Mi caballo retrota. Parte IV. Cuando va con otros caballos

Minientrada

This entry is part 4 of 4 in the series Mi caballo retrota

Si no has visto las partes anteriores pincha aquí: ParteI, ParteII, Parte III

Un caballo que retrota cuando va con otros caballos y no lo hace cuando va solo por el campo, claramente nos indica que no está tranquilo con otros caballos.

Retrotar cuando va con otros, en el fondo es un buen momento. Bueno, en el mismo momento reconozco que no es para nada agradable, principalmente porque ir montados en un caballo que retrota sin poder solucionarlo puede llegar a revelar nuestro peor carácter (ese que solemos guardar y sólo aparece en las ocasiones de estrés).

“Los problemas nos hacen tomar decisiones”

Digo que es un buen momento porque es un momento en el que hay que decidir sobre la equitación que estamos practicando, y cuando digo equitación no digo montarnos encima de un caballo e irnos a pasear. La equitación trata de equilibrar tanto física como mentalmente a un binomio: son dos seres, de los cuales, uno es irracional. Y muchas veces el otro también…pero se supone que estamos trabajando en ello y nuestros caballos son de gran ayuda para practicar nuestra “paz interior” como le llaman algunos.

Como seguramente ya habrás visto (y a veces experimentado), durante los momentos de estrés y conflicto sale todo lo malo que hemos aprendido a lo largo de la vida y no hemos aprendido a dominar, disipar o dirigir, y para los caballos no es diferente. Es en los conflictos donde vemos qué debemos mejorar y qué estamos haciendo mal, ya sea con nosotros mismos o con nuestros caballos. No en ese mismo momento porque la situación está en caliente, pero una vez ha pasado la tormenta, volvemos a la calma y es momento de reflexionar.  

Una de las formas de intentar disipar nuestro estrés cuando vamos con otros caballos, suele ser echar la culpa a los demás, porque, claro, “los demás están aquí para complacernos” pero nos equivocamos. Nosotros somos los únicos responsables de cómo se porta nuestro caballo. ¿Que los demás pueden hacerlo mejor? Sí. Claro. Y para complacernos deberían ser perfectos.

¿Pero quién educa a nuestro caballo? ¿Y quién elige salir con otros caballos (y jinetes) cuando el nuestro no está preparado para hacerlo (o nosotros)? ¿Es nuestro caballo diferente y nunca será capaz de andar con otros sin retrotar o ponerse nervioso?

No. Para nada. Pero tenemos que estar dispuestos a seguir un proceso de educación con nuestro caballo.  

“En momentos de conflicto no se educa a los caballos. Se educa antes.”

Los momentos de conflicto son una especie de prueba para ver si hemos hecho bien o mal los deberes y en caso de que no estén bien hechos, es un buen momento para probarnos a nosotros mismos que somos capaces de mantener la calma y la educación, con nuestro caballo y con los demás. 

Es el momento de hacer un paso atrás y dejar de hacer lo que nos apetece (en este caso pasear tranquilamente con amigos) y volver a la base de la educación del caballo. Si tenemos sitio para hacerlo allí mismo, en la situación de conflicto bien, si no, habrá que irse a casa a hacer deberes.

Y si no tenemos tiempo, no nos apetece, “ya sabemos montar a caballo, que ya lo hacemos desde hace muchos años” o no es nuestra prioridad, no nos podemos quejar de que retrote cuando vayamos con otros caballos.

Parece duro que lo diga así, pero no lo veo de otra forma. Si hay más estímulos que interfieren en su educación, la cosa es más difícil pero no imposible; tardamos más tiempo en lograr resultados y hay que ir recordándole que estamos ahí. Cuando van con nosotros siguen nuestras normas y es nuestra responsabilidad explicárselas y que vean las consecuencias cuando las rebasan: Pero siempre que las rebasen, no una vez sí y otra no.

Yaaaaa…lo sé….

“¿Quién dijo que la educación era simple?”

Ni es algo inmediato y ni se consigue dándole a unos botones.

