A por un caballo sin ansiedad, sin tensión y atento a nosotros

Minientrada

This entry is part 1 of 40 in the series Misión re-posicionamiento a caballo

Una jornada fantástica. ¡Diferente y divertida donde además aprendemos un montón!

El caballo tenso es un caballo que no escucha, que no entiende lo que se le pide y que puede responder con actitudes peligrosas para nosotros. Durante el curso vimos 5 situaciones en las que suelo poner a los caballos para identificar el tipo de tensión con el que estamos lidiando. Eso nos ayuda a dirigir el trabajo y encaminarlo hacia una atención constante hacia nosotros. Como resultado, nos quedamos con un caballo libre de ansiedad o por lo menos un poco más relajado y atento que antes. En una jornada y dos sesiones no lo hacemos todo, pero establecemos una base sobre la que podemos trabajar en el futuro.

¿Con ponis?

Los ponis nos ayudaron a entender muchas cosas, imponen menos que los caballos grandes y para ello los elegimos para el curso. Primero hay que trabajar con confianza y adquirir las herramientas necesarias para aprender a disipar tensiones que son normales y comunes en caballos. Vimos que realmente son comunes y aplicando mediante un paso a paso, los ejercicios de la base de la educación equina de la misma forma que se aplicaría a un caballo grande, nos dimos cuenta de cómo funcionaban las cosas sin sentirnos en peligro. Los ponys del Centro se portaron a la altura de todos los objetivos que teníamos para este clínic 😉

Aprendimos que la tensión puede provocar tensión, pero que con la tensión y presión bien aplicada podemos disipar tensiones…parece contradictorio, pero es así. Debemos aprender a aplicar la presión justa para corregir o “incomodar” a un caballo que está teniendo una respuesta que no fue la pedida, y así hacemos que busque otras respuestas. También aprendimos la importancia de ceder en el momento en que el caballo ha encontrado la respuesta adecuada.

Sí, pie a tierra y del ramal.

Si lo sentimos desde el suelo mediante el contacto a través del ramal, cuando aprendamos a hacer el trabajo en libertad, sabremos qué sentir y a caballo sabremos qué buscar con el contacto físico.

Claro que a caballo necesitamos un asiento que nos permita sentir, pero esa es la fase siguiente ;). También nos hemos preocupado de ello este fin de semana. El domingo trabajamos con algunos jinetes en su asiento y la aplicación de ayudas. A veces puede parecer que no se avanza porque estamos trabajando en el asiento…no estamos galopando, ni saltando, ni haciendo juegos a caballo….pero cuando sentimos esas pequeñas cosas conseguimos que se nos queden para siempre, y si practicamos lo suficiente formarán parte de nuestra forma natural de montar…Es en ese momento cuando nos damos cuenta de lo mucho que hemos avanzado y que estamos mejorando. Las sonrisas al final de las clases lo demuestran…Ya sabemos que a caballo no me engañáis 😉

Transmitiendo el funcionamiento de la comunicación con los caballos al futuro de la equitación 🙂

Disipando tensiones antes de subir 🙂

Transmitiendo diferentes formas de sentir al caballo que pueden ser más seguras para el jinete …

El futuro de nuestros jóvenes jinetes está en la disciplina con ellos mismos para lograr educar a sus caballos en un lenguaje que ambos entiendan, está en el cariño y el respeto por el caballo y en una sesión hay momentos para todo.

Y además del curso…

Con nuestros alumnos particulares habituales, hemos aprendido que menos es más. Que cuando estamos educando a un caballo no hay nada peor que preguntas a medio hacer y respuestas a medio dar….

Hablaremos de ello en algún otro post, de momento, nos quedamos con que si constantemente pedimos cosas a medias y aceptamos medias respuestas, cada vez que necesitemos pedir algo de verdad habrá que ponerse serio. Siendo así, habrá que ponerse serio muchas más veces con un caballo y no es lo que pretendemos, pretendemos que nuestras ayudas sean cada vez más sutiles, no al revés. Me recuerda a los niños…Como siempre ;).

