- Equierror nº1 cuando el caballo está nervioso en la ducha
- Equierror nº2 Cuando el caballo está nervioso en la ducha
- Equierror nº3 Cuando el caballo está nervioso en la ducha
- Simplificando Equierrores 1,2,3 Cuando el caballo está nervioso en la ducha
Seguro que has tenido alguna vez entre manos un caballo que no se está quieto en la ducha o atado. Anda de un lado a otro, empieza a relinchar o a escarbar el suelo, va dando cabezazos, se gira de repente para ver todo lo que le rodea, etc etc etc.
Lo peor que puedes hacer en esta situación es ponerte nervioso. No es lo primero que se nos ocurre pero la gestión de nuestros nervios es crucial si quieres ayudarle. Si has leído el libro habrás entendido ya que, dependiendo de esa gestión, nuestra relación con los caballos será fantástica o un auténtico desastre.
Te diré un secreto para cuando te sientas nervioso: ¡no le hables!
¿Chocante verdad? Porque siempre hemos escuchado que debemos «hablarle al caballo»…Pero hay momentos en que hablarle al caballo es nefasto para nuestra comunicación.
Exacto. La voz transmite una energía que nosotros no vemos. El sonido es vibración. Y esa vibración acompañada de una energía negativa como el nerviosismo delata nuestro estado de ánimo para quien sabe escuchar. Y los caballos son «escuchadores profesionales» porque saben estar y comunicar en silencio.
Dicen que la voz es el sonido del alma. Y si nuestra alma está nerviosa cerca de un caballo que también está nervioso, la voz pasa a ser un instrumento que impide la confianza del caballo. Es más, lo vuelve más inseguro.
Te diría que hables con él sólo cuando estuvieras muy muy seguro de cómo le debes decir las cosas cuando él se pone nervioso. Y te garantizo que el caballo no miente. Si sigue nervioso cuando le hables con lo que tú crees que es una voz tranquila, es porque no lo es tanto. Y si es tranquila, no está siendo efectiva. Y como consecuencia de ello, no sirve lo que estás haciendo o estás empeorando la situación.
Y además, con los años que llevo en esto, te aseguro que el caballo nervioso prefiere que le digas las cosas en un lenguaje que él entienda, no en el nuestro que se sirve de palabras (o palabrotas si los nervios nos llevan a ellas).
Muy bien. Como ves, no solo te he dado UN Equierror que solemos cometer sino además un bonus:
No te pongas nervioso, pero si lo estás, no hables.
-¿Entonces cómo lo hago para que se tranquilice?- Me dirás. Y ya que estamos, ¿cómo lo hago para no ponerme nervioso?¿Eso se controla?
En el próximo post te hablaré sobre el ERROR Nº2 y verás 😉
Como siempre eres la guía a aplicar y no solo con los caballos….mi recién adquirida Hope yegua cruzada 18 años me pegó un señor pisotón que me estuvo bien empleado por tonta y confiada…hablo de mi…no vi las señales….y paaafffff…..todavía tengo el pie machuco. Gracias mil Monique por tus sabios consejos. Te queremos…Lucy Hope Gonzalo y Maria Luisa