano del jinete y trabajarlo normalmente se volvía engorroso para él y para mí: tropezaba con todo, se defendía poniéndose de manos a la mínima, galopar era un peligro, si de repente se arrancaba lo hacía con todo su peso contra la mano, etc… Así que, su «terapia» es la preciosa Serra da Arrábida que le da mucho que hacer. Tiene otras cosas en qué pensar que en ponerse de manos y, en principio, ya ha perdido este vicio. A raíz de corregirlo varias veces en sus intentos de ponerse de manos, salió después la serie de vídeos «Cómo tranquilizar a un caballo que se pone nervioso por el campo» (en vímeo) de los que podrás ver su introducción y el primero de la serie cuando hayas visto el primer vídeo de este post.
Cuando el caballo se asusta de algo, ¿Cuál es nuestra primera reacción instintiva? Piensa en ello y luego mira el vídeo. Que sepas que esa reacción es la peor que se puede tener y la más peligrosa, precisamente porque le transmitimos inseguridad al caballo y porque además, nos podemos poner al caballo “como sombrero”. (El caballo se nos puede caer encima, como este caballo que os voy a presentar se cayó varias veces encima de quien lo montaba).
¡Sí !, hay que transmitirle control y dirección, pero nunca inseguridad.
En el vídeo, verás lo que hay que hacer para transmitirle esa seguridad. Sube un poquito el volumen porque el sonido se escucha un poco bajito, de ahí los subtítulos.
Gracias a los dos por comentar.
Ivet, entiendo perfectamente lo que te ocurre. Mi caballo es capaz de girar completamente en una baldosa pequeña (¿bailara chotis en mi ausencia?) y de vez en cuando me hace espantadas de esas. Te cuento algo que a mi me funciona, … le canto, si, y es curioso notar cómo el nivel de tensión baja. Sera por lo mal que lo hago y ademas termino canturreando o inventandome la letra porque no me acuerdo 🙂
Afortunadamente no tengo que hacerlo alto porque tiene buen oido, sino.. vaya vergüenza
Muy interesante! Quiero mas videos como este! 😀
En el video, cuando el caballo al principio de todo, en el minuto 0:18 aprox. se asusta y levanta la cabeza con las orejas hacia delante y luego gira la cabeza hacia la izquierda mirando atrás, ¿lo hace para buscar una salida? ¿o te mira esperando una respuesta de apoyo porque confía en ti?
Luego, si el susto no pasa de aquí, lo llevo bien. Pero si va mas allá, por ejemplo: cuando el caballo se asusta y da un «quiebro» de 180º en medio segundo, o empieza a ir de izquierda a derecha del camino súper nervioso sin avanzar, etc… entonces sin querer aprieto las piernas, me curvo, y quizás sin querer tiro de las riendas, luego como sé que no doy confianza al caballo y mi corazón va a 1000, desmonto tranquilamente, me pongo a su lado, lo acaricio, le hablo un poquito, caminamos a pie 5 minutos (en dirección al «peligro», nunca doy la vuelta) hasta que me tranquilizo, el caballo también se ha calmado y luego vuelvo a montar.
Hay gente que me dice que no desmonte, lo probé y fue peor, me bloqueo, el caballo se bloquea y el resultado fue desastroso.
Yo a veces temo que el caballo relacione: «me asusto» «ella desmonta» y que lo tome como hábito. A veces intento aguantar y aguantar.. pero cuando empiezan a temblarme las piernas…. uuufff es horrible!!! y opto por desmontar y hacer esto.
¿Qué me aconsejas? 🙂
PD: Que ganas que salga ya en papel!!! Quiero volverlo a leer y subrayar y anotar mis cosas!! Avísame! ejejeje
Un besooo!! 😀
Gracias Lorenzo:) Ivet, no me había fijado en ese momento que tu dices. Una salida no, pues la probó hacia la derecha en el momento del susto pero como voy prevenida y sé que se quiere dar la vuelta, sólo le abro un poco la rienda y ahora ya sabe que si yo no temo, él tampoco. Miró hacía atrás, a lo mejor para ver si el camino está libre y junto con mi despreocupación, sigue hacia delante.
Tu bloqueo no le sirve a él. Si te bloqueas y pie a tierra vas tranquila le enseñas más si te bajas pero con ánimo de mejorar, no lo hagas tú siempre para huir a tus miedos. Esto requiere un esfuerzo de nuestra parte y hay que ganar medios para desbloquear ese miedo en ellos. Si sabes que el caballo se gira fíjate hacia qué lado se gira normalmente y ves prevenida. A veces es mejor dejarlos parar, que miren, se relaje, te relajas tú y luego sigues:) A la que sienten que nos entra el tembleque, la reacción es peor. Si sabes como reacciona pero no te tira….utiliza los medios que tienes para relajarlo! Cantar como dice Ángeles, va bien sobre todo para tí:) para el caballo también pero al mismo tiempo hay que prevenirse y abrir la rienda del lado contrario al que se quiere girar.
Muy ùtil y didactico
es justo lo que necesitaba saber, vamos siempre por la sierra y montamos a dos perfectos cobardes.
¡Qué bueno Teresa! Gracias por comentar, vamos a hacer de esos cobardes un poquito más relajados, ¿no crees? 🙂 Acuérdate de compartir este consejo porque seguro que no sois los únicos con este problema!