¡Ayuda! ¡No siento conexión con el caballo!Parte1

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Cuando hablamos de conexión en equitación, debemos referirnos a tres tipos de conexión:

  • La conexión del caballo, es decir, hay conexión cuando los pies están conectados al dorso durante el trabajo, cuando el dorso deja fluir el movimiento hacia la espalda y la espalda deja fluir ese movimiento por el cuello hacia la nuca y la boca del caballo. Todo lo que rompa esa conexión, rompe la fluidez del movimiento y quitará brillo a los aires del caballo, provocando resistencias tanto musculares como emocionales. En esta imagen Kronenbourg está desconectado. Los pies no conectan con el dorso, el dorso no conecta con el cuello y el cuello no conecta con la boca y la mano de forma que haya una fluidez en el movimiento general.

  • La conexión entre el caballo y nosotros cuando estamos montando o pie a tierra a la cuerda:
    • Montando, un asiento ligero y una mano permeable permiten que haya un movimiento fluido desde los pies del caballo hasta nuestra mano. Así nuestro asiento puede dirigir y limitar cuando es necesario,  el movimiento de cada parte del cuerpo del caballo.
    • Pie a tierra a la cuerda, todo el movimiento del caballo pasa a través de nuestra mano y de nuestra posición en relación al caballo (hacia las espaldas o hacia la grupa) y de esta forma se dirige el movimiento de las partes del caballo.
    • Pie a tierra en libertad, la conexión entre caballo y jinete se hace a distancia y se considera la base del siguiente tipo de conexión, puesto que tiene que ver con nuestra intención y la esencia de la comunicación no verbal, que es lo que realmente entienden los caballos.

      Kronenbourg desconectado de la amazona

      Kronenbourg disponible para colaborar conectado

      Kronenbourg conectado a la amazona

  • La conexión que permite que la conversación entre caballo y jinete fluya, disipando resistencias y pidiendo más extensión del movimiento permitiendo que el caballo brille en todo su ser, se sienta cada vez más cómodo y seguro haciendo lo que le pedimos que haga, y quiera dar lo mejor de sí porque le hace sentir bien tanto física como emocionalmente, permitiendo que ambos disfrutemos de la equitación como nos merecemos.

En la próxima publicación de esta serie hablaremos del primer tipo de conexión. No te la pierdas, síguenos en youtube,  facebook, o por el blog! Al final de la serie pondremos un vídeo con las explicaciones subtituladas durante el trabajo montado de Kronenbourg al paso.

¡Ayuda! Tengo dudas sobre cómo trabajar a mi caballo!

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A lo largo de los años nos hacemos un lío en cuanto al trabajo de los caballos, y durante el curso del fin de semana en el Centro Ecuestre La Abadía hemos empezado a aclarar una serie de cosas.

¿Te suenan estas dudas?:

  • Dudas sobre enseñar cómo estar solos cuando están acostumbrados a estar con otros,
  • sobre si la silla con la que montamos nos debe colocar en el sitio adecuado y mantenernos allí,
  • sobre si un caballo puede hacer doma y salto,
  • sobre el porqué nuestro caballo se para cuando ve un salto a lo lejos
  • sobre qué debemos buscar mientras trabajamos a un caballo montado,
  • sobre si nuestro caballo nos invade el espacio cuando le apetece
  • sobre si debemos regañar o no regañar
  • enseñar con golosinas o no hacerlo, con clicker o sin clicker
  • sobre si podemos dar un cachete o no podemos darlo
  • sobre si cuando nuestro caballo tiene una mala reacción, automáticamente el caballo es mal caballo o se puede catalogar como caballo peligroso o simplemente hay que aceptar que nuestro caballo puede tener esas reacciones peligrosas y debemos aprender a lidiar con ellas hasta que desaparezcan (y si realmente es necesario lidiar con ellas o no)
  • sobre cómo decirle NO a nuestro caballo sin enfadarnos o perder la cabeza
  • sobre si debemos hacer pista o no,
  • sobre si el bocado es más eficaz que un filete y si el bittless es mejor o peor,
  • espuela si o espuela no,
  • sobre si hay que poner pierna una y otra vez y agarrarlo con la mano para que se reúna y se cierra
  • sobre si debemos apretar con la rodilla o no mientras montamos,
  • sobre dónde deben ir los pies del caballo y cómo pedir lo que el caballo necesita (si sabemos lo que el caballo necesita),
  • sobre cómo pedir que un caballo ponga un pie debajo, donde es debajo
  • sobre cómo funciona eso de la impulsión al final
  • sobre cómo pedir un apoyo o movimiento lateral
  • sobre si el caballo para trabajar necesita presión constante, ir «cerrado» y trabajar a mil, o podemos lograr el mismo resultado con tranquilidad y buen hacer
  • sobre qué hacer exactamente cuando el caballo se nos vuelca sobre las espaldas
  • sobre cómo hacer que el caballo pierda esta o aquella manía mientras montamos,
  • sobre si hay que «jugar con la rienda» para que el caballo baje la cabeza durante el trabajo y qué pasa cuando el caballo no avanza
  • Sobre si el contacto ligero es no tener contacto o es tenerlo y como debe ser para que se considere contacto y no peso en la mano.
  • sobre qué contacto debemos llevar con las riendas y con la pierna para que la «conversación» fluya sin interferencias…

La equitación no son matemáticas, pero sí depende de nuestro conocimiento sobre una serie de cosas y voy a resumir un poco la materia sobre la que hablamos el primer día de clínic durante la teórica. A menudo, cuando hablamos sobre estos temas no le damos demasiada importancia y tendemos a darlo por sabido, pero una vez vemos el trabajo de seis o siete caballos diferentes con sus respectivos jinetes, en momentos y situaciones diferentes, empezamos a verlo claro: los principios de la equitación funcionan y la verdad es que se nos olvidan con frecuencia.

La equitación tiene miles de años, no es por casualidad que que cada vez que alguien sostenía durante algún tiempo que se debía de hacer de otra forma, el buen hacer y los principios básicos acababan por volver y perdurar a lo largo del tiempo. Hoy en día con la cantidad de información que hay, y lo fácil que es «cocinarse uno mismo la equitación» a su manera y gusto, es normal que surjan dudas. Es sabido que en el deporte, sea cual sea el nivel que tengamos o practiquemos, cuando surgen dudas no hay nada mejor que volver a la base.

El objetivo de las clases durante los cursos es facilitar la transmisión de sensaciones por parte del caballo demostrando así a su jinete que los principios de la equitación de siempre funcionan, que el caballo los agradece, los entiende y que cuando esto ocurre, el jinete empieza a montar cómodo como por arte de magia…

Veamos un poquito de esa base a la que me refiero constantemente:

Cuando trabajamos a un caballo necesitamos tener muy claro que estamos contando con tres factores principales:

  1. El jinete con su estabilidad emocional y física, sus conocimientos sobre el caballo, sobre cómo aprende y sobre cómo enseñar o pedir las cosas, su capacidad de coordinación, su capacidad de pensar en ciertos momentos y sentir en otros, su educación, su capacidad de sentir, comprender y reaccionar ante las actitudes del caballo.
  2. El caballo con su estabilidad emocional y física, su capacidad de pisar firme y en el sitio adecuado para llevar su peso y el del jinete durante el trabajo, es decir su conformación natural y su educación (su condicionamiento para el trabajo), su estado mental y físico en el preciso momento en que lo estamos trabajando.
  3. La comunicación entre los dos seres que debe ser de una determinada manera para que ambos se entiendan. Debe tener límites, pero ser flexible, recíproca y permeable en todo momento: a distancia, a la cuerda, montados y sobre todo, en momentos de conflicto; para que deje de ser conflicto y pase a ser un momento de aprendizaje.

