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Ponerle la silla a un potro es lo de menos, si todo lo demás está bien hecho. Esta potra de Marta Paguina, propietaria del Centro Hípico Mas Paguina en l´ Estartit (Gerona) , con tres años, a pesar de que ya la habían tocado y dado algo de cuerda, poco se había hecho con ella a no ser lo normal en esta casa, buenas madres, buen trato, sentido común, y una vez desmamados se juntan con grupos de potros de otras edades para socializar.
Durante dos semanas, le dimos 7 sesiones que grabamos en vídeo para comprobar los resultados del trabajo de base. El primer día vimos la naturaleza de la yegua y logramos hacer un diagnóstico sobre como era la yegua analizando también lo que nos dijeron sobre ella:
- Exceso de energía
- Querencia hacia la cuadra y hacia los demás caballos
- Muy asustadiza con todo
- Muy sensible a cualquier movimento
- Poca atención a quien estaba en medio y le daba las ayudas
- Poca comunicación debido a la tensión provocada por todas las anteriores
- Buena cabeza y noble
- Tendencia a ser hipersensible a las novedades y muy atenta, «fina» de reacciones y ágil en las respuestas
Veamos un poquito de la yegua al principio y cómo quedó al final para que uno se haga a la idea de lo que es posible hacer en poquito tiempo pero sin ninguna prisa.
Como con todos los caballos que trabajo, los 5 pasos del libro
están presentes en cada decisión que voy tomando. No es matemático, porque gran parte del trabajo que voy haciendo es instintivo (instinto que va siempre creciendo sobre una base que son esos cinco pasos), y cuando me equivoco hago un paso atrás y reflexiono de nuevo sobre qué paso me acabo de saltar. En el caso de la Potra Coco du Chanel II:
- Vimos el estado de tensión de la yegua,
- Estudiamos las señales que demostraban los momentos en que quería invadir el espacio y los momentos en que huía sin tener en cuenta nada ni a nadie, cómo utilizaba dichas señales, con qué intensidad y qué respuesta nos daba a pequeños estímulos externos o propuestos por nosotros
- Nos relajamos y nos pusimos en la frecuencia adecuada para poder corregir y dirigir sin mezclar las emociones.
- Le fuimos dando funciones, es decir, órdenes a las que debe responder la yegua gestionando en todo momento sus tensiones, guiándola para que pudiera entender qué podía y no podía hacer mientas estuviésemos en su espacio.
- Repetimos hasta que entendió que lo más cómodo para ella era confiar en mí
La diapositiva contiene imágenes del trabajo que hicimos teniendo siempre en cuenta los cinco pasos del libro, puesto que la confianza, una vez se siguen los pasos se obtiene, pero hay que mantenerla a lo largo de todo el recorrido con nuestros caballos, y es precisamente donde nos equivocamos muchos cuando estamos enseñando a un potro (perdemos su confianza y colaboración a lo largo del camino porque dejamos de tener en cuenta algunos de los pasos clave que describo en el libro).
- Nº 1. A partir del momento en que logramos su confianza
- Nº 2. Desensibilizamos para los movimientos sin intención, tales como el movimiento por los lados, por encima, etc
- Nº 3. Sensibilizamos para los movimientos con intención, tales como pedir que vaya hacia delante, hacia los lados, hacia atrás y venir a menos
- Nº 4. Confirmamos que la potra seguía insensible a movimientos como los del sudadero y la montura por encima de ella
- Nº 5. Insensibilizamos por si acaso la amazona tocase a la yegua con el pie sin querer, al subirse
- Nº 6. Le pusimos el peso sin problema
- Nº 7. Movimos los pies de la potra con el peso encima para que vaya cogiendo equilibrio con el peso
- Nº 8. La tocamos del otro lado con la mano para prepararla a llevar la otra pierna de ese lado
- Nº 9. Volvimos a repetir el proceso y le pasamos la pierna
- Nº 10. Nos sentamos sin problema en la yegua
- Nº 11. Movimos los pies de la yegua para que se acostumbrara al peso y a re-equilibrarse con el peso encima
Por supuesto los seis días anteriores se dedicaron a preparar el momento de subirse, poner el peso y andar, pero aquí queda el resumen. En los días siguientes habrá que trabajar en el sentido de ir poniendo nuevos retos y obstáculos, claro que si, pero manteniendo siempre su colaboración y confianza hasta hacer de esta potra, una yegua de fiar y poder prepararla para la disciplina que pretendan hacer con ella. El trabajo nunca acaba, pero la base…es la base.