Y ahora vamos a la solución para ti que nos lees (y que si has llegado hasta aquí seguro que lo haces porque ya te has dado cuenta de que algo tiene que cambiar para solucionar el problema 😉)

No voy a entrar en áreas que no son mías, presupongo que el caballo está bien cuidado de cascos, tiene los dientes hechos, lleva equipo que no le daña y está sano de miembros y dorso. Caso contrario, un buen veterinario, un buen herrador y/o un buen fisio seguro que puede ayudar. 

En primer lugar, debes cuidar tu asiento. De verdad, no es ninguna broma.

Si vamos con las piernas sueltas, el peso atrás en la montura y agarrados a la boca del caballo, nunca seremos capaces de tranquilizar al caballo, simplemente porque le estamos haciendo daño. Lo hemos hablado en el post anterior.

Y me preguntarás: ¿Pero porqué cuando va solo y voy igualmente sentado no lo hace y con otros caballos sí? Pues porque para él es un momento de conflicto y en esos momentos el caballo se mueve más, empeora nuestro asiento y lo empeoramos todo.

Soluciones que yo te puedo dar desde aquí:

  • Periódicamente doy cursos de corrección de errores de asiento y aplicación de ayudas, se me da bien trabajar el asiento de los jinetes y acoplarlo a sus caballos y su forma de ser. Hago cursos en grupos de mínimo 6 personas y si así lo quieres voy a casas particulares para trabajar de una forma intensiva el asiento si ese es realmente el problema. Dos días trabajando en tu asiento mañana y tarde, más los deberes que pongo para ir haciendo cuando no estoy, dan mucho de sí, se mejora muchísimo y en pocas sesiones nos vamos librando de un problema que, si no se trata, nos molestará para siempre en todo lo que hagamos con nuestro caballo.  Claro que todo tiene su coste y su organización, pero piensa, ¿Cuánto dinero has gastado en esto, ¿cuántos años llevas en esto y tus piernas y tus manos aún no responden como te gustaría? Y muchas veces el tiempo necesario para cambiar las cosas es mucho menos del que te imaginas. A continuación una playlist de vídeos con resúmenes de lo que vamos aprendiendo en los cursos (puedes verlo cuando termines de leer el post ;)):

En segundo lugar, debes cuidar la educación que tiene tu caballo pie a tierra.  Y tampoco es ninguna broma.

Pie a tierra, ya sea a distancia o del ramal, podemos poner normas simples de convivencia y mientras les estamos enseñando esas normas establecemos una comunicación no verbal que el caballo entiende.

  • En primer lugar, le dejamos claro que quien pone las normas somos nosotros y mientras lo hacemos, le pedimos su atención completa porque sin ella no aprende nada. Una vez tenemos su atención, le damos la posibilidad de elegir lo que va a hacer dentro de unos límites: Lo que no debe hacer tiene consecuencias incómodas, mientras que lo que le permitimos hacer le ayuda a obtener nuestra relajación después de haber puesto unos límites mediante la presión. Este proceso, a su vez, hace que desactivemos la parte reactiva de su cerebro y lo pongamos a trabajar para encontrar soluciones. Es decir, lo estamos dirigiendo para que trabaje su autocontrol.
  • La costumbre de desconectar la parte reactiva de su cerebro mientras está con nosotros, hará que en momentos de conflicto nos preste más atención puesto que sabe que buscaremos la forma de que se sienta cómodo y no incómodo.
  • Trabajar de esta forma con nuestro caballo hará que trabajemos nuestro autocontrol también y conozcamos mucho mejor las reacciones de nuestro caballo aprendiendo a anticiparlas.
  • El paso a paso de mi método hace que aprendamos a controlar nuestras emociones…No hace falta hablar de la importancia de esta gestión mientras trabajamos con caballos. Si no has leído el libro, en él se habla de esto con más detalle.
  • El trabajo pie a tierra hará que el caballo flexibilice su cuerpo, por poner un ejemplo, el simple hecho de pedirle que vaya hacia atrás: hace que cargue el peso sobre los posteriores, redondee el dorso y levante la espalda. Cuando hace todo eso y además lo hace relajándose al mismo tiempo, obtendremos una descontracción de la nuca y la mandíbula. ¡Cuántas veces hemos escuchado sobre la importancia de lo que acabo de escribir cuando estamos montados!

