Mi objetivo es siempre mejorar la posición de los jinetes encima de sus caballos, pero cuando llego, normalmente me encuentro siempre con algunos problemas con los caballos que deben ser solucionados y pasan a ser mi prioridad. Puede parecer que los jinetes quedan en segundo lugar, pero no es así. Si un caballo está incómodo, rígido de dorso, bruto, mal educado, desquiciado, demasiado asustadizo o abusón en el trato, mejorar nuestra posición se convierte en una misión imposible y puede ser peligroso. Así que, como mi prioridad es la seguridad de los jinetes que confían en mi experiencia, prefiero empezar por el caballo para dar a su jinete mayor seguridad. Una vez el caballo está tranquilo, paciente, educado y con un dorso flexible, lograremos trabajar la posición del jinete sin estar pendiente de muchas cosas a la vez y el tiempo empleado es mucho más efectivo.

Yo estoy encantada porque hace mi trabajo de lo más ameno.  Unas veces necesito trabajar un poco a los caballos pie a tierra para restablecer su educación de base, otras tengo que montar al caballo durante unos días para flexibilizar su dorso y ponerlo más cómodo para su jinete, también es necesario trabajar en la autoconfianza del caballo, superar miedos a ciertas cosas… en fin, aquí queda el vídeo de los propietarios Laura y Eduardo, de Duna (una yegua muy sensible y asustadiza), Sira (muy abusona de trato e insensible a las ayudas de su jinete) y Talaya (una potra de dos años y medio que estuvimos trabajando este verano, pero que no veremos aquí).

Me gustaría dejar dicho que da gusto trabajar con personas dedicadas, verdaderos amantes de los caballos, empeñadas en mejorar y confiar en mi forma de trabajar. Los resultados aparecen de lo más rápido 🙂

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