A por un caballo sin ansiedad, sin tensión y atento a nosotros

Minientrada

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Una jornada fantástica. ¡Diferente y divertida donde además aprendemos un montón!

El caballo tenso es un caballo que no escucha, que no entiende lo que se le pide y que puede responder con actitudes peligrosas para nosotros. Durante el curso vimos 5 situaciones en las que suelo poner a los caballos para identificar el tipo de tensión con el que estamos lidiando. Eso nos ayuda a dirigir el trabajo y encaminarlo hacia una atención constante hacia nosotros. Como resultado, nos quedamos con un caballo libre de ansiedad o por lo menos un poco más relajado y atento que antes. En una jornada y dos sesiones no lo hacemos todo, pero establecemos una base sobre la que podemos trabajar en el futuro.

¿Con ponis?

Los ponis nos ayudaron a entender muchas cosas, imponen menos que los caballos grandes y para ello los elegimos para el curso. Primero hay que trabajar con confianza y adquirir las herramientas necesarias para aprender a disipar tensiones que son normales y comunes en caballos. Vimos que realmente son comunes y aplicando mediante un paso a paso, los ejercicios de la base de la educación equina de la misma forma que se aplicaría a un caballo grande, nos dimos cuenta de cómo funcionaban las cosas sin sentirnos en peligro. Los ponys del Centro se portaron a la altura de todos los objetivos que teníamos para este clínic 😉

Aprendimos que la tensión puede provocar tensión, pero que con la tensión y presión bien aplicada podemos disipar tensiones…parece contradictorio, pero es así. Debemos aprender a aplicar la presión justa para corregir o “incomodar” a un caballo que está teniendo una respuesta que no fue la pedida, y así hacemos que busque otras respuestas. También aprendimos la importancia de ceder en el momento en que el caballo ha encontrado la respuesta adecuada.

Sí, pie a tierra y del ramal.

Si lo sentimos desde el suelo mediante el contacto a través del ramal, cuando aprendamos a hacer el trabajo en libertad, sabremos qué sentir y a caballo sabremos qué buscar con el contacto físico.

Claro que a caballo necesitamos un asiento que nos permita sentir, pero esa es la fase siguiente ;). También nos hemos preocupado de ello este fin de semana. El domingo trabajamos con algunos jinetes en su asiento y la aplicación de ayudas. A veces puede parecer que no se avanza porque estamos trabajando en el asiento…no estamos galopando, ni saltando, ni haciendo juegos a caballo….pero cuando sentimos esas pequeñas cosas conseguimos que se nos queden para siempre, y si practicamos lo suficiente formarán parte de nuestra forma natural de montar…Es en ese momento cuando nos damos cuenta de lo mucho que hemos avanzado y que estamos mejorando. Las sonrisas al final de las clases lo demuestran…Ya sabemos que a caballo no me engañáis 😉

Transmitiendo el funcionamiento de la comunicación con los caballos al futuro de la equitación 🙂

Disipando tensiones antes de subir 🙂

Transmitiendo diferentes formas de sentir al caballo que pueden ser más seguras para el jinete …

El futuro de nuestros jóvenes jinetes está en la disciplina con ellos mismos para lograr educar a sus caballos en un lenguaje que ambos entiendan, está en el cariño y el respeto por el caballo y en una sesión hay momentos para todo.

Y además del curso…

Con nuestros alumnos particulares habituales, hemos aprendido que menos es más. Que cuando estamos educando a un caballo no hay nada peor que preguntas a medio hacer y respuestas a medio dar….

Hablaremos de ello en algún otro post, de momento, nos quedamos con que si constantemente pedimos cosas a medias y aceptamos medias respuestas, cada vez que necesitemos pedir algo de verdad habrá que ponerse serio. Siendo así, habrá que ponerse serio muchas más veces con un caballo y no es lo que pretendemos, pretendemos que nuestras ayudas sean cada vez más sutiles, no al revés. Me recuerda a los niños…Como siempre ;).

Dejo un pequeño ejemplo que algunos me fulminarán con sus miradas cuando la lean, pero es la realidad:

Si apretamos una vez la pierna, esperamos una respuesta y no la hay, es mucho mejor para la educación del caballo recibir un toquecito con la fusta con la pierna apretada (si no hay fusta, una patadita o movimiento de pantorrilla con el objetivo de que responda) y relajar la pierna una vez nos haya respondido, que no que le estrujemos tres vueltas enteras con las dos piernas y la única respuesta que obtengamos es venir a menos y encogerse porque le duelen las costillas desde hace tres vueltas. Si la madre le pide a su potro que ande y se ponga delante suyo se lo pedirá suave con el morro. Si no responde, a la segunda le pegará un mordisco en el culo. Lo dejo ahí, para que reflexionemos.