En tercer lugar, debes cuidar del exceso de energía de tu caballo

Ya hemos hablado mucho sobre esto en este blog, no hace falta mencionar que ir a pasear una vez por semana y el resto de los días tener al caballo en box, no vale. Por mucho que no tengamos tiempo, no podamos más…eso no vale. Por lo menos deben estar sueltos todos los días. Y no es que no puedan comer (como me malinterpretan algunos), es que hay que equilibrar lo que come el caballo con el trabajo real que hace todos los días.

Eso hay que decidirlo junto con el veterinario. Y no vale engañar al veterinario. Si le decimos que hacemos doma clásica expliquémosle qué trabajo hacemos. Es diferente un buen calentamiento, trabajo de trote con ejercicios de diferentes niveles y el caballo ser capaz de galopar un cuarto de hora seguido con pequeños descansos, ejercicios, paradas, cesiones, alargamientos etc, que puede ser en total entre 25 y 40 minutos de trabajo,  que hacer 20 minutos de paso, un poco  de trote “cochinero” un galopito de vez en cuando, unos círculos y un pequeño paseíto de la mano para terminar, aunque hayamos tardado en total una hora y media.

Lo mismo para los paseos, hay que ser realista. Pensemos: ¿mis paseos por el campo tienen sólo cuestas, largas o cortas, pero cuestas y algunas fuertes?, ¿son rectas, voy siempre al paso, hago un poquito de trote y una galopadita, y lo demás paso?, ¿o lo troto durante un cuarto de hora seguido, le doy unos galopes de uno a dos minutos seguidos en cuestas ligeras y el trabajo es intensivo? ¿Hago paseos al paso de una hora o de tres?

Los caballos necesitan descargar sus energías y no siempre el trabajo de pista o el paseíto por el campo se ocupa de esto. Y los hay que casi todos los días necesitarían dar unas patadas al aire para soltarse y para soltar energía que le sobra.

Desfogar a nuestro caballo por el campo a galope tendido no es solución. Muchos caballos se calientan por el campo y más de cabeza, cuanto más corren más se calientan, más sudan y más se estresan. Esa no suele ser buena solución. El exceso de energía debe ser gestionado junto con unos puntos de educación para que se establezca una comunicación antes de montarse uno en el caballo.

El trabajo en libertad suele ocuparse de este problema, tener al caballo suelto no siempre es suficiente, si llueve no suelen correr para no resbalar y las energías se acumulan, aunque estén sueltos todo el día, así que proporcionarle un trozo de terreno diferente en el que le pidamos cuatro cosas para ver cómo está de receptivo y si sabemos hacerlo podemos hacer el trabajo en libertad completo es ¡muy buena idea!

En cuarto lugar, debes cuidar de tu trabajo montado.

Saber cambiar de dirección, parar, arrancar, hacer un paso atrás, hacer un círculo, pedir galope, venir a más y a menos sin tirar de la boca del caballo y utilizando un proceso que el caballo es capaz de entender para cada cosa, es tan importante para pasear como para darse un recorrido a 1,60 o correr un gran premio de doma, vaquera o clásica.

En esto puedo ayudarte también, pero primero hay que ver cómo está el caballo de energía, como vas de tu asiento, y qué atención tiene tu caballo hacia ti y hacia tus ayudas 😉 No suelo empezar el trabajo del caballo hasta que no vea que tu asiento lo permite, la energía del caballo es la adecuada y la atención hacia ti es razonable y gestionable.

Y en último lugar, el consejo: el nivel de conflicto debe ser acorde al nivel de trabajo que llevas hecho con tu caballo.

Claro que hace falta tener alguna experiencia para aplicar esto. Pero me imagino que, o tienes gente con más experiencia alrededor, o llevas algunos años en esto porque si no, no te aconsejo que te pongas a enseñar a tu caballo algo en medio de un conflicto. Se lo deberías pedir a un profesional o mandarlo a alguien que pueda trabajar esto durante unos meses por ti. Eso tiene también sus costes y después hay que mantener el trabajo, pero te quitará un peso de encima y evitará accidentes innecesarios.

