Caso práctico. Cómo hacer la equitación más segura Parte III

This entry is part 25 of 30 in the series ¡Ayuda!

En caso de que no hayas visto la primera parte y la segunda parte pincha en estos enlaces.

La condición es que la amazona se monte a la cuerda las primeras vueltas hasta que le haya ayudado a hacer su asiento más seguro. Así por un lado no tiene que preocuparse con la dirección del caballo mientras se concentra en su asiento y por otro lado, el caballo, mediante la cuerda, mantiene una relación más estrecha conmigo que con ella. De esta forma al tiempo que trabajamos la confianza que me ha dado se va extendiendo a la amazona. Claro que, si tuviese la oportunidad de trabajar al caballo de forma continuada, esto se podría hacer directamente en libertad, pero el resultado es el mismo. Otra opción sería poner a la amazona en un caballo de escuela para mejorar el asiento, pero en esta situación no podía ser así. Tenían que entenderse entre ellos y rápidamente.

Los caballos actúan de forma diferente con unas personas que con otras, tiene que ver con la energía de las personas y la forma que utilizan ésta para comunicarse con el caballo. En este caso, mi energía le dejaba tranquilo y obediente después de trabajarlo un poco en libertad, pero al no haber sido la amazona, había que introducir esa nueva energía al caballo y cambiarla rápidamente para que el caballo confiara en ella también. Cuando se subió al caballo hubo dos o tres relinchos inseguros pero rápidamente todo cambió.

Hubo dos cosas importantes que provocaron este cambio en menos de cinco minutos:

  • Quitar peso del dorso mejorando el asiento
  • Aprender a pedir atención constante por parte del caballo

Con ello conseguimos que fuese un binomio que no necesitase de ningún intermediario para entenderse por lo que ya se les pudo dejar sueltos, sin cuerda. Y no es que fuese un binomio inexperto, ya que rutas a caballo hacen muchas. Pero algo había cambiado ahora, no sólo el caballo estaba más tranquilo, sino que la amazona tenía las herramientas suficientes para utilizar en caso de que esta situación se repita otra vez.

El nuevo asiento le permite llamar la atención del caballo cada vez que la pierda. Sin perder la comunicación con él, sin brusquedades, con un contacto suave pero atento.

Al día siguiente dimos una lección al caballo acerca de «centrarse» en el trabajo. Riendas más cortas, ritmo constante, trazado riguroso…Y para un caballo y una amazona que nunca habían trabajado en pista, estuvieron mejores que muchos que llevan años en pista…superaron mis expectativas en creces 🙂 Espero que continúe con estas ganas de hacer las cosas con el sentido común.

De los vídeos he sacado buenos momentos, no siempre iba así de bien el segundo día, pero hay que tener en cuenta que cuando cambiamos tantas cosas al mismo tiempo en tan poco tiempo, es normal que no siempre todo se quede funcionando bien para siempre.

Pero es muy importante que veamos que ahora hay momentos que no se habrían producido de la otra manera (sobretodo sin mejorar la posición). Se empiezan a ver reacciones y a sentir momentos que no se habían sentido antes. Esto, querido lector, es una fase en la que estamos aumentando de nivel. Estamos mejorando, progresando en la equitación porque de repente sabemos qué debemos buscar, lo hemos sentido y a partir de aquí, se abren un montón de posibilidades (más de las que ya tenía hasta ahora) en este deporte.

Ya no será nunca sólo un paseo por el campo….

Y a esto le llamo yo, aprender a disfrutar cada vez más de la equitación. La razón por la cual hago lo que hago y me encanta 🙂

Espero verte muy pronto Marina, espero que hagas los deberes, los ejercicios que hiciste a caballo y los que te propuse pie a tierra, y a todos los que estuvisteis, ¡¡son ejercicios importantes para que la próxima vez que nos veamos podamos seguir evolucionando rápidamente!!

Puedes ir a esta página para saber dónde y cuándo va a haber el próximo curso.

Puedes ver los vídeos de los cursos para ver si es algo que podría ser para tí en este enlace.

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¿Logras identificar el resto de los pasos del libro en estas publicaciones? Comenta esta publicación y comparte para que aprendamos todos de ella 🙂

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Caso práctico. Como hacer la equitación más segura. Parte II

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«Bajarse es de cobardes» se suele oír. Nada más lejos de la realidad. Bajarse en una situación que vemos que no va a mejorar, al revés, va a empeorar, sea por la razón que sea, es una decisión inteligente. Siempre y cuando, luego dejemos al caballo y al jinete en condiciones de volver a montarse otra vez y controlar la situación.

