Equierror del día a día en un club hípico

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This entry is part 18 of 18 in the series "Cómo no hacer" en equitación

Este es un error que va dedicado y a favor de los clubes hípicos y a quien se responsabiliza de las instalaciones y su buen funcionamiento. Es un error que con un poquito de conciencia se puede evitar fácilmente, no nos cuesta y le hacemos un favor a quien a final de mes se preocupa de que los caballos estén bien cuidados y se preocupa del bienestar de sus clientes. De hecho, nos hacemos un favor a todos, ya que a nadie le gusta estar en un sitio desordenado y con las cosas estropeadas. 

No parece importante, pero lo es. Parece ridículo, pero no lo es y sé que hay quienes me darán toda la razón. Se trata de las mangueras, las fustas, las trallas

Si ves una manguera en el suelo, haz el favor de no pisarla con tu caballo. Y quien dice mangueras, dice fustas y trallas. Me parece más que lógico que alguien que se encuentra una manguera, tralla, fusta, cuerda o cabezada fuera de sitio o en el suelo, la guarde, o por lo menos la cuelgue en algún sitio y avise a un responsable de que se ha encontrado esto o aquello en el suelo y que lo ha dejado aquí o allí.

Pero si no quieres o no puedes guardarlas o recogerlas por la razón que sea, por lo menos NO LAS PISES. Y en el caso de las fustas, no hagas dibujitos con ellas en el suelo, SE ESTROPEAN LAS PUNTAS. Las trallas tampoco son para arrastrarlas por el suelo. Pesan un poquito, pero no tanto como para que las tengamos que llevar a rastras. Si la llevas de un lado a otro, enrolla el sobrante de la tralla y llévala por el medio, no cuesta nada y equilibrarás su peso en tu mano. 

Si no puedes recogerlas porque vas con prisa, lo entiendo, no pasa nada siempre que  no las pises y avises a alguien de que están allí pero no puedes recoger en ese momento. Si no puedes porque no quieres (porque crees que «también las pagas, o tu padre las paga», o porque «ni siguiera trabajas allí»), deberías hacer una reflexión y ponerte en la piel de quien se preocupa de que estén esas mangueras para que las puedas utilizar.

Si eres papá o mamá de un chaval que monta en un club y ves que pasa al lado de una fusta que está en el suelo, o manguera o lo que sea que esté por el suelo, le harás un favor si le educas para que las recoja o pregunte por lo menos de quien es esa fusta, o si es necesario que ordenen la manguera. Si está duchando y ves que el caballo pasa sistemáticamente por encima de la manguera, recuérdale que a los caballos se les educa para que se muevan de un lado para otro en la ducha de forma que no lleguen a pisar la manguera, o por lo menos, si la pisan, que les pida que levanten rápidamente el pie o la mano que pisa la manguera para evitar que se estropeen. Puedes descargar la guía que ofrecemos en el blog para que se lea 15 nomras de Educación Basica para sus caballos. Aprendiendo a educar a sus caballos tomarán conciencia de su propia educación casi sin querer!

Es muy desagradable para el siguiente que va a duchar, que la manguera esté rota y moje a todo el que esté cerca. Y para quien las compra, las va a buscar y las monta, es aún más fastidioso. Una cosa es que se rompan por desgaste, otra cosa es que no tengamos cuidado con las cosas. 

En Portugal hay un dicho que va así: «Em pequenino se torce o pepino» Sé que suena ridículo en castellano, pero no lo es. De pequeño es cuando se educa, pero parece que hoy en día hay muy poco «tiempo» para la educación básica de nuestros hijos (cosas simples, como quitar los ojos del móvil cuando un adulto o un amigo les habla directamente, quitarse la gorra cuando entran en casa, decir por favor y gracias, comer con la boca cerrada y con las dos manos encima de la mesa (sin el móvil en la mano), no tirar papeles y chicles al suelo…nada de más, ¡pero parece que ya no es importante!!!). Como he escuchado recientemente, hay una gran preocupación en dejar un planeta mejor y sano para nuestros hijos que tienen todos los derechos del mundo…Quizás si nos pusiéramos como prioridad dejar a hijos educados y sanos para el planeta solucionaríamos el problema del planeta con más eficacia…

Si nuestros hijos montan a caballo, aprovechemos la suerte que tienen porque es un deporte maravilloso para su educación a todos los niveles. No lo desperdiciemos 😉 Si en el club les llamamos la atención y nos atienden, nos daremos cuenta de que luego en casa, cuando vean un calcetín fuera de lugar ya no les será tan indiferente y ya no nos será tan difícil llamarles la atención para que lo recojan. Quizás podemos aprovechar y enseñarles a poner la lavadora, pero eso ya, cada cual… 🙂 

Y si eres adulto y no consideras esto importante (al fin y al cabo, son solo unas fustas y unas trallas), te animo a un ejercicio de conciencia:

Te animo a que ofrezcas una manguera, unas cuantas trallas, fustas y protectores al dueño del club donde montas y observes cuánto tiempo duran y cómo se tratan. En cuanto se estropee algo, deberás ofrecer de nuevo lo que se estropeó 😉 

¡Comparte este post si crees que puede ser de utilidad! 