Durante el primer día de curso hablamos sobre todo de la comunicación y el asiento que nos permite comunicar de forma eficiente y fluida con nuestro caballo. El segundo día hablamos de cómo debe moverse el caballo para que sea capaz de sentir nuestras indicaciones. Y juntamos lo aprendido sobre el asiento y sobre cómo debe moverse el caballo para trabajar esa comunicación en función de las necesidades de cada uno.

Una vez tenemos claro estos tres factores, vemos cómo se ponen en marcha y se complementan, todo lo demás se basa en los siguientes pasos:

  1. Averiguar siempre y en cada sesión de trabajo el estado de ánimo, el estado físico del caballo y el impacto que tiene en nosotros cuando empezamos a compartir el espacio.
  2. Ver qué señales nos transmite para demostrar su estado de ánimo y su capacidad de trabajar de ese día, en ese preciso momento
  3. Controlar la influencia de las actitudes en nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad de reacción para adaptar nuestras respuestas
  4. Adaptar nuestras respuestas a las reacciones del caballo cuando le pedimos cosas para disipar tensiones y pedir las cosas de forma que él entienda
  5. Repetir todo el proceso una y otra vez hasta que ha quedado claro lo que pretendemos del caballo

Son los pasos del libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos» repetidos una y otra vez con unos y otros caballos, jinetes, momentos, conflictos, tensiones, trabajo normal en pista, en la cuadra, en libertad, etc.

Para generalizar, (si dos días de curso no llegan a ser suficientes para interiorizarlo y aprender a practicarlo en todo momento, con una publicación por escrito no tenemos ni para empezar :)), hagamos lo que hagamos, si la comunicación con nuestro caballo no es: flexible (pero con límites), recíproca y permeable, no existe relación jinete-caballo. Cada uno lleva la conversación para sus adentros, y eso es todo lo contrario a los principios de la buena equitación.

Este último punto, es suficiente como para empezar a trabajar en lo que falta por afinar, ya sea, el jinete, el caballo, o la forma de comunicar que tenemos entre nosotros. Montados, generalmente el problema está en nuestro asiento y nuestra capacidad de aplicar las ayudas, de ahí que estos cursos son especialmente concebidos para mejorar el asiento de cada participante.

Un fin de semana inolvidable, entre todos hemos «hecho equitación», ha sido maravilloso notar como cada uno de nosotros hemos sentido algo nuevo, algo diferente, algo que nos pone la piel de gallina cuando pensamos en la sensación que tuvimos. Esto, querido lector, en la equitación, lo vale todo.

Muchas gracias a Maria Luisa, Mercedes, Pedro, Manu, Myriam, Ana, Daniel y Marina, a Nacho, al Centro Ecuestre La Abadía por las instalaciones y el buen trato por parte de todos. Los caballos maravillosos que pudimos alquilar  (nos cayó un rayo muy muy cerquita y la yegüita Campanilla de la cuadra de Paco Canales se portó bien no, lo siguiente), los boxes y pistas agradables que pudimos utilizar, que a pesar de las tormentas y lluvias del sábado, pudimos seguir trabajando sin perder ningún momento del clínic. El equipo de Equierrores se complementó una vez más este fin de semana 😉

Te dejamos una vez más, un vídeo sobre el curso, que espero que pueda servirte para reconocer algunos de los principios descritos arriba.

Recordamos que estamos preparando los próximos cursos, y para que no te los pierdas y sepas dónde estamos preparando grupos, visita esta página y sobre todo, haznos saber si estarías interesado y en qué zona te gustaría que hiciéramos alguno, las cosas van surgiendo,  y me encantaría poder ayudar en persona! Para que te hagas una idea en cada curso vienen personas que llevan mucho tiempo esperando (algunos dos, tres y cuatro años) y deseando que se haga un clínic donde ellos puedan participar o estar presentes, las cosas acaban por surgir si lo queremos de verdad 😉

Ahora el vídeo:

Sensaciones y testimonios del fin de semana de curso Decathlon Barakaldo-Laukiniz_Equierrores:

This entry is part 33 of 40 in the series Misión re-posicionamiento a caballo

Si en un grupo de whatsApp formado antes de un curso, con personas que, la mayoría, no se conocen de nada, dejamos de atender el teléfono durante una hora y cuando volvemos al teléfono tenemos 300 mensajes por leer, la primera sensación ya es de parte de la misión cumplida 🙂

El buen ambiente se notó desde el principio, la buena y cariñosa organización de Jessica Lopez, que se ocupó de proporcionar las instalaciones para cada etapa del curso tanto en el Decathlon de Barakaldo para la teoría como en el Centro Hípico Laukiniz.   Los nervios de todos, la ansiedad de la situación de no conocer a nadie, el sol que no salía desde hacía tres meses y las ganas de aprender más de caballos, creo que nos unió a todos para este curso.

Durante la teoría en las instalaciones del Decathlon, nos dimos cuenta de que hay muchas cosas que parecen básicas pero las olvidamos con frecuencia, repasamos los cinco pasos del libro que escribí para luego verlos puestos en práctica durante los días siguientes y vimos una y otra vez que realmente funcionan.

Unos ejercicios simples que hicimos, nos pusieron en el equilibrio físico y psicológico perfecto para absorber todo lo que los caballos nos diesen los días siguientes. El ejercicio de las riendas fue revelador para muchos de nosotros en muchos aspectos y me alegro que nos llevemos esa sensación a casa, pues no siempre tenemos claro cómo se utilizan de verdad las riendas ni lo que debemos sentir.

La unión en el grupo creció durante los ejercicios, las ganas de ayudarnos unos a otros y de que todos lográsemos tomar conciencia de nuestro equilibrio que normalmente llevamos a caballo, reveló el gran ambiente que habría durante el curso, que luego se ratificó con creces!

Jeisser, un caballo sensible, algo gruñón  al mismo tiempo muy líder, fino, pero bastante inseguro, revelaba algunos problemas de comunicación a través de una falsa puesta en mano y un dorso algo hundido. Su reacción era correr, correr, correr y correr más y si no se le dejaba correr sus manos salían disparadas hacia arriba.

Empezamos por conocer el tipo de relación que tenía con su dueña, vimos las señales que el caballo revelaba en su presencia y en su ausencia, trabajamos en libertad con el caballo para que ganara una atención constante hacia nosotros, buscamos señales de relajación y disponibilidad para trabajar, modificamos el equilibrio de Jessica ligeramente encima del caballo, trabajamos al caballo de forma a que pisara fuerte y pusiera los pies por debajo de la masa, mejoramos la comunicación en la mano y…el caballo pegó un cambiazo notable!!

Y todos tuvimos la oportunidad de ver como se transformaba el caballo en cada etapa y aprendimos con su carácter y su forma de moverse.

Cobi, un caballo fino y amable, de la escuela del Club Laukiniz, enseñó a Maitane a mejorar su equilibrio a caballo, y a tomar decisiones claras y adecuadas al momento sin querer controlar demasiado pero tampoco dejando que el caballo hiciera lo que quisiera. Al aprender a dar cuerda nos dimos cuenta que los caballos de escuela tienen que ser re-educados de una forma constante, ya que cuando entienden que no hay demasiado mando, se aprovechan (no sin razón) y pueden jugarnos una mala pasada. Para la seguridad de los alumnos, verificamos que es de suma importancia que los profesores traten y corrijan a los caballos de escuela con la gentileza que se merecen para evitar accidentes innecesarios con alumnos inexpertos. Cobi fue un pequeño gran caballo profesor durante el curso 🙂

Con Zar que estaba colocando mal los pies durante el trabajo, solía tener algunas tensiones que no se entendían y que en ese día estaba sobrado de energía, disipamos tensiones, pusimos los pies en su sitio,  le pedimos atención plena hacia el trabajo y…..el caballo pegó también un cambiazo a la vista de todos!!