Es mejor ir introduciendo un caballo de cada vez durante los paseos. Sobre todo, al principio. Recuerda que es el momento de probar el trabajo que has estado haciendo con tu caballo, puede que el problema haya desaparecido por completo y ni hayas tenido que trabajar el problema de forma específica ninguna vez (suele ocurrir cuando tengo al caballo en trabajo unos meses), pero si no es el caso, prueba primero con otro caballo. Si va bien intenta que el otro caballo se aleje y vuelva, que pase cerca de ti trotando y mientras tanto lo pones a hacer serpentinas, círculos pequeños o pequeños ejercicios que lo tranquilicen y mantengan su atención en ti. Siempre que se relaje, debes dejar de hacer las serpentinas, dejar que ande tranquilamente hacia delante y el otro caballo debe relajarse y dejar de provocar conflicto Una vez puedas hacer de todo con otro caballo haciendo cosas al lado, delante y detrás, introduces un segundo caballo. Para caballos que llevan muchos años retrotando cada vez que hay más caballos, el círculo puede ser difícil de quebrar, pero hay que buscar un punto de partida: primero un caballo a lo lejos, luego cerca, dos caballos, etc..

La cuestión aquí es que el caballo debe acostumbrarse a relajarse en momentos de estrés y para ello el estrés debe entrar gradualmente. Nunca hay que dejar que el caballo pierda el control sobre sí mismo. Ahí es donde ayudamos nosotros.

Cuando el caballo se da cuenta de que es capaz de relajarse y está acostumbrado al proceso de estrés-relajación y lo domina, el problema habrá desaparecido por completo ya que habrá ganado confianza tanto en el jinete como en sí mismo y estará atento a lo que hace el jinete antes de estresarse: si el jinete se relaja, el también lo hará.

Para terminar, decirte que nada de esto te ayudará si no entiendes los conceptos fundamentales del LENGUAJE EQUINO y cómo aplicarlo en tu día a día. Yo puedo darte ejercicios para hacer, pero si no sabes cómo pedir las cosas de forma que cualquier caballo, tenga la edad que tenga, sea de la raza que sea y tenga la educación que tenga, te entienda, no irás lejos. Y éste es sólo un concepto fundamental de los muchos que aprenderás a poner en práctica en el curso online, viendo las clases, respondiendo a preguntas clave, aprendiendo con ejemplos mientras aplicamos los conceptos a diferentes tipos de caballo y vamos comentando. 

El curso tiene más de 230 comentarios a los que respondo particularmente o con un vídeo para todos los cursantes. No es un curso que está hecho deprisa y corriendo «porque ahora todo tiene que ser online», está hecho con todo el cariño, editado después de muchos años recopilando detalles, vídeos, imágenes tomadas desde 2013 con el propósito de ilustrar todos estos conceptos que parece que muchos jinetes buenos aplican en su día a día sin pensar pero el aficionado no siempre sabe ponerle nombre, cómo se aplican y más importante, cómo se explican al caballo de forma que su fiel amigo entienda. 

Echa un vistazo a la información del curso.

   

Espero que te haya servido toda esta serie de post, si tienes dudas, puedes dejarlas en los comentarios 😉

Ayuda mi caballo retrota III

Minientrada

This entry is part 3 of 4 in the series Mi caballo retrota

Si no has visto la primera y segunda parte pincha aquí: Parte I, Parte II

En este post hablaremos sobre caballos que retrotan cuando van hacia casa. Esto se encuadra directamente el grupo de caballos que va en tensión psicológica, física y muscular, así que intentemos ver cual es nuestro problema en concreto con nuestro caballo.

De pequeña tenía una yegua árabe que, si hacíamos excursiones de 5 horas, la ida era maravillosa pero la vuelta era retrotando. Era tan desesperante que llegué a bajarme e ir 3 horas a pie de vuelta para no tener que ir encima de una “coctelera” hasta llegar a casa. Así al menos ella retrotaba pero yo iba a pie. Si en su momento hubiese sabido lo que sé hoy, hubiese sido todo mucho más fácil…

En primer lugar, debemos evitar los “últimos galopes” cuando estamos en las “últimas rectas” de llegada a casa. Es algo de sentido común, si aprenden que en esa última recta hacemos una galopada grande, ya sea solos o con otros compañeros, cada vez que nos acerquemos a esa última recta, el retrote será casi inevitable. Por supuesto si nuestro caballo está perfectamente puesto, atento a nosotros en todo momento, equilibrado a nivel muscular y a nivel emocional, podemos galopar donde nos apetezca que el caballo no dará ningún tipo de problemas, no se me malinterprete. Pero desde el momento en que el caballo retrota en la vuelta a casa, es porque alguna de las condiciones descritas arriba no están siendo tratadas. No nos engañemos.