Próximo clínic en el Cerrillo (Madrid) el fin de semana de 7 y 8 de diciembre. Contacta para informaciones, aún hay plazas!!

 

 

 

Ayuda, ¡mi caballo corre a la cuerda! Jaguar 27-102019

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This entry is part 1 of 3 in the series Trabajo del caballo a la cuerda

Comparto hoy unos pequeños vídeos sobre el entrenamiento de Jaguar, a la cuerda.  Jaguar tiene 5 años y se está entrenando para raid. Deberá hacer un raid de promoción en breve (40km) y hay que mejorar algunos aspectos tanto físicos como psicológicos que hacen que se estrese mucho: en cuanto siente la más mínima molestia o desconfía de algo, empieza a correr y a descontrolar un poco su mente y cuerpo. 

Hoy, como parte del entrenamiento, hemos empezado por trabajarlo un poquito a la cuerda. Es importante mencionar que no busco resultados rápidos, pero sí duraderos. Si te fijas bien en los vídeos, el caballo pasa varias veces, de estar tenso, a estar un poquito más relajado. El objetivo es que se equilibre y ande a los tres aires relajado y cadenciado, con la línea de arriba relajada, pero con los pies funcionando para redondear el dorso y poder aguantar mejor cuando lleve un jinete encima durante muchos kilómetros. 

Todos los días le doy algo de cuerda porque quiero que cada día mejore un poco, el objetivo es que le resulte natural al potro para que se pueda mantener lo conseguido de una forma más fácil. Los primeros días llevó un poco más de tiempo hasta que entendió el concepto de que a la cuerda no se corre; a no ir limitado por rendajes, sólo la cabezada de cuadra o el filete.

Ahora, el tiempo a la cuerda es corto ya tiene más claro que correr a la cuerda no le es tan cómodo como andar tranquilo (este trabajo es corto porque también tiene que hacer sus km por el campo y ese día tenía que dividir trabajo, pero hay vídeos más completos de días en los que el trabajo es exclusivamente a la cuerda).

Cuando el tiempo es escaso para trabajar a la cuerda, pongo objetivos pequeños, por poco que se relaje me doy por satisfecha, premio, lo dejo y seguimos con el resto del entrenamiento. El objetivo de estos vídeos es mostrar el proceso hacia la relajación y cómo lo va procesando el caballo).

Estos vídeos tienen algunas explicaciones sobre cómo tranquilizar a un caballo a la cuerda, puede que te sirvan 😉

 

Equierror en los alargamientos de trote

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This entry is part 9 of 9 in the series Trabajando caballos
El equierror que cometemos con frecuencia es montar para el espectador en vez de montar para el caballo…y con este error, viene el de tener a los caballos detrás de la mano para que «parezca que va redondo».
 
En esas condiciones, a lo mejor sí logramos un trote corto y cómodo (si el caballo es cómodo), pero una vez queremos alargar, el caballo corre, se precipita, nos fuerza la mano y volver al trote corto (y falso) es bastante más difícil, obligándonos a tirar de ellos para venir a menos. 
 
A nivel de embocadura, lo que interesa para mejorar el equilibrio y la expresión en el trote, es que los pies vayan donde deben ir, no lo que llevamos en la boca del caballo. En este pequeño vídeo, estaba haciendo una preparación para un ligero alargamiento del tranco.
 
No vale con sólo meter la pierna y aguantar primero con la mano para pedir el alargamiento. Hay que crear las condiciones para que el caballo se pueda expresar.
 
Una pequeña cesión a la pierna izquierda ayuda a levantar la espalda interior, enderezar el pie izquierdo y a preparar a la yegua psicológicamente para el orden en sus trancos en vez de precipitar hacia delante sobre las manos y sacar los pies por detrás, mientras «alarga».
 
Al principio, el alargamiento es menos expresivo, sí, y todos tenemos miedo que el caballo no «saque las manos» lo suficiente como para dejar al espectador con la boca abierta.
 
Pero a largo plazo y poco a poco (más rápido de lo que uno se imagina), le sacamos un brillo natural a su expresión y su tranco, dando al caballo una sensación de poder y auto confianza que lo va dejando listo emocionalmente para disparar hacia arriba y hacia delante en los siguientes alargamientos.
 
Cuando esto ocurre, (y a veces nos pilla por sorpresa porque ni nosotros creemos que es capaz), el propio caballo toma una actitud que nos transmite algo así como: «Estoy más que listo, ¿cuándo puedo disparar?» y basta pensarlo para que vuele (aunque sean pocos trancos al principio).
 
Una de las pruebas de algodón (a parte de ser una sensación única e inconfundible), es que la transición al trote de trabajo al final de la diagonal (o antes de que pierda el equilibrio) es suave y fluida; con un pequeño gesto, ellos entienden lo que se espera de ellos porque están en equilibrio y la preparación para entrar en la esquina o en el próximo ejercicio, es muchísimo más fácil que si los llevamos colgados en las manos con una gran embocadura (o pequeña, da lo mismo, en las espaldas es en las espaldas). 
 