Y una vez más, todos asistimos a todo el proceso para aprender.

Zar en la primera parte de «rehabilitación»:): Confiar, respetar y comunicar conmigo:

Zar en la segunda parte de la rehabilitación: Poner los pies en el sitio a las dos manos, comunicando con un contacto recíproco con mi mano, sobretodo a la derecha que es donde tenía las defensas peligrosas:

Zar en la tercera parte de la rehabilitación: Ganar confianza en la mano y enseñarle a poner los pies en el sitio montado a la izquierda:

Zar en la cuarta parte de la recuperación: Montado a la derecha, poniendo el pie derecho en el sitio y confiar en la mano al mismo tiempo para que  aprenda a relajarse en vez de tensarse:

Cuando tenemos una gran caída y no logramos entender el por qué, el miedo se instala sin avisar y el miedo es una falta de control horrible que no desaparece hasta que empezamos a ver dónde hemos cometido el error y empezamos a cambiar algunas formas de hacer. Ese era mi objetivo con este binomio y espero haberlo conseguido aunque nos queda trabajo para cuando Mónica pueda montar otra vez 😉

Hicimos un ejercicio especial con las riendas pie a tierra que revela el tipo de monta que tenemos y casi el tipo de relación que tenemos con los caballos, además de simular un contacto y una utilización específica de las riendas para practicar cuando cada uno se monte en su caballo durante el curso o cuando llegue a casa si está de oyente 🙂

De nuestros queridos y especiales oyentes…aprendimos tantas cosas…sobre todo a dejarlos ser ellos mismos, intenté buscar la manera de ir al encuentro de la forma de ser de cada uno, a través de diferentes formas de explicar, ver y sentir las cosas. Sobre todo a través de nuestros caballos, todos pudimos ver muchas cosas transmitidas que no necesitaban de muchas palabras y es por eso que me encanta lo que hago:

Los caballos expresan por mí lo que yo no sé decir con palabras…

Ah, y avancé otro paso más en mi lucha contra mi pánico escénico:): Tenía que sentir al caballo de Jessica para poder transmitirle a ella un mensaje que no me salía con palabras y me monté en el caballo para sentirlo, trabajarlo un poco y demostrarle a su dueña que sí: Que nos equivocamos, que se nos cae al trote, que no sale perfecto ni nos sale todo siempre como queremos….¿Y qué?

Mientras venía de vuelta para Portugal, me llegaban estos mensajes y muchos más que me dejan de dejan de lo más emocionada :):

 “Voy a aprovechar este medio para realizar una pequeña crónica, comentario, expresión de opinión, feedback (o como se quiera denominar) sobre las actividades realizadas este fin de semana en Laukiniz y Barakaldo. Y las voy a hacer intentando que sean constructivas.

Lo primero es agradecer el buen trato recibido. En ningún momento me he sentido ajeno o un extraño. Eso creo que es por el trato cercano del equipo de equierrores, y en especial por parte de Monique. Me parece un acierto esa cercanía sin caer en falsos intereses.

En cuanto al curso ha sido muy adecuado y completo. Atendiendo a todo el mundo en su justa medida. La atención dedicada a las personas que aportaban caballos la he encontrado estupenda ( tanto a ellos como a los oyentes se nos han ido las horas sin darnos cuenta ).

 Sé que quedaron algunas cosas en el tintero..pero el tiempo es el que es y el campo sobre el que se trata muy muy amplio y extenso.

 Y ya, como apunte más específico… creo Monique, que las personas que tienen la suerte de compartir su vida contigo deben de sentirse profundamente afortunadas. Eres una gran persona. No cambies. «

Manuel Ángel

«Quería agradecer en primer lugar a Monique de Equierrores por el curso impartido este pasado fin de semana. 

Que fácil parece sentarse encima de un caballo y que difícil es conseguir tener un buen asiento, pues gracias a este curso y unas perfectas pautas explicadas, lo puedo empezar a conseguir. 
 