¿Por qué no recomiendo galopar en dirección a casa?

Hay muchas razones que hacen que un caballo tenga prisa por llegar a casa:

  • lleva un jinete encima que no va bien sentado y ya lleva horas descoordinado con el equilibrio del caballo, o porque va sentado encima de la parte más sensible de su dorso (con el peso atrás) y ya no puede aguantarlo más
  • porque va tirando de su boca sin querer
  • porque sabe que cuando llega a casa tiene la comida preparada
  • porque está estresado de estar entre otros caballos. No está acostumbrado y quiere librarse de esa tensión lo más rápido posible
  • porque no está en forma, no tiene el dorso musculado y un largo etc.
Con el peso atrás y las piernas hacia delante, todo el peso se acumula detrás del equilibrio del caballo, en la zona del caballo que no tiene el apoyo de las manos ni de los pies. El caballo no logra remeter los pies porque no logra tensar los abdominales para levantar el dorso. El dorso del caballo no está hecho para este tipo de monta y acabará rompiéndose provocando toda una serie de síntomas: retrote, escaparse, ir detrás de la mano y no poder pararlo o no querer ir ni responder a la pierna, querencia, estrés constante, sustos por todo y por nada…

Debemos tener en cuenta que para nosotros puede ser un paseo lo más agradable porque no somos nosotros los que andamos, nos llevan y vamos viendo el paisaje, pero si nuestro asiento no es correcto, no llevamos la embocadura y silla adecuada, nuestras ayudas son un desastre y nuestro peso está en el sitio equivocado del caballo, para el animal es una tortura tener que aguantarnos durante nuestras egoístas horas de paseo y en cuanto el caballo siente que la dirección es hacia casa, quizás no ve el momento de llegar.

Si cuando retrota, le tiramos de las riendas, además de todo esto, le provocamos dolor en la boca…un motivo más para, a lo mejor, dejar de retrotar e irse hacia arriba o botarse para ver si se libra del de arriba de una vez.

¿Quieres sentirte caballo por un momento?

Como ejercicio final podemos intentar subir unas escaleras con un saco de patatas y en vez de redondear la espalda e ir un poco curvados hacia delante, echémonos hacia atrás y subamos igual las escaleras, a ver si somos capaces. Una sensación parecida tiene el caballo cuando nos lleva de paseo y vamos mal sentados. ¡Y el saco de patatas no nos tira de la boca!

Si montamos a caballo debemos tener claro que esto es un trabajo de equipo: Ellos nos llevan y nosotros tenemos la obligación de asumir la responsabilidad de aprender a llevar nuestro equilibrio bien a caballo, de aplicar las ayudas de forma correcta, de asegurarnos que nuestro caballo trabaja lo que come, de no dejar al caballo parado en un box más de 23 horas seguidas para luego sacarlos de paseo durante horas, de herrarle correctamente y a tiempo, de llevar un equipo que se ajuste al caballo, de muscular a los animales de forma correcta y equilibrarlos emocionalmente. Si no asumimos esta responsabilidad, o por lo menos hacer por querer aprender, por favor, comprémonos una bicicleta a motor que también nos lleva de paseo.

Si crees que puedes tener un asiento que no favorezca al caballo, lo más justo para el caballo es que descubras qué puedes mejorar para poder facilitar el trabajo al caballo. Yo te puedo ayudar. Tenemos un servicio de comentar vídeos en el que tú me mandas un vídeo, yo te comento lo que veo de asiento y te doy unas indicaciones para que apliques y trabajes. Estoy acostumbrada a hacer esto a distancia, no es nada nuevo para mi y si veo que no puedo ayudarte desde aquí, te lo diré ;). Pincha aquí para saber como funciona.

¿Qué podemos hacer si realmente estamos bien a caballo y seguimos con el problema del retrote hacia casa?