Son los mejores alumnos del mundo, hacen los deberes, nos vemos de tanto en tanto pero entre viajes, les comento vídeos, aplico correcciones dirigiendo el trabajo para seguir avanzando y doy deberes a distancia, y ¡la evolución es magnífica! Sé que a veces nos estancamos y tenemos que insistir en esto o aquello durante un tiempo, pero una vez se van superando las dificultades de asiento y aplicación de ayudas, la evolución es alucinante. Me encantó veros bien sentados a caballo, aplicando bien las ayudas, haciendo las cosas con calma y cariño pero con firmeza, con disciplina en vuestro trabajo y empezando a pedir ejercicios nuevos… Orgullosa no, lo siguiente 😉

El paso trote a veces parece muy fácil y muy simple…pedirlo correctamente ya es otra cosa;) Y sentir donde van los pies del caballo durante la transición es otra cosa más 😉 Mantener la pierna en su sitio pidiendo lo justo para que responda, el contacto constante, sentir el movimiento de los pies hacia delante y mantenerse ligero, todo en un círculo bien trazado ya es motivo para una gran sonrisa 🙂 Como siempre, poco y bien mejor que mucho y mal.

Desde hace mucho tiempo, considero que no hay un círculo bien hecho sin un buen asiento y un piaffé o un recorrido a 1,30 sin asiento es un auténtico desastre, un dolor de ojos para quien está viendo (y para el caballo, un dolor de dorso y boca).

En el próximo post dejaremos el vídeo-resumen del curso. Como siempre, no será sólo un vídeo, tiene explicaciones, imágenes y momentos de los que puedes aprender y sacar alguna conclusión.

Para terminar, todo el mundo salió con deberes para arreglar los problemillas que tenían con sus caballos en casa para que puedan trabajar hasta el próximo curso o particular, donde los veremos evolucionando con sus propios caballos 🙂

Ya sabes que puedes contactar por mensaje, facebook, etc para reservar tu plaza para el próximo curso, pedir información o ayuda con alguna cosa que te esté preocupando con tu caballo, intentaremos ayudarte en lo que podamos. (Avisamos que a veces, debido a estas cosas que tiene la informática, los mensajes se nos quedan en spam, o perdidos así que si no contestamos, por favor, insiste o pregunta por facebook lo que sea para que te atendamos en cuando podamos ok?)

Si aún no tienes la guía con 15 Normas Esenciales de Eduación Equina aquí la tienes:

https://equierroreslab.teachable.com/p/caballoasustadocooperaconnosotros

Equierror: Cuando un caballo no tiene claro quién pone las normas.

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Un error frecuente: Analizar demasiado sus reacciones y actuar dejándonos llevar por las emociones (muchas veces sobre actuamos o no actuamos en absoluto…tanto una cosa como la otra son peligrosas)

Los caballos con algún carácter y sangre se desestabilizan emocionalmente cuando no entienden quién es el que realmente pone las normas y se preocupa de que nada le pase con los peligros que ven y sienten, pero que para el entorno humano no son una amenaza para ellos.

Generalmente son caballos tranquilos que nos muestran su inestabilidad en momentos de conflicto. Por ejemplo, algo les asusta y vienen a buscar refugio en nosotros, pero, resulta que nosotros, de repente, empezamos a ocupar nuestra cabeza con emociones como: “Pobrecito, qué mono, tiene miedo y se viene corriendo conmigo!! “ . (¡¡El que no lo haya pensado alguna vez que levante la mano!!)

En este caso emanamos emociones negativas: la pena y la preocupación. Y estas emociones llevan una energía que el caballo interpreta como sensación de inseguridad y puede hasta asumir el papel de macho dominante y ponerse a protegernos a nosotros del peligro que, a su vez, también le asusta…

Y en medio de esa inseguridad, nosotros seguimos interpretando: «¡OH mira que mono!! ¡¡¡Nos protege del peligro!!!» Mientras de nuevo emanamos una energía extremadamente insegura para un caballo que realmente lo que le pasa es que NO SABE QUE HACER con relación a ese peligro para mantenerse a salvo a él y a estos seres que parecen aún más inseguros que él. Quizás los tiene que proteger pero no tiene ni idea de cómo hacerlo. Se da la paradoja de que, si hace algo, es posible que le caiga una bronca enorme (que también pasa), así que, si también le ha pasado eso, la inseguridad aún es mayor en relación con lo que puede y no puede hacer en ese momento…

Conforme vas leyendo ¿logras sentir el nivel de energía negativa que hay en el aire ahora mismo? Pues si lo notamos nosotros mientras lo explicamos o leemos, imaginemos cómo se siente ese caballo que no está entendiendo nada y además hay un verdadero LEÓN listo a comérselo (aunque sea una bolsa de plástico, una bicicleta, o la moto ruidosa. Algo para nosotros es algo tan normal).