A veces dudamos si un curso nos será útil o no, pues por mi experiencia puedo asegurar que mereció la pena.
Si hacéis otro por esta zona, ponerme ya en la lista. 
Espero veros pronto Equierrores! «
Selina

«Para empezar darte a ti y a tu equipo ( Pedro y Ángeles , que dos grandísimas personas) las gracias por ser como sois y por hacer que todo pareciera como si nos conociéramos de toda la vida, así da gusto estar con gente y que el cuerpo te pida más… Por mi parte siempre que el tiempo, la distancia y los euros lo permitan intentaré asistir a más tanto de oyente otra vez como con alguno de mis caballos.

En cuanto al curso me pareció muy muy ameno, bueno y fácil de entender (aunque la ejecución en casa no sea tan fácil como lo haces tú jajaja).

              

Explicas las cosas muy claras, con términos que gente igual que empieza o aún anda en niveles pequeños es capaz de entender y a los que quizás llevemos más tiempo nos gusta oír y ver y sobre todo darle importancia a cosas básicas que cuando te enseñan parece que se les olvida o no le dan la importancia que tiene ( la distancia al ir a pista con tu caballito de tanda por ejemplo).

Cuanto más les lleva en el mundo del caballo menos se sabe jejejeje cada día aprendo algo nuevo y es lo mejor! Y más con gente como tú que se nota que le gusta lo que hace y los que te acompañan y el grupo tan bonito que nos juntamos que es algo que me gustó también mucho.  Buena gente buen habiente,todos compartimos lo de todos en el tema de los caballos. 

Resumiendo, un finde de 10 un curso de 15 y esperemos pronto tenerte otra vez aquí y está vez con caballo que me moría de la envidia! Jejejejeje 

Un saludo Enorme.»

Maite 

Algunos comentarios dejados en Facebook en la pagina de Deacthlon de Barakaldo:

Muchas gracias a Jessica López, a Decathlon de Barakaldo, al Club Hípico Laukiniz, a todos los participantes, y como siempre a nuestros protagonistas los caballos!

En breve publicaremos el vídeo del curso que tiene momentos muy agradables y partes de las clases que dimos 😉

Estamos ya organizando el próximo curso en Laukiniz para 15-16 y 17 de junio 2018. Si quieres participar, mándanos un mensaje pidiendo para que te pongamos en lista de espera. En cuanto salga toda la información te la mandaremos. Las plazas con caballo son siempre limitadas por la cantidad de trabajo que hacemos con cada caballo, así que sigue atento a los correos!

¿Por qué mi caballo va duro de la izquierda y no va por donde quiero?Parte 3

This entry is part 3 of 4 in the series Mi caballo tira de la rienda izquierda!

«¡Pero siempre he entendido que la corrección es con la pierna interior y la rienda interior!  ¡Esta corrección parece contradictoria a lo que veo hacer a los buenos jinetes!»

Lo que pasa es que cuando vemos a los buenos jinetes hacerlo, no estamos viendo lo que hace sino lo que se ve desde fuera, que es diferente y, normalmente, los buenos jinetes ya tienen los caballos acostumbrados a andar derechos; y si no van rectos atienden a correcciones tan sutiles que no las notamos.

Cuando vamos a imitar lo que vemos de los buenos jinetes, normalmente nos faltan piezas del puzzle para que nos salga bien. Y la que veremos en la imagen y en el vídeo del post siguiente, es la pieza que le falta al puzzle del «caballo que tira de la izquierda».

En caballos perfectamente flexibles, pedimos dirección e incurvación con la rienda izquierda, les ponemos la pierna izquierda, la rienda derecha y pierna derecha piden sutilmente la rectitud del caballo, y la corrección casi no se nota pudiéndose hacer dentro del círculo sin gran problema (se trata de una simple corrección normal dentro de un círculo), pero en caballos que no están flexibles y disponibles, la solución está en poner la espalda claramente hacia la derecha delante de los pies y luego incurvar de nuevo.

