Los días que no montamos a los caballos ni les damos cuerda, ¿qué hacemos?

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Sé que había prometido hablar sobre Xeque Mate, el caballo que estoy re-entrenando tanto física como psicológicamente. Hago muchos vídeos con él porque comete errores y su actitud me permite demostrar las soluciones en vídeo, pero todavía no he contado acerca de su evolución.

Llevo unos días jugando con él antes de montar, es un muñeco auténtico a pesar de haber sido el caballo que era cuando empecé con él, dominante,entero y con mal manejo de sus anteriores dueños y para mí, saber como era y ver en lo que se ha convertido es un auténtico placer.

Empecé con él trabajándolo en libertad, porque vivía en el campo desde hacía dos años y porque sinceramente no conozco mejor forma de empezar el trabajo con un caballo que no sea esta: en libertad y a su aire. He utilizado otros métodos desbravando potros, pero nunca terminan de satisfacerme los resultados y la diferencia es abismal. El trabajo en libertad es primordial hasta que se dejan poner la cabezada, llevar de la mano, dejarse agarrar manos y pies, poner montura, montar…. y la verdad es que para re-entrenar caballos, ¡también!.

Precisamente ayer, al final de la tarde (no pude montarlo durante el día) fui a ver como estaba y nos dimos unas carreras por el campo. Como corría… no puedo dejar de sentir algo maravilloso cuando lo veo correr con esa fuerza y potencia…Ojalá logre sacarle todo su potencial  también montado, que deje de retraerse, que se relaje, que me dé todo lo que tiene. Sé que puedo conseguirlo, para eso estamos trabajando. Ahora el objetivo que tengo es acabar librarle de la frustración y de la presión que siente cuando se le monta. No me preocupa mucho porque estamos en el buen camino y me lo demuestra todos los días. Hemos pasado por una temporada que considero un gran paso atrás, pero ahora estamos avanzando a grandes pasos.

Esta vez relinchó alto y claro mientras estábamos trabajando (no es normal en él relinchar tan fuerte, sólo   cuando ve que llego en el coche, hace unos ruidos muy bajitos para darme la bienvenida). Después de las carreras a mi alrededor, decidió de repente que quería estar cerca mío. Se me pegó al hombro, me lo llevé a las cuadras (sin cabezada) lo cepillé, luego lo llevé al picadero a 500 metros sin cabezada, pasamos por los perros, por las gallinas, por los pavos reales y otros muchos bichos ruidosos, siempre pegado a mi hombro…y allí me senté a su lado un buen rato disfrutando de verlo comer los hierbajos que iba encontrando. De la misma manera, me lo llevé de nuevo a su prado, siempre pegado a mi hombro. Cuando lo dejé, le pareció bien, se fue a sus quehaceres y a su comida y allí lo dejé para irme a casa, muy feliz con el rato pasado con el caballo.

Los que montamos desde siempre, competimos y/o trabajamos muchos caballos, a veces estamos tan sumergidos en los resultados, tanto deportivos como económicos, en el trabajo que conlleva todo lo que implica tener caballos, la organización del día a día, que muchas veces tendemos a olvidarnos de saborear la esencia de la equitación, de disfrutar de lo que es de verdad un caballo. De simplemente montarlos o estar con ellos y disfrutarlo sin pensar en otras cosas.

Es un lujo que no todos se pueden permitir, demos las gracias por ello. Te invito a compartir este post con tus amigos aficionados a los caballos, competidores, paseantes, gente preocupada en aprenderlo todo sobre la equitación…

Nunca te olvides del gran lujo que es poder estar simplemente entre caballos 🙂

IM_XequeEnLibertad

Las fotos de la  imagen no son de ayer, puesto que no tenía ninguna intención de publicar nada sobre el momento y dejé los «aparatos electrónicos» en el coche, pero se puede ver que tiene cara de pillo y ganas de serlo también 🙂

 

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2 comentarios en “Los días que no montamos a los caballos ni les damos cuerda, ¿qué hacemos?

  1. M’ha encantat….!!

    Estoy total y completamente de acuerdo contigo. Una de las mejores experiencias que he tenido con caballos ha sido sin montar. Hay días que eso es lo de menos y solo necesitas «estar» con ellos. 😀

    Un abrazo!!! 🙂

    • Tienes razón Ivet, aunque creo que existen muchas maneras de tener buenas experiencias con caballos, y a raíz de ese pensamiento salió el último post, espero que te sirva también a ti para que busques más de estos momentos 🙂 Gràcies per comentar guapa!!

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