Y por si no tenía suficiente,

De repente entra alguien en su espacio con ganas de decirle lo que tiene que hacer (a veces sin querer, pero su cuerpo muestra algún tipo de intención que él no acaba de entender). En medio de esta inseguridad, lo más efectivo para él en ese momento podría ser mostrarle a ese ser lo grande que es y la fuerza que tiene envistiendo o enseñando los dientes o saltando de forma imponente a su alrededor… (aunque conozca  a ese ser humano, estamos hablando de una inseguridad evidente que está sintiendo el caballo en relación a todo lo que le rodea en ese momento puntual)

Esa última reacción, ya provoca en aquel que es inseguro un colmo de emociones que luego se pueden analizar de todas las maneras posibles, pero si no nos recomponemos y lo dejamos con ese recuerdo, lo que le acabamos de enseñar al caballo es poco o nada, o peor, cuando estés inseguro: “haz todo eso que acabas de hacer y el peligro a lo mejor se irá…o no.”

Estoy segura de que en algún momento dado todos hemos pasado por situaciones en las que no hemos interpretado demasiado bien lo que ocurrió y las actitudes del caballo, yo la primera, y algunas bien peligrosas de las que he sacado muy buenas lecciones :). Afortunadamente ahora, muchas de ellas las veo venir de lejos.

Lo que ocurre realmente es lo siguiente:

El caballo está en territorio doméstico, con lo cual no se siente seguro porque no es su ambiente natural entre otros caballos, donde saben perfectamente cuál es su lugar en la manada y cumplen todos con su función para colaborar. Existe paz y entendimiento. También se los comen los depredadores, pero eso forma parte del ciclo. En su día a día viven como lo que son: Caballos y seres vivos, no humanos. En terreno doméstico, el caballo tiene que lidiar con unas emociones humanas que no entiende de la misma forma que las entiende un ser humano y con una jerarquía que demasiadas veces no está establecida entre el humano y el caballo. Eso lo puede volver muy inseguro y puede que pase a ejercer una función para la que no está preparado, volviéndose inestable. Puede presentar las actitudes que he descrito antes y muchas más, alternando entre inseguridad extrema y dominancia extrema si se siente realmente amenazado.

Muchos de los problemas que surgen cuando queremos juntar a caballos en un paddock y que se lleven bien, son derivados del hecho de que no estamos juntando caballos que saben ser caballos. Estamos juntando caballos que están condicionados a esas emociones humanas e ininteligibles por los caballos. Es decir, son inestables emocionalmente. ¿Y qué pasa cuando juntamos a dos o más seres inestables emocionalmente? Estalla la bomba. Y luego queremos arreglar los problemas de todo el grupo en el que quizás, por lo menos dos o tres son inestables.  Es necesario ser un líder muy capaz y con mucho talento para solucionar los problemas de un grupo así dentro del grupo teniendo en cuenta que, en su estado salvaje, los caballos se integran o no se integran y los que no se integran porque quieren competir con el jefe, pues se tendrán que ir porque lo echarán. Y si se tiene que ir, acabará siendo vulnerable, delgado y una presa fácil.

En el caso doméstico, quizás es más adecuado trabajar a cada caballo por separado, para que vuelva a ser caballo, hacer que pase por aceptar nuestra seguridad y calma las veces que haga falta y en los conflictos que haga falta. Así, le incentivamos a que confíe en nosotros (y la confianza implica necesariamente, el respeto por nuestro espacio en todo momento pase lo que pase). Una vez confía en nosotros, gradualmente le iremos dando iniciativas con las que se sienta seguro de sí mismo. Un caballo seguro de sí mismo, tendrá más facilidad en integrarse en un grupo que uno que no lo es.