Vamos a hacer un resumen de lo que hemos visto hasta ahora. Hemos empezado a hacer unos giros y hemos sentido que el caballo no está derecho sino que tiene la grupa un poco desplazada a la derecha, por lo que no está listo para pedirle que entre en un círculo y se quede en él:

Entonces, ya somos conscientes de que no lo hace porque no quiere sino que no lo hace porque no puede físicamente. Este hecho ya nos quita una carga emocional negativa que nos ayudará a querer solucionar el problema. Nuestras emociones negativas acaban bloqueando a los caballos, por lo que enfadarnos o frustrarnos sólo empeorará las cosas. Veamos lo que ocurre si pedimos el círculo o el giro de todas formas:

No esperemos más, dentro del círculo, corrijamos lo que tengamos que corregir y pidamos de nuevo que el caballo siga por el círculo, o si no, sigamos haciendo que el caballo se vuelva flexible hasta volver a pedir un círculo en condiciones para que se mantenga por lo menos dos o tres trancos en un círculo decente y equilibrado. (Sí, dos o tres trancos, hay que aprender a conformarse con poco, recuerda que poco bien hecho es mil veces mejor que mucho mal hecho):

Cuando sacamos al caballo del círculo nos puede invadir una falsa sensación de no estar haciendo lo correcto porque deberíamos estar haciendo un círculo y no un «huevo o algo mal hecho». Entendamos esta realidad: cuando estamos enseñando algo a un caballo, no siempre salen los ejercicios perfectos. Los ejercicios salen bien después de entrenarlos. Durante el entrenamiento, es posible que no salga bien hasta que hayamos trabajado en las partes básicas de cada ejercicio y una de las partes básicas del ejercicio llamado «círculo» es que el caballo sepa andar con la espalda frente a los pies o los pies por detrás de la espalda. Debe saber seguir sus propios pasos en la dirección del círculo sin que haya derrape de grupa o de espalda hacia aquí o allá.

La playa de arena no se forma sin arena. Un ejercicio bien hecho no se hace sin practicar la base.

Es muy importante saber distinguir un ejercicio mal hecho por falta de rigor y planificación (que es cuando sale el auténtico huevo-cuadrado-redondo-rectangular-serpentinoso sin entender por qué), de un ejercicio que se está enseñando al caballo y que a veces nos exige que salgamos del ejercicio, repongamos lo que haga falta y volvamos a entrar en él.

No tiene nada que ver una cosa con otra, así que si estamos saliendo de un círculo que parecía que iba a salir bien, para enderezar al caballo que le está derrapando la grupa hacia la derecha y la espalda hacia la izquierda, hagamos la corrección que tengamos que hacer, y volvamos al ejercicio para volver a corregir si es necesario a los pocos trancos.

Es absolutamente necesario que tengas una gran independencia en las ayudas, pidas de forma clara lo que quieres al caballo, sepas distinguir claramente entre presión y relajación  (sepas relajar cuando el caballo responde bien y tensar cuando haya que corregir de nuevo). Puedes trabajar conmigo en alguno de mis cursos, te ayudaré con mucho gusto y te daré todas las herramientas de que dispongo para que puedas tenerlo todo muy muy claro con tu caballo. Ten en cuenta que hablamos de la base y que un caballo torcido se vuelve cojo. ¡Es urgente que tu caballo empiece a trabajar derecho! Mándame un correo y quedemos en algunos de los cursos que doy. 

Corrigiendo cuando sea necesario:

En el próximo post, dejaré un vídeo donde estoy montando y explico estos conceptos durante una clase. Hablaremos de un ejercicio magnífico que utilizo siempre, para preparar la rectitud del caballo, para preparar el círculo y para preparar la cesión a la pierna que tan necesaria es para que los caballos dejen de andar «despatarrados» hundiendo el dorso durante el trabajo y empiecen a poner los pies debajo de la masa y ponerse cómodos cómodos, redondeando el dorso a los tres aires.