Si no has visto la primera parte pincha aquí

En el momento de bajarse, el caballo estaba en máxima tensión. Y esa tensión suele terminar siendo explosiva, lo suficiente como para provocar una situación peligrosa sin haber necesidad alguna.

Decidimos darle cuerda para ver qué tal reaccionaba a la presión-relajación, es decir, qué señales me mostraba al presionar y cuáles cuando yo relajaba. Para así evaluar el tipo de comunicación que tendría conmigo si la situación fuese otra. No fue posible. El caballo corría y corría. Casi se caía. Cada vez corría más, entonces decidí que había que dar otro paso atrás: Dejar que se expresase en libertad y a una distancia que no sintiera tanta presión debido a mi presencia como sentía a la cuerda:

Qué vimos con este trabajo:

Cuando le pedí por primera vez que se fuera se me quiso encarar, algo que corregimos sin más, y al llevarse la corrección, reaccionó huyendo un poco confundido y quiso salir por la puerta que estaba cerrada. Por un lado, dominancia, por otro lado inseguridad. Lo suficiente para empezar a trabajar.

Normas principales con las que empezamos a trabajar:

  • Tienes que salir de mi espacio cuando te lo pido
  • No puedes encararme con la cara tan alta invadiendo mi espacio con ese porte tenso y elevado
  • No puedes pararte en la puerta
  • No puedes darte la vuelta

Fueron suficientes para que empezase a atenderme en todo momento. A partir de ahí, empezó también a responder a mi relajación. Empezamos a pedir unos cambios de mano llamando su atención para que me diera la cara en vez de la grupa durante el cambio y…

Dejó de querer buscar al compañero, relajó toda la línea de arriba, merecí su confianza y su respeto y decidió que lo mejor para él era estar conmigo.

El paso siguiente era introducir la amazona. Su asiento y su energía no daban seguridad al caballo en ese momento, pero lo harían en breve. Una vez el caballo ha confiado en mi forma de ser, podré ayudarle a confiar en su dueña mientras hacemos unos cambios puntuales en el asiento y forma de pedir las cosas. Todo acabará bien porque su amazona tiene tantas ganas de hacerlo bien para su caballo, que no tarda nada en darse cuenta de los errores y hacer un cambio radical en un tiempo récord (sólo 2 sesiones montada 🙂 )

En el próximo post veremos la tercera parte, cuando trabajamos con la amazona y luego la ayudamos a formar de nuevo el binómio que tenían que ser.

Advertencia de seguridad: No hagas este tipo de trabajo sin alguien que sepa cómo y cuándo hacer cada cosa. No nos arriesguemos a probar de hacer cosas que vemos sin estar con alguien que sabe el porqué, el cómo y que pueda ayudarte en caso de peligro. 

¿Vas identificando los pasos del libro?¿Te vas dando cuenta que para solucionar un conflicto de vez en cuando hay que dar un paso atrás?:)

Estamos organizando los próximos cursos, si estás interesado en un curso en la Abadía durante el mes de noviembre, háznoslo saber por correo para que te demos las fechas!

 

Caso práctico. Cómo hacer la equitación más segura.Parte I

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Vamos a hablar de un caso práctico en el que aplicamos los cinco pasos del libro de una forma muy clara. Una situación vivida durante un curso, una amazona muy sensible y simpática, con un carácter fuerte y con muchas ganas de aprender, nos trajo su caballo. Esta publicación va dedicada a nuestra amiga Marina con Coco 😉

Les faltaba un poco de entendimiento en cuanto a la distancia que mantenían entre ellos pie a tierra, había alguna confusión montada cuando el caballo se ponía ‘burro’ y ella no terminaba de verlo claro en algunos momentos..

Vaya por delante que este caballo que es un caballo muy noble, aunque de naturaleza dominante y cuando les dejamos dominar, se vuelven inseguros y pueden tener reacciones que pueden resultar peligrosas para nosotros. No es el papel que deben asumir cuando están entre humanos. Una misma reacción puede ser normal entre caballos, pero puede resultar peligrosa para nosotros y es por ello por lo que hay que prestarles atención y corregir y educar al caballo en ese sentido. No quiero que se me malinterprete cuando digo que un caballo que tiene reacciones peligrosas sea un caballo peligroso, pero sí puede llegar a serlo si no lo corregimos o no sabemos interpretarlas.