Una reflexión

¿Estamos emocionalmente capacitados para hacer sentir a nuestros caballos nuestra seguridad? Y si no nos sentimos así, ¿qué resultará cuando estén juntos dos seres inestables? En un box, en un paddock, mientras les ponemos la montura, mientras trabajamos en la pista, en una pista de competición, en una ruta…

¿Qué es ser emocionalmente estable? cuando hablo de ser emocionalmente inestables, no significa que estemos locos, nada más lejos de la realidad. Simplemente, quiere decir que de vez en cuando no controlamos nuestras emociones  mientras estamos trabajando con nuestros caballos, nada más. Nos pasa a todos, pero hay que aprender a enfocar nuestras emociones de forma racional en esos momentos.

Los caballos son unos excelentes profesores en ese aspecto ¡nunca se les engaña!, afortunadamente.

Descárgate la guía y recibe una serie de correos con clases que te llevarán a la mejor manera de controlar esas emociones 😉 Sólo para suscriptores:

Caso práctico. Cómo hacer la equitación más segura.Parte I

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Vamos a hablar de un caso práctico en el que aplicamos los cinco pasos del libro de una forma muy clara. Una situación vivida durante un curso, una amazona muy sensible y simpática, con un carácter fuerte y con muchas ganas de aprender, nos trajo su caballo. Esta publicación va dedicada a nuestra amiga Marina con Coco 😉

Les faltaba un poco de entendimiento en cuanto a la distancia que mantenían entre ellos pie a tierra, había alguna confusión montada cuando el caballo se ponía ‘burro’ y ella no terminaba de verlo claro en algunos momentos..

Vaya por delante que este caballo que es un caballo muy noble, aunque de naturaleza dominante y cuando les dejamos dominar, se vuelven inseguros y pueden tener reacciones que pueden resultar peligrosas para nosotros. No es el papel que deben asumir cuando están entre humanos. Una misma reacción puede ser normal entre caballos, pero puede resultar peligrosa para nosotros y es por ello por lo que hay que prestarles atención y corregir y educar al caballo en ese sentido. No quiero que se me malinterprete cuando digo que un caballo que tiene reacciones peligrosas sea un caballo peligroso, pero sí puede llegar a serlo si no lo corregimos o no sabemos interpretarlas.

Siempre junto a su compañero, esta vez bajó a la pista solo. Y cuando se sintió encerrado (acostumbrado a pasear por el campo junto a su amigo), hizo pasar a su dueña un momento un poco complicado. Me di cuenta de que no podríamos dar una clase como es debido sin antes trabajar otras cosas. El caballo nunca se mostró peligroso porque no tenía reacciones bruscas (aunque tampoco esperamos a ver si esto ocurría…).

Esta forma de comportarse no había ocurrido anteriormente, apareció al estar en una situación completamente distinta a la que está acostumbrado. Por lo tanto preferimos cambiar de estrategia y hacer una paso atrás en la evolución del caballo y de la amazona:

Veamos de la combinación de factores que estamos hablando en esta situación, y lo veremos clarísimo al final porque el resultado se lo lleva la amazona a casa para siempre:

  • El equilibrio de la amazona está muy por detrás del equilibrio del caballo. Eso en sí,  no está creando directamente la situación de relinchar y estrés en el que el caballo se encuentra en este momento, pero no logra obtener su atención, su control, esa posición es más un asiento de dejarse llevar por lo que ocurra que no de solucionar. Y cuando interviene (porque debe intervenir y tiene toda la razón en hacerlo), la forma de estar sentada a caballo no deja que sea sutil en las ayudas, por lo que agrava todo el momento de estrés. El caballo se siente más inseguro aún y la cosa puede escalar hasta puntos peligrosos que no llegaremos a ver porque cambiamos de estrategia antes de que algo ocurriera.

El paso uno del libro duró dos vueltas y un poquito de trabajo anterior de la mano que no vemos aquí pero que solemos hacer para ayudar a identificar el tipo de caballo y el tipo de situación que tenemos. Hicimos el diagnóstico, vimos el tipo de control que podría tener la amazona sobre el caballo en situaciones de conflicto, vimos que en más momento menos momento la situación podría ser desagradable y empezamos a actuar.

En el próximo post veremos lo primero que hicimos.

¿Te sientes identificado? ¿Te ha pasado alguna vez? Cuéntanos tu experiencia y dudas, es importante que sepamos cómo te sientes y cómo te gustaría que fueran las cosas, si lo has superado, también nos gustaría saber tu experiencia! De esto aprendemos todos los días, ¡ayúdanos a divulgar nuestro trabajo y dar la posibilidad de que todos aprendamos de nuestros errores y experiencias!

