En el post anterior, vimos que una chica recibía una coz de su caballo. No debemos compararnos con quienes se dedican a esto todos los días y debemos tener cautela y prestar atención a un montón de factores antes de probar lo que vemos por ahí.

En la equitación debemos diferenciar entre un caballo domado, respetuoso, atento y disponible a las órdenes de su entrenador y un caballo que no lo está. También debemos diferenciar entre un caballo que ha sabido desde siempre cuáles eran sus límites y las normas que el humano le ha establecido y otro que nunca ha tenido esas limitaciones, o del que las tiene a veces sí y a veces no. Además debemos distinguir entre un caballo dominante que está sometido a su domador y otro que no lo está.

No podemos comparar nuestros caballos, a los que trabajamos de vez en cuando en libertad o montados, con caballos que están perfectamente en sintonía con sus jinetes o domadores.

Cuando hablamos de la gestión del espacio y la base del entrenamiento de un caballo, hablamos de lo que nos falta a muchos que montamos, competimos o paseamos a caballo y que han conseguido los buenos domadores que se dedican al trabajo pie a tierra. En los espectáculos pie a tierra que vemos muchas veces, los caballos llevan una base de trabajo tan grande por detrás que aunque demuestren que no están siempre de acuerdo a través de señales específicas, obedecerán siempre a su domador. No llegarán a dañar a su domador si tienen un trabajo de base bien hecho y tienen muy claro quién es el que dicta las normas. Además, no todos los caballos servirán para espectáculos, son seleccionados tal como se seleccionan para otras disciplinas a altos niveles!

Una comparación simple sería imaginar que agarramos a un potro recién montado y poco entrenado y nos lo llevamos de concurso o a un sitio que no conoce. Debemos esperar reacciones imprevistas.  Y normalmente lo hacemos y nos prevenimos no dejando que se quede en el box tres días antes de ir, no alimentándole más de lo que trabaja, preparándolo con una base de confianza y respeto introduciendo cosas nuevas una de cada vez… y aún y así, nos podemos esperar alguna que otra reacción menos tranquila precedida de señales específicas que demuestran que no están relajados. Un caballo hecho, domado y entrenado, puede demostrar también señales que transmiten que no está tranquilo tal como un potro recién domado que se asusta o se enfada y no tener la misma reacción que el potro. ¿Por qué?

Imaginemos ahora las reacciones que tienen distintos caballos cuando van a un lugar nuevo. Podemos imaginar la reacción de ese potro habiéndole dejado tres días en el box y la reacción de un caballo que está más enseñado. ¿Has tenido en cuenta sus temperamentos?  Puede ocurrir con un caballo viejo y entrenado que es muy caliente, que sea más nervioso y reactivo que un potro tranquilo.

He puesto sólo unos ejemplos de los muchos que hay para explicar el por qué nunca nos debemos comparar, ni debemos comparar las reacciones de un caballo que no está entrenado con otro que lo está perfectamente.

Si no estamos seguros de cómo actuar porque vemos señales de amenaza en nuestro caballo, pero queremos que corra alegremente a nuestro lado y sea perfectamente obediente a nuestras órdenes pie a tierra, quizás debemos primero, volver a la base. Y para ello pregunto:

Cuando no estás de acuerdo con la distancia que tu caballo mantiene contigo durante las acciones básicas, tales como,

• darle de comer,
• entrar en su campo, entrar en el box,
• duchándolo o preparándolo
• llevarlo de la mano, trotarlo de la mano (revisiones veterinarias por ejemplo) con cabezada y cuerda,
• parando después de andar o trotar un trozo,
• dándole cuerda,
• pidiendo que aparte la grupa o la espalda
• entrando en un remolque, etc.

¿Sabes pedirle que se vaya, se aleje de ti y que lo haga rápido? ¿Cuándo lo haces, qué tipo de reacción tiene el caballo hacia ti?

SI EL CABALLO NO SE ALEJA INMEDIATAMENTE SIN TENER NINGUNA REACCIÓN DE RESISTENCIA (o amenaza) HACIA NOSOTROS, SE VA DANDO COCES DE ALEGRÍA O TIENE UNA REACCIÓN EXPLOSIVA CUANDO SE LO PEDIMOS, NO ESTÁ PREPARADO PARA CORRER A NUESTRO LADO Y CERCA NUESTRO. Es muy posible que ese caballo con algún exceso de energía, ni siquiera esté preparado para estar al lado nuestro, de nuestros hijos o de personas que no se esperen una reacción dañina del caballo como vimos en el caso de la chica del post anterior.

Montados (bien o mal) hay muchas maneras de controlar a un caballo (buenas o malas) para que no tenga reacciones imprevistas. Pie a tierra con el caballo suelto a nuestro lado, no somos nadie. No arriesguemos.

Para enseñarle al caballo a entender con qué cuenta de ti y entender con qué cuentas de él, te recomiendo el curso Cómo educar a un caballo del Ramal. En él hablamos de modales, de confianza, de respeto, de cómo hacer una serie de ejercicios clave para educarlo de forma que te entienda, que respete tus ayudas y al mismo tiempo que confíe en ti. No sólo vale para tu caballo sino para todos los caballos con los que tengas que llevar del ramal.

Si aún no has descifrado bien su lenguaje o si lo has descifrado pero no entiendes muy bien cómo puedes utilizarlo a favor de vuestra relación, del trabajo con él, te recomiendo el curso Cómo utilizar el LENGUAJE EQUINO en el día a día, encontrarás un montón de vídeos con conceptos fundamentales, te harán pensar, te haré preguntas sobre tu caballo, podrás responder y haremos un diagnóstico de tu situación en general para ponerte en camino mientras pasas por todas las lecciones del curso. Son casi 4 horas de vídeo repartidos en vídeos cortos, amenos y con un montón de ejemplos con los que te podrás identificar. Pincha aquí para ver la información.