Siempre junto a su compañero, esta vez bajó a la pista solo. Y cuando se sintió encerrado (acostumbrado a pasear por el campo junto a su amigo), hizo pasar a su dueña un momento un poco complicado. Me di cuenta de que no podríamos dar una clase como es debido sin antes trabajar otras cosas. El caballo nunca se mostró peligroso porque no tenía reacciones bruscas (aunque tampoco esperamos a ver si esto ocurría…).

Esta forma de comportarse no había ocurrido anteriormente, apareció al estar en una situación completamente distinta a la que está acostumbrado. Por lo tanto preferimos cambiar de estrategia y hacer una paso atrás en la evolución del caballo y de la amazona:

Veamos de la combinación de factores que estamos hablando en esta situación, y lo veremos clarísimo al final porque el resultado se lo lleva la amazona a casa para siempre:

  • El equilibrio de la amazona está muy por detrás del equilibrio del caballo. Eso en sí,  no está creando directamente la situación de relinchar y estrés en el que el caballo se encuentra en este momento, pero no logra obtener su atención, su control, esa posición es más un asiento de dejarse llevar por lo que ocurra que no de solucionar. Y cuando interviene (porque debe intervenir y tiene toda la razón en hacerlo), la forma de estar sentada a caballo no deja que sea sutil en las ayudas, por lo que agrava todo el momento de estrés. El caballo se siente más inseguro aún y la cosa puede escalar hasta puntos peligrosos que no llegaremos a ver porque cambiamos de estrategia antes de que algo ocurriera.

El paso uno del libro duró dos vueltas y un poquito de trabajo anterior de la mano que no vemos aquí pero que solemos hacer para ayudar a identificar el tipo de caballo y el tipo de situación que tenemos. Hicimos el diagnóstico, vimos el tipo de control que podría tener la amazona sobre el caballo en situaciones de conflicto, vimos que en más momento menos momento la situación podría ser desagradable y empezamos a actuar.

En el próximo post veremos lo primero que hicimos.

¿Te sientes identificado? ¿Te ha pasado alguna vez? Cuéntanos tu experiencia y dudas, es importante que sepamos cómo te sientes y cómo te gustaría que fueran las cosas, si lo has superado, también nos gustaría saber tu experiencia! De esto aprendemos todos los días, ¡ayúdanos a divulgar nuestro trabajo y dar la posibilidad de que todos aprendamos de nuestros errores y experiencias!

Durante los cursos cuando esto ocurre, trabajo al caballo en el sentido de demostrar a su jinete que es posible mantener un orden en el caballo, dejarle claras las normas y devolverle la seguridad, y luego trabajo con el jinete, cambio lo que creo necesario en el asiento y aplicación de ayudas y re-conecto el caballo a su jinete de una forma más segura y más eficaz a largo plazo.  Si tienes un problema parecido y quieres asistir con tu caballo a uno de nuestros cursos, puedes contactarnos y lo organizamos.

Comparte si conoces a jinetes aficionados a mejorar su equitación y la relación con su caballo!

¿Por qué mi caballo va duro de la izquierda y no va por donde quiero?Parte 3

This entry is part 3 of 4 in the series Mi caballo tira de la rienda izquierda!

«¡Pero siempre he entendido que la corrección es con la pierna interior y la rienda interior!  ¡Esta corrección parece contradictoria a lo que veo hacer a los buenos jinetes!»

Lo que pasa es que cuando vemos a los buenos jinetes hacerlo, no estamos viendo lo que hace sino lo que se ve desde fuera, que es diferente y, normalmente, los buenos jinetes ya tienen los caballos acostumbrados a andar derechos; y si no van rectos atienden a correcciones tan sutiles que no las notamos.

Cuando vamos a imitar lo que vemos de los buenos jinetes, normalmente nos faltan piezas del puzzle para que nos salga bien. Y la que veremos en la imagen y en el vídeo del post siguiente, es la pieza que le falta al puzzle del «caballo que tira de la izquierda».