Dejo un pequeño ejemplo que algunos me fulminarán con sus miradas cuando la lean, pero es la realidad:

Si apretamos una vez la pierna, esperamos una respuesta y no la hay, es mucho mejor para la educación del caballo recibir un toquecito con la fusta con la pierna apretada (si no hay fusta, una patadita o movimiento de pantorrilla con el objetivo de que responda) y relajar la pierna una vez nos haya respondido, que no que le estrujemos tres vueltas enteras con las dos piernas y la única respuesta que obtengamos es venir a menos y encogerse porque le duelen las costillas desde hace tres vueltas. Si la madre le pide a su potro que ande y se ponga delante suyo se lo pedirá suave con el morro. Si no responde, a la segunda le pegará un mordisco en el culo. Lo dejo ahí, para que reflexionemos.

Son los mejores alumnos del mundo, hacen los deberes, nos vemos de tanto en tanto pero entre viajes, les comento vídeos, aplico correcciones dirigiendo el trabajo para seguir avanzando y doy deberes a distancia, y ¡la evolución es magnífica! Sé que a veces nos estancamos y tenemos que insistir en esto o aquello durante un tiempo, pero una vez se van superando las dificultades de asiento y aplicación de ayudas, la evolución es alucinante. Me encantó veros bien sentados a caballo, aplicando bien las ayudas, haciendo las cosas con calma y cariño pero con firmeza, con disciplina en vuestro trabajo y empezando a pedir ejercicios nuevos… Orgullosa no, lo siguiente 😉

El paso trote a veces parece muy fácil y muy simple…pedirlo correctamente ya es otra cosa;) Y sentir donde van los pies del caballo durante la transición es otra cosa más 😉 Mantener la pierna en su sitio pidiendo lo justo para que responda, el contacto constante, sentir el movimiento de los pies hacia delante y mantenerse ligero, todo en un círculo bien trazado ya es motivo para una gran sonrisa 🙂 Como siempre, poco y bien mejor que mucho y mal.

Desde hace mucho tiempo, considero que no hay un círculo bien hecho sin un buen asiento y un piaffé o un recorrido a 1,30 sin asiento es un auténtico desastre, un dolor de ojos para quien está viendo (y para el caballo, un dolor de dorso y boca).

En el próximo post dejaremos el vídeo-resumen del curso. Como siempre, no será sólo un vídeo, tiene explicaciones, imágenes y momentos de los que puedes aprender y sacar alguna conclusión.

Para terminar, todo el mundo salió con deberes para arreglar los problemillas que tenían con sus caballos en casa para que puedan trabajar hasta el próximo curso o particular, donde los veremos evolucionando con sus propios caballos 🙂

Ya sabes que puedes contactar por mensaje, facebook, etc para reservar tu plaza para el próximo curso, pedir información o ayuda con alguna cosa que te esté preocupando con tu caballo, intentaremos ayudarte en lo que podamos. (Avisamos que a veces, debido a estas cosas que tiene la informática, los mensajes se nos quedan en spam, o perdidos así que si no contestamos, por favor, insiste o pregunta por facebook lo que sea para que te atendamos en cuando podamos ok?)

Si aún no tienes la guía con 15 Normas Esenciales de Eduación Equina aquí la tienes:

https://equierroreslab.teachable.com/p/caballoasustadocooperaconnosotros

Cómo hacer que el caballo deje de tirar hacia atrás

This entry is part 8 of 18 in the series "Cómo no hacer" en equitación

Tirar hacia atrás es desagradable tanto para el caballo como para el jinete. A pesar de haber artilugios para que dejen de tirar hacia atrás, no me convencen. Sí hay un sistema que funciona, pero no está al alcance de quien quiera resultados sin trabajar un poco en el problema de forma lógica y racional. Sigue leyendo

Cómo no enseñar a un novato a hacer que su caballo avance

This entry is part 7 of 18 in the series "Cómo no hacer" en equitación

Cuando un caballo no responde a nuestra pierna, es porque está tenso. Puede que no esté entendiendo lo que le pedimos, que esté asustado y no logre moverse debido a su propia tensión emocional, que no tenga los abdominales flexibles, Sigue leyendo

Leccion del caballo. SeñalesII. Tensión en las orejas

This entry is part 3 of 8 in the series Sobre señales del caballo

No siempre es verdad cuando decimos «Cuidado que el caballo está con las orejas hacia atrás». Al mismo tiempo, no podemos decirle a nadie que vaya a darle una caricia a un caballo que está con las orejas medio pegadas al cuello y levantando la cabeza hacia nosotros… Sigue leyendo