Durante los cursos cuando esto ocurre, trabajo al caballo en el sentido de demostrar a su jinete que es posible mantener un orden en el caballo, dejarle claras las normas y devolverle la seguridad, y luego trabajo con el jinete, cambio lo que creo necesario en el asiento y aplicación de ayudas y re-conecto el caballo a su jinete de una forma más segura y más eficaz a largo plazo.  Si tienes un problema parecido y quieres asistir con tu caballo a uno de nuestros cursos, puedes contactarnos y lo organizamos.

Comparte si conoces a jinetes aficionados a mejorar su equitación y la relación con su caballo!

¡Ayuda!¡No siento conexión con el caballo! Parte3 con vídeo

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Si no has visto la parte uno pincha aquí

Si nos has visto la parte dos pincha aquí

El caballo no engaña y no se puede engañar a un caballo…podemos querer poner hierros, quitar hierros, poner collares, quitar collares, montar con cabezada, sin cabezada, con silla o sin ella, trabajarlos a la cuerda con serretón, sin serretón, con jáquima, con un hilo de seda en la boca, o inventar mil formas y artilugios de trabajar a los caballos tocando en determinados puntos, con el clicker o con zanahorias para que haga piaffé durante tropecientos trancos seguidos, espaldas adentro infinitas y cambios de pie sin parar…si no hay conexión a esos tres niveles, el caballo lo demostrará 😉

Cuando durante cualquier trabajo que hagamos con el caballo, sentimos al caballo primero, luego pedimos, esperamos por una respuesta, insistimos, logramos una respuesta, cedemos, volvemos a pedir, volvemos a esperar por la respuesta, el caballo cede con más ganas, cedemos y le damos una voz gentil de agradecimiento y sentimos que por el caballo pasa una satisfacción genuina que se traduce en un pequeño gesto de cabeza o de dorso parecido a una pequeña alegría y acto seguido sigue en el ejercicio aún con más brillo que antes, no hay hierro, o collar o silla que sea la razón de la sensación maravillosa que en ese momento transmite el binomio. La consecuencia natural de esta conexión será que cada vez necesitaremos menos ayudas y menos artilugios debido a que el equilibrio mejora, la mecánica mejora, la conexión física con el jinete mejora y la comunicación fluye a un nivel que ya poco tiene que ver con las ayudas mecánicas que damos.

Cuando queremos que hagan un piaffé al tocarles en determinado punto, y no dejamos de pedir hasta que haga doce mil trancos, algunos buenos y otros malos, sin gran diferenciación por nuestra parte y sólo con el objetivo de que haga un piafé, estamos haciendo de los caballos unas máquinas que responden a ciertos estímulos haciendo determinados “trucos” para una selfie, para una competición, para nuestro placer, etc.  La consecuencia natural de este tipo de entrenamiento es, que cuando los necesitamos de verdad, cuando de repente pedimos que nos den más tranco, más expresión más brillo, más ritmo o nos ayuden en un obstáculo difícil en el que hemos perdido la rienda o el estribo o simplemente no hemos visto la distancia, no tendremos caballo disponible puesto que simplemente no sabrá qué hacer ya que no estará acostumbrado a colaborar, estará acostumbrado a obedecer órdenes.

¿Sientes la diferencia? El objetivo de esta publicación es que sientas realmente esa diferencia y la sientas a partir de ahora cuando veas diferentes jinetes practicando equitación. No para criticar, si no para tener la sensación de cómo te gustaría que fuese contigo y con tu caballo, cómo preferías que fuese. Una vez sabes cómo quieres sentirte montando, sabrás qué buscar, y empezarás a buscarlo viendo jinetes que realmente transmitan lo que quieres sentir y no lo que debes lograr porque sí.

Ten en cuenta que no siempre lo sentiremos, pero lo que es realmente divertido es encontrar formas de sentirlo, montar hacia esos tres o cuatro trancos más en que sentimos esa real conexión,  acortar y hacer una ligera cesión a la pierna para que el caballo ponga uno u otro pie mejor debajo de la masa, el caballo se pone cómodo,  pedir un aumento gradual en el que de repente le disparan las manos hacia delante y hacia arriba porque la espalda subió y se siente capaz de darlo todo, sentir esa explosión de libertad para luego apreciar el momento en el que acortamos y el caballo responde de inmediato al pedirle que alargue de nuevo, nos reímos por no esperarnos tal respuesta de nuestro amigo y le damos rienda larga para que respire y disfrute también del momento… O…Aumentar el nivel del recorrido y las alturas porque hemos logrado esa conexión durante gran parte del recorrido,  sabiendo que somos capaces de lograr esa conexión al nivel siguiente también… Sentir que después de una combinación de saltos con una distancia un poco delicada, tú y tu caballo de repente lo pasáis sin falta y sientes realmente que el caballo “crece un palmo” y va con orgullo al salto siguiente sabiendo que estás ahí, que sois dos,  que no es sólo porque el caballo sepa saltar, sino porque está recto, está fuerte, está flexible y conectado a tu equilibrio y flexibilidad de ayudas…