Si esa transición es suave, nuestros deberes están bien hechos. 
 
Un secreto es hacer pocos trancos de todo, pero bien e ir comprobando que el equilibrio está en su sitio. Muchas repeticiones. Es mucho más eficaz hacer cinco repeticiones de alargar acortar y pequeñas cesiones a una y otra pierna de pocos trancos, que hacer treinta diagonales alargando machacando al caballo en cada alargamiento.
 
De esta forma, teniendo en cuenta no sólo la mecánica como también la psicología de los caballos, serán capaces de dar, lo que nadie creía que tenían para dar, mucho menos ellos mismos…
 

Trabajando al caballo por el campo: El paso atrás

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This entry is part 8 of 7 in the series Equitacion fuera de pistas

Mientras vamos por el campo no siempre encontramos que el suelo esté en condiciones para trabajar al trote y al galope. Yo solía tener una yegua que era anti-pista. Llegaba a la pista y era tremendo para ponerla a trabajar. Era grande y vaga, no saltaba mal, pero era larga y necesitaba trabajar para que no fuese dura en las vueltas y las llegadas, las salidas, las combinaciones, etc. En su momento era joven, ahora tendrá 17 años y disfruta de lo que le gusta hacer, pasear, pero por entonces tenía que trabajar para su educación, tanto física como psicológica. 

En el campo trabajaba bien, alegre y atenta a todo, trotaba muy bien y estaba atenta a las ayudas. En la pista era un castigo ponerla a trabajar, especialmente si antes no se daba su trotada y su calentamiento por el campo. 

No tardé mucho en adoptar el sistema de educación Fuera de pistas que fui desarrollando a partir de entonces. En la pista sólo entraba para galopar un poco antes del trabajo de salto y/o recorrido. Llegó un punto de mi vida en que la yegua cambió de dueño. Cuando llegó a su destino, nunca había hecho una espalda adentro en la pista o un cambio de pie (a no ser saltando), ni una cesión a la pierna…Pero resulta que la trabajaban en la pista y hacía de todo (sin ser cambios de pie al tranco ni series de cambios que eso no se lo enseñé). Eso sí, se quejaban de que era un poco bastante  vagota 🙂

Todo lo que sabía la yegua lo aprendió por el campo, nuestra rutina de trabajo incluía el campo y así la mantenía feliz, trabajada, educada y flexible. Y cuando digo campo no digo sólo pasear, digo montes, subidas y bajadas, sesiones de trote seguidas, sesiones de galope, andar por arenales, cesiones de lado a lado del camino, espaldas adentro alrededor de los pequeños pinos mansos o arbustos, paso atrás en varios terrenos, en subida, en bajada, etc.

Desde esa yegua, he tenido varios casos así y no hay caballo que esté conmigo que trabaje todos los días en la pista. Ni hablar.  No me gusta tener que forzar a los caballos a hacer el trabajo en pista, y con lo que me gusta trabajar a los caballos en el plano y mejorar su rectitud, su equilibrio y flexibilidad (me gusta no, me pierde 🙂 ), odio tener que pelearme para que se muevan en pista. No es necesario porque por el campo lo hacen a gusto y sin darse cuenta y así, cuando llegan a la pista, hay muchos ejercicios que ya los saben hacer y se hacen de forma más natural. En la pista luego es todo muchísimo más fácil y trabajan mucho más a gusto porque sienten que saben hacerlo naturalmente y no como una obligación. Y…curiosamente…saltan muchísimo mejor, los aires paso, trote y galope mejoran sin tener que sentir que estamos forzando constantemente para «sacarle más las manos», «meter más los pies» y «sentarlos cada vez más para que ese piaffé salga más y mejor». 

Dejo aquí un ejercicio que suelo hacer mucho con caballos que tienden a volcarse sobre las espaldas y caballos que suelen tener alguna dificultad en poner los pies de forma fluida debajo de la masa. Sobre todo en sitios donde no es posible trotar ni galopar porque el suelo no es adecuado, suelo hacer varias repeticiones conforme el carácter de cada caballo. Mejor poco y bien, que mucho y mal, desde luego. 

Lo más importante en este ejercicio es intentar que el caballo vaya lo más recto posible y esencial: una vez ha dado uno o dos pasos y haya levantado realmente su peso de las espaldas, andar hacia delante a un paso fuerte recolocando su espalda hacia el medio para que no pese más sobre una espalda que sobre la otra (se consigue abriendo una u otra rienda, pero de eso se puede hablar en otro post si te parece un tema de interés). Aunque se vuelque de nuevo y haya que empezar de nuevo. Esto genera por lo menos uno o dos pasos de buena proyección hacia delante. Pocos pero buenos pasos que quedan en la memoria tanto física como psicológica del caballo.

 

Si quieres recibir información sobre los próximos cursos, ya sean presenciales como on-line suscribe al blog si no lo has hecho ya, recibirás una guía de normas esenciales de educación equina :):