En caballos perfectamente flexibles, pedimos dirección e incurvación con la rienda izquierda, les ponemos la pierna izquierda, la rienda derecha y pierna derecha piden sutilmente la rectitud del caballo, y la corrección casi no se nota pudiéndose hacer dentro del círculo sin gran problema (se trata de una simple corrección normal dentro de un círculo), pero en caballos que no están flexibles y disponibles, la solución está en poner la espalda claramente hacia la derecha delante de los pies y luego incurvar de nuevo.

Vamos a hacer un resumen de lo que hemos visto hasta ahora. Hemos empezado a hacer unos giros y hemos sentido que el caballo no está derecho sino que tiene la grupa un poco desplazada a la derecha, por lo que no está listo para pedirle que entre en un círculo y se quede en él:

Entonces, ya somos conscientes de que no lo hace porque no quiere sino que no lo hace porque no puede físicamente. Este hecho ya nos quita una carga emocional negativa que nos ayudará a querer solucionar el problema. Nuestras emociones negativas acaban bloqueando a los caballos, por lo que enfadarnos o frustrarnos sólo empeorará las cosas. Veamos lo que ocurre si pedimos el círculo o el giro de todas formas:

No esperemos más, dentro del círculo, corrijamos lo que tengamos que corregir y pidamos de nuevo que el caballo siga por el círculo, o si no, sigamos haciendo que el caballo se vuelva flexible hasta volver a pedir un círculo en condiciones para que se mantenga por lo menos dos o tres trancos en un círculo decente y equilibrado. (Sí, dos o tres trancos, hay que aprender a conformarse con poco, recuerda que poco bien hecho es mil veces mejor que mucho mal hecho):

Cuando sacamos al caballo del círculo nos puede invadir una falsa sensación de no estar haciendo lo correcto porque deberíamos estar haciendo un círculo y no un «huevo o algo mal hecho». Entendamos esta realidad: cuando estamos enseñando algo a un caballo, no siempre salen los ejercicios perfectos. Los ejercicios salen bien después de entrenarlos. Durante el entrenamiento, es posible que no salga bien hasta que hayamos trabajado en las partes básicas de cada ejercicio y una de las partes básicas del ejercicio llamado «círculo» es que el caballo sepa andar con la espalda frente a los pies o los pies por detrás de la espalda. Debe saber seguir sus propios pasos en la dirección del círculo sin que haya derrape de grupa o de espalda hacia aquí o allá.

La playa de arena no se forma sin arena. Un ejercicio bien hecho no se hace sin practicar la base.

Es muy importante saber distinguir un ejercicio mal hecho por falta de rigor y planificación (que es cuando sale el auténtico huevo-cuadrado-redondo-rectangular-serpentinoso sin entender por qué), de un ejercicio que se está enseñando al caballo y que a veces nos exige que salgamos del ejercicio, repongamos lo que haga falta y volvamos a entrar en él.

No tiene nada que ver una cosa con otra, así que si estamos saliendo de un círculo que parecía que iba a salir bien, para enderezar al caballo que le está derrapando la grupa hacia la derecha y la espalda hacia la izquierda, hagamos la corrección que tengamos que hacer, y volvamos al ejercicio para volver a corregir si es necesario a los pocos trancos.

Es absolutamente necesario que tengas una gran independencia en las ayudas, pidas de forma clara lo que quieres al caballo, sepas distinguir claramente entre presión y relajación  (sepas relajar cuando el caballo responde bien y tensar cuando haya que corregir de nuevo). Puedes trabajar conmigo en alguno de mis cursos, te ayudaré con mucho gusto y te daré todas las herramientas de que dispongo para que puedas tenerlo todo muy muy claro con tu caballo. Ten en cuenta que hablamos de la base y que un caballo torcido se vuelve cojo. ¡Es urgente que tu caballo empiece a trabajar derecho! Mándame un correo y quedemos en algunos de los cursos que doy. 

Corrigiendo cuando sea necesario:

En el próximo post, dejaré un vídeo donde estoy montando y explico estos conceptos durante una clase. Hablaremos de un ejercicio magnífico que utilizo siempre, para preparar la rectitud del caballo, para preparar el círculo y para preparar la cesión a la pierna que tan necesaria es para que los caballos dejen de andar «despatarrados» hundiendo el dorso durante el trabajo y empiecen a poner los pies debajo de la masa y ponerse cómodos cómodos, redondeando el dorso a los tres aires.