Hagamos salidas muy cortas para trabajar esto. Vayámonos hasta el sitio donde, si damos la vuelta empieza a retrotar y dejemos un poco de heno o zanahorias allí. Que no sea muy lejos porque tenemos trabajo por delante y la idea no es dejar al caballo exhausto. La idea es que aprenda algo.

  • Justo a la salida de casa trabajemos a nuestro caballo en unos ochos pequeños al paso (el caballo debe estar sano y se supone que ya lo hemos calentado a la cuerda o en libertad) durante el tiempo suficiente, que se dé cuenta de que está trabajando.
  • Vayamos hacia el sitio donde hemos dejado las zanahorias. Demos la vuelta y dejemos que el caballo vaya hacia casa al trote (sin perder el control).
  • En casa, trabajemos al caballo en círculos pequeños o en ochos durante unos segundos.
  • Salgamos de casa otra vez para luego dar la vuelta y dirigirnos hacia casa al trote si él quiere.
  • Llegando a casa volvamos a trabajar al caballo en ochos durante unos segundos (esta vez al trote corto), ochos pequeños para que sienta que le cuesta algún esfuerzo estar en casa.
  • Y volvamos a irnos.

Cuando hayamos repetido unas cuantas veces, nos daremos cuenta de que el caballo no tiene ya tantas ganas de ir hacia casa. Es ahora cuando viene lo importante, en cuanto sentimos tranquilidad al volver a casa, daremos unos pasos y volveremos al sitio reservado para darle las zanahorias. Nos bajamos del caballo, le aflojamos la cincha y descansamos un ratito allí. Le dejamos comer hierba, las zanahorias y le mimamos un rato. Luego nos vamos a casa, lo dejamos atado durante un rato después de la ducha y lo soltamos un poco. Al día siguiente, repetimos la sesión, pero ya más lejos. En este caso, no le demos de comer justo al llegar a casa, tendrá que pasar un buen rato hasta que coma para que deje de asociar la ida hacia casa a la comida.

Una vez sintamos que ha desaparecido el problema, hay que dejar de hacer el ejercicio para que después no sea algo perjudicial y empiece a defenderse para no ir hacia casa. Es importante que utilicemos el sentido común cuando estamos corrigiendo ciertos problemas. A partir de aquí, sabiendo que el caballo ha tenido este problema, durante nuestros paseos, parémonos algunas veces, bajémonos del caballo, dejemos que coman un poco de hierba, si hace falta nos llevamos una cabezada de cuadra y un libro y nos sentamos en el prado un rato mientras el caballo se relaja también. De esta forma evitaremos que tenga prisa para volver a casa. Siempre que surja el problema de querer ir rápido a casa, hagamos un proceso parecido adaptado a la sensibilidad y forma física de cada caballo hasta que desaparezca el problema.

Compra aquí el libro que puedes leer mientras dejas a tu caballo tranquilo comiendo 😉
Adquiere aquí el curso online que puedes estudiar mientras tu caballo descansa en medio del paseo 😉

El retrote significa siempre que el caballo no está cómodo con la situación y debemos cambiarla. Una cosa es el pequeño retrote cuando estamos pidiendo un ejercicio como por ejemplo poner el pie debajo mientras incurvamos al caballo, que le está costando y otra cosa es el retrote constante, cuando se juntan toda una serie de factores estresantes para el caballo para los que no le hemos preparado previamente.

En el post siguiente hablaremos del caballo que retrota porque va en tensión mientras va con otros caballos pero cuando va solo, va bien.

En la serie de vídeos sobre el caballo que va nervioso por el campo, te doy una serie de trucos y herramientas que puedes utilizar para relajar al caballo:

Mi caballo retrota parte II Sólo quiere ir delante

This entry is part 2 of 4 in the series Mi caballo retrota

Si no has visto la primera parte pincha aquí: Parte I

Recordando lo dicho en la parte II de esta serie sobre la naturaleza del caballo que retrota, en este caso, lo podemos interpretar de la siguiente forma:

Si nuestro caballo sólo se tranquiliza delante de otros caballos, es porque se siente seguro en esta posición. Debemos aceptar que esto es así y trabajar con lo que tenemos: Un caballo seguro delante del grupo, inseguro detrás o en medio del grupo. Cómodo delante, incómodo detrás.

¿Qué tal si el trabajo constase de: ponerlo incómodo delante y cómodo detrás?

Estamos hablando de cambiar la sensación que produce en el caballo el hecho de ir delante y el hecho de ir detrás. Durante este trabajo, logramos diferentes resultados:

  • Le transmitimos que le entendemos, que sabemos cuál es su ansiedad, pero que gracias a nosotros, detrás se sentirá seguro.
  • Buscamos señales de relajación en un ambiente donde se encuentra inseguro, reforzamos estas señales y esa sensación, y eso aumenta la confianza en nosotros.
  • Pasamos a sentir que controlamos la situación, que sabemos qué debemos hacer y cómo y con esto, le transmitimos al caballo nuestro liderazgo y nuestra determinación en relación a ciertas situaciones que producen ansiedad en el caballo, dejando que nuestras emociones negativas dejen de ser un problema porque dejan de exisitir.
  • Aplicamos la técnica o herramienta necesaria para lograr que un caballo que se encuentra en una situación estresante, pase por un proceso mental en el que pasa de estrés a relajación total por si solo (con nuestra ayuda pero el trabajo mental lo hace él si procedemos con tranquilidad). Esto mejora su autoconfianza para controlarse en futuras situaciones.
  • Aplicando el sistema, herramienta o técnica cada vez que empecemos a sentir que el caballo entra en estrés, lograremos que la situación de conflicto desaparezca.

En resumen, trataremos de este problema como descrito en el libro «Cómo ganar la confianza de un caballo en 5 pasos», siguiendo los cinco pasos tan útiles en tantas situaciones con caballos.

La forma más práctica de solucionar el problema de retrote para caballos que están mejor delante que detrás, es darles trabajo delante y darles descanso cuando estén detrás.

Trabajar delante significa que debemos ir con caballos y jinetes que entienden nuestro problema y quieran resolverlo con nosotros, para en el futuro gozar de paseos agradables. Dicho esto, pondremos al caballo delante y lo pondremos a trabajar, o delante del segundo caballo, o alrededor del segundo caballo. Lo trabajaremos durante algunos segundos, y luego iremos hacia atrás del grupo, quizás detrás del tercer caballo o cuarto y le dejaremos soltura en las riendas. Si el caballo empieza a trotar, lo dejamos que vaya delante y empezamos a trabajar de nuevo. Al ratito, lo llevaremos de nuevo hacia atrás y le daremos libertad de riendas, lo acariciaremos, y le daremos la opción de quedarse tranquilo y al paso. Si no lo hace, le dejaremos que avance de nuevo hacia el frente del grupo y allí lo pondremos a trabajar de nuevo.

Con algunas repeticiones el caballo se dará cuenta de que delante no se está tan bien como detrás, y es muy probable que el problema se resuelva. Eso no quiere decir que esté resuelto. Esto quiere decir que cada vez que la tensión aparezca, lo debemos solucionar de esta forma hasta que desaparezca.

Es absolutamente necesario que quien va arriba haga las cosas sin enfadarse, confiando en que esta herramienta funciona. Si nos enfadamos ligeramente, nos ponemos nerviosos, nos da miedo, o cualquier otra emoción negativa que podamos transmitir al caballo mientras lo pongamos a trabajar, tendrá consecuencias negativas para el resultado y en la serie de vídeos, se ve como quien va arriba debe auto tranquilizarse alguna vez con la voz para no dejar que fluyan emociones negativas.

Cuando trabajes caballos que retrotan cuando van detrás, evita el Equierror:

IM_GR_PST_RetroteII

En el próximo post hablaremos de caballos que retrotan por querencia hacia casa. Por favor, deja tu comentario si te quedó alguna duda o sugerencia para que aprendamos todos 🙂

¡Ayuda! ¡Mi caballo retrota!ParteI

This entry is part 1 of 4 in the series Mi caballo retrota

Si has entrado en este post es porque sufres con este problema y me gustaría encontrar la forma de ayudarte, pero para ello es necesario que hagas primero una reflexión sobre el porqué ocurre esto con tu caballo antes de que se te ocurra poner hierros más fuertes o dejar de ir de paseo con los demás caballos. Sigue leyendo