Esto es lo divertido de la equitación, y busco esa conexión todos los días que monto, todos los días que trabajo a un caballo sea el caballo como sea, de quien sea, el nivel que tenga, sea la raza que sea. Y cuando me equivoco, al instante siguiente, sigo buscando de nuevo esa conexión perdida. Esa conexión es como un GPS que me va diciendo, por aquí sí, por aquí no 😉

Durante los cursos trabajo muchas veces en libertad con algunos caballos. No porque lo encuentre estrictamente necesario (que en algunos casos se me ha revelado que sí lo es por razones varias), pero para:

  • Demostrar que este tipo de conexión es posible a distancia
  • Que es, claramente, la base «educativa» que necesitamos para montar después y evitar accidentes innecesarios.
  • Que es la base que trabajamos para lograr que el caballo ponga los pies donde debe ser para que todo el caballo conecte
  • Que adaptamos nuestro asiento para que esta base de comunicación pueda fluir al montar y al trabajar después los caballos.
  • A distancia podemos empezar a ver y sentir cómo y cuándo se pierde la conexión con quien está trabajando y nos podemos dar cuenta dónde  hemos pedido demás o no hemos cedido para que no responda, (o exagere en la respuesta) a cierta presión o cierta relajación. Nos daremos rápidamente cuenta de si el caballo está condicionado a ciertos estímulos o si conecta de verdad con nuestras peticiones.

Uno de los módulos de los cursos de corrección de asiento, empieza precisamente con una pequeña teórica sobre:

  • Identificación de los problemas comunes de comunicación jinete-caballo de los participantes
  • Como aprende el caballo y cómo pide/enseña el jinete, simplificado en un paso a paso
  • Respuestas que debemos esperar de nuestros caballos
  • Efectos de la tensión negativa del jinete y distinción entre reacciones positivas y negativas del caballo para el trabajo
  • Cómo debe ser la comunicación con nuestro caballo
  • Conexión entre la comunicación y nuestro asiento
  • La importancia de la intención en la comunicación
  • ¿Cuál es la sensación que debes tener en tu mano mientras pides o enseñas algo a tu caballo?
  • Ejercicios en grupo para relacionar nuestro equilibrio a nuestro asiento a caballo

La parte práctica está orientada a cada participante con su caballo de forma individual, valorando posibles problemas de conexión (de los que hemos hablado en esta publicación) y buscando la mejor forma de progresar.

Puedes ver en el siguiente enlace, un vídeo de Kronenbourg,  durante la clase que dimos en el Centro Ecuestre la Abadia donde buscamos establecer una conexión más seguida para que luego se pueda aplicar esa conexión durante los ejercicios de vaquera que es para lo que se está preparando este caballo de seis años.

Hago el trabajo al paso únicamente, nada de espectacular ni ejercicios espectaculares. Sólo «monta de bastidores».  Debemos cuidar siempre de utilizar nuestra mano conforme el contacto que el caballo nos esté dando, si retenemos constantemente con la mano encogemos el cuello del caballo, volvemos los movimientos más cortos, el dorso se «divide» y los pies dejan de funcionar. Ahí, en vez de tener un caballo, tenemos varias partes de un caballo que no conectan entre sí. Este vídeo demuestra cómo obtener la conexión con el caballo al paso mediante ejercicios simples y claros para el caballo. Es muy importante distinguir el trabajo de competición y el trabajo que se hace en casa. En los bastidores, no se compite, se entrena la flexibilidad, la pisada correcta, la conexión para que pueda haber una comunicación fluida más tarde, en competición:

Estamos preparando unos vídeos de Dante, mientras se hace un trabajo muy parecido pero al trote y al galope. También subtitulado para aclarar cosas que a lo mejor no se ven con tanta facilidad. Dinos si este vídeo te ha servido y compártelo para que podamos hacer